Las tablas y telegenia de una Díaz más incisiva superan en forma a un Moreno con más argumentos y cifras
martes 10 de marzo de 2015, 00:35h
El temple, la habilidad telegénica y las tablas de Susana Díaz
superaron a sus no demasiados argumentos de gestión. Eso sí, una mención
a Rajoy cada minuto y medio. Las formas desinflaron la carga dialéctica
de Juan Manuel Moreno. Lo del cambio tranquilo lo llevó demasiado lejos
pese a su completa base. Antonio Maíllo planteó un debate frío, con el
clásico tono docente, y en el que no lució el peso político que IU ha
tenido en la Junta.
A falta de careos entre la socialista y el 'popular'
los dos debates a tres bandas son citas clave en la campaña hacia el
22M. El debate de este lunes, no parece que mueva a mucha gente de sus
posiciones, algo que, a priori, beneficia a una Susana Díaz superior en
las formas a sus adversarios, pese a que estaba cantada su estrategia
argumental. El tono más plano de Juanma Moreno invalidó su mucha más
rigurosa y completa preparación del debate.
Falto
la animación. Y ésa parece que vendrá de la mano de Podemos y
Ciudadanos, que no estaban presentes en el debate, aunque sí lo estarán
en el de este martes. Claro que un debate a siete no pueda ser el mejor
escenario dialéctico.
La presentadora, Mabel
Mata, de moderno, neutral y minimalista blanco y negro pasó, como los
buenos árbitros, inadvertida. El plató correcto, azul y frío, para no
transmitir más que los debatientes. Semicírculo con la curva poco
pronunciada para los tres candidatos, lo que imposibilitaba demasiada
interacción e interpelaciones directas desde sus atriles.
Susana Díaz
Se
infería de su apertura de campaña que la maternidad iba a estar
presente en el debate. No lo estuvo. Eso sí, una blusa blanca inequívoca
y con algún mes de adelanto, mandaba durante todo el debate ese
mensaje. Acierto de sus asesores. Del mismo modo que lo fue un
maquillaje marcado y muy en la línea de la estética andaluza y una
chaqueta roja abierta que le daba fuerza. Estuvo con mucho aplomo y con
menor vehemencia de la habitual. Las tres o cuatro veces que hubo de ser
incisiva, estuvo punzante. Buscó con habilidad argumentos resultones
por toda la geografía nacional. Bajó en muy pocos momentos al debate
andaluz.
Juanma Moreno
Vistió
clásico y eligió una corbata verde que configuraba, junto con la camisa
blanca, una bandera andaluza. Desde fuera, da la sensación de que el
candidato 'popular' estuvo muy por debajo de sus posibilidades. La
imagen del cambio tranquilo se le fue de las manos. Demasiado
reiterativo con sus "hechos y no palabras". Manejaba muy buenos datos y
buen conocimiento del territorio. Le faltó aprovecharse de más puntos
débiles, como los impagos a ONG o el descontento funcionarial. Le
faltaron 'cornadas' en momentos estratégicos. En un símil futbolístico,
jugó demasiado en horizontal.
Ha echado en
cara al Gobierno andaluz que la región no sea atractiva para invertir,
por los casos de corrupción que "la achicharran" y por las grandes
trabas burocráticas. A esto, Díaz le ha contestado con vehemencia: "No
le voy a tolerar que diga que Andalucía no es un buen lugar para
invertir".
Antonio Maíllo
Izquierda
Unida ha llevado gran parte del peso político en la última legislatura
en la Junta de Andalucía. Maíllo no lo ha aprovechado. Vestido formal,
de traje y camisa blanca pero sin corbata, ha realizado un debate sin la
tensión necesaria para darse a conocer. Utilizando ese tono docente tan
habitual en IU, ha estado certero en algunos momentos, pero carente de
la emoción mínima. Correcto en el fondo, plano en las formas.
El
formato ya daba pie a priori a pensar en pocas burbujas. Tres bloques
demasiado genéricos para abordar una realidad andaluza en la que tampoco
se ahondó demasiado. Al PSOE no le interesa e IU no sabe si marcar
distancias o si vender gestión, así que se quedó en tierra de nadie. El
PP, por su parte, entró bien en el albero regional, pero sin garra.
Bloque 1: economía y empleo
Abría
esta fase, la actual presidenta, que no tardaba ni medio minuto en
mencionar a Mariano Rajoy, algo que ha sido una constante argumental.
Paro y precariedad y pobreza laboral ha sido el binomio de arranque
frente al blindaje de las políticas sociales que propugna el PSOE. Ya
desde un principio, ha apelado al "dolor" que producen las políticas de
la derecha.
Susana Díaz ha criticado que Rajoy
haya subido 50 impuestos en España y ha anunciado que ella bajará el
tramo autonómico del IRPF y "todos los impuestos a los andaluces".
Por
su parte, Juanma Moreno ha elogiado la riqueza y el talento de
Andalucía en contraposición con el maltrato de 33 años de gobiernos
socialistas. Ha querido el malagueño 'venderse' como un andaluz más y ha
apelado a su condición de hijo de inmigrantes. Entre sus propuestas, ha
subrayado la bajada de impuestos (dos puntos del tramo autonómico del
IRPF) y el cambio radical en el impuesto de sucesiones (5.000 andaluces
renunciaron a sus herencias el año pasado por no poder asumirlas). Ha
querido incidir, y lo ha hecho varias veces, en el dinero que ha tenido
que devolver Andalucía por la mala gestión de los fondos en políticas
activas de empleo (227 millones).
Moreno ha
interpelado varias veces a Susana Díaz: "A usted se le llena la boca de
autogobierno, deje de mencionar al Gobierno de España y asuma sus
responsabilidades".
El candidato 'popular' (en
eso han coincidido los tres en realidad) ha apelado a los 26.000
jóvenes andaluces que se tienen que buscar la vida en otros lares. Claro
que esto mismo lo ha utilizado Díaz para cargar contra el PP.
"Le
ha faltado gestión y le ha sobrado soberbia", ha espetado el malagueño a
la trianera en varias ocasiones, en una de ellas para recordar que el
PSOE le rechazó al PP una propuesta para un plan de empleo.
Otro
dato en el que ha puesto el acento el candidato del PP es en el
desempleo juvenil: un 60% en Andalucía y, en algunas poblaciones como
Linares (Jaén), un 70%.
En este punto, Moreno
ha sacado una cartulina con datos para explicar el dinero perdido por la
mala gestión y Díaz, muy incisiva, le ha sacado su error de cálculo del
pasado sábado en un programa de Tele5. "Eso lo ha calculado usted de
cabeza o con la calculadora, señor Moreno", le ha lanzado la sevillana.
Moreno se ha revuelto ágil y le ha respondido que él acepta ir a los
programas a dar la cara.
En cuanto a IU,
Maíllo ha pedido superar las políticas erróneas conducentes a la crisis;
ha incidido en la pobreza de muchos trabajadores, y ha abogado
abiertamente por una reindustrialización innovadora, por un turismo
sostenible que rompa la estacionalización, por una banca pública que dé
los créditos que no concede la privada y por un sector agroalimentario
que no genera valor añadido en Andalucía.
Este
punto lo ha ejemplificado de manera muy gráfica. "El aceite de oliva
andaluz pasa a manos de fondos buitre que lo llevan a Italia, le ponen
un envase bonito, como de colonia, y le sacan el valor añadido que aquí
no le sacamos", ha ejemplificado el cordobés, que, al igual que sus dos
contendientes, es la primera vez que concurre como cabeza de cartel a
unas andaluzas.
Maíllo ha pedido que se
incentive a las empresas que se fijen al territorio, que se queden, y ha
lamentado el error histórico a compañías que han sido subvencionadas
por presencias efímeras.
El candidato de IU ha
querido promover un plan de "rescate", de regreso, de los jóvenes a
Andalucía como única forma para superar la crisis.
Bloque 2: transparencia
El
título de la segunda parte del debate era el eufemismo que viene en los
diccionarios. Transparencia en lugar de corrupción, algo que, desde el
primer momento, se ha encargado de remarcar el candidato de IU.
Tanto
Moreno como Díaz han jugado el papel del 'y tú más' y han pedido perdón
con la boca pequeña. Eso sí, la presidenta andaluza ha optado por
romper con la etapa anterior, asegurar que ella y su marido (lo ha
mencionado varias veces) no tienen nada que ocultar y que ni ha recibido
sobresueldos ni lleva imputados en sus listas. Estas dos últimas
cuestiones le han servido para preguntarle a Moreno sobre si él puede
decir lo mismo en cuanto a listas e imputados (el malagueño ha tardado
en responder sin demasiada claridad) y sobre la cuestión de los sueldos.
"Tengo aquí está portada de El Mundo que dice que usted es uno de los
'bienpagaos' de Andalucía", ha ironizado Díaz.
Moreno
se ha bregado con los 3.000 millones en presuntas corrupciones que han
sumado casos como el de los ERE, Invercaria y Edu (cursos de formación).
En este punto, ha propuesto un cuerpo de interventores por oposición y
sin libre designación como ahora.
Díaz ha
defendido a los trabajadores y ha vuelto a proponer transparencia y una
oficina antifraude y también ha tratado de ser hiriente en cuanto a
corrupción: "Cuando el señor Moreno habla de corrupción, yo le escucho
con mucha atención porque es una autoridad en la materia. Ha tenido
cerca al señor Bárcenas y a la señora Mato". A esto último, el candidato
del PP la respondido esgrimiendo una fotografía en la que se podía ver a
Díaz, Chaves y Griñán, tras lo que le ha recordado que no les ha
llamado personalmente para pedirles que abandonen su escaño, tal y como
Díaz prometió. Esta recriminación la ha compartido en términos idénticos
con Maíllo.
El candidato de IU predicaba en
el desierto en esta sección, dado que la disputa entre Díaz y Moreno
cada vez se embarraba más. También ha 'cobrado' la coalición
izquierdista porque Moreno le ha acusado de mirar hacia otro lado
durante el tiempo de socio de gobierno. En este punto, Maíllo se ha
rehecho y acusado a Díaz de "desalojarles" del Gobierno cuando pedían la
comparecencia de la presidenta en el Parlamento para hablar de
corrupción.
Maíllo también ha criticado a los
dos grandes partidos por repartirse la Cámara de Cuentas durante el
último pleno y por las políticas de sobrecostes en las obras públicas,
algo que asegura fue una obsesión de IU en la Consejería de Fomento.
Tercer bloque: servicios públicos
Quizás
el menos sorprendente de los tres apartados por cuanto cada uno ha
defendido el papel que se esperaba. Aquí ha estado hábil Juanma Moreno
recordándole a Díaz que los trabajadores andaluces siguen sin recuperar
el 25% de la paga extra de 2012. De hecho, es la única comunidad en que
no se ha reintegrado este importe. Claro que Díaz ha vuelto a cargar las
tintas contra Rajoy en este punto.
Para
distraer la atención, Díaz ha utilizado dos metáforas territoriales
poderosas. La primera tenía como protagonistas a los términos
municipales de Pulpí (Almería) y Águilas (Murcia), a apenas 25
kilómetros. En el andaluz, hay libros de texto gratuitos y comedores
escolares mucho más baratos. Otros dos pueblos cercanos, Santa Elena
(Jaén) y Almoradiel (Ciudad Real) presentan diferencias significativas
por cuanto en Castilla-La Mancha no hay medicinas gratuitas para los
menores de 1 año.
Moreno le ha echado en cara
las graves carencias en infraestructuras sanitarias y educativas. Ha
recordado que hay colegios en aulas prefabricadas, las conocidas como
'caracolas', desde hace 18 años, punto en el que la presidenta ha dicho
que en Valencia hay el doble con la mitad de alumnos.
El
debate sobre los servicios públicos ha transcurrido en los mismos
términos, con un Juanma Moreno ofreciendo datos y datos sobre los
recortes en Andalucía (más de 600 millones de deuda con las
universidades sin ir más lejos) y una Susana Díaz hablando de los
recortes del PP en el Gobierno central y las comunidades que dirige.
No
ha perdido Díaz la oportunidad de recordarle a Moreno Bonilla que ha
sido el secretario de Estado responsable del decreto que quitaba las
aportaciones a la Seguridad Social de las trabajadoras en dependencia, a
lo que el del PP le ha contestado con el agujero de 1.000 millones de
euros con el que se encontraron al término del Gobierno de Zapatero.
Cierre: la sombra de Podemos
Sólo
IU ha aludido indirectamente a Podemos. Ha sido en el cierre, donde
Maíllo ha apelado a que los votantes de izquierda sepan reconocer la
gestión y la presencia en marchas y reivindicaciones de su formación.