Ignacio González insinúa que apartarle de la carrera electoral sería un "precedente inaceptable"
jueves 05 de marzo de 2015, 22:59h
Ignacio González ha mantenido en el Cascabel de 13TV su estrategia de desviar el foco desde el
ático a la Policía y a la investigación "irregular" a que fue sometido. Él no
es el acusado, sino la víctima de una "campaña de difamación". Reiteró su
versión de que fueron los comisarios quienes le pidieron el encuentro, "que le
sonaba muy raro" desde el principio y desgranó el recorrido judicial que
mantiene imputado por esa actuación al entonces comisario de Marbella. "Dos
meses y medio después se publicó en El Mundo", añadió. Cospedal, de momento, no
le ha llamado como ha hecho hoy con Alberto Fabra y otros pendientes de su
designación como candidatos. Pero puede ser cuestión de horas.
Más adelante Ignacio González admitiría que aquella reunión
no ha sido la única vez que le han pedido que retirase su denuncia contra el
comisario que le investigó al afirmar que recibió "mensajes" en este sentido en
numerosas ocasiones durante estos tres años. También reconoció que quizá el uso
del término "chantaje" quizá fue excesivo.
Una introducción para ir al grano de lo que González dice
que le preocupa en esta polémica en que se ha visto envuelto: "Por qué tres
años y medio después se saca esto justo ahora, cerca de las elecciones". Insinúa
que el origen está en una serie de informaciones poniendo en duda la idoneidad
del tándem electoral con Esperanza Aguirre y él, fruto de una estrategia
calculada en su opinión.
Graciano Palomo le hizo la pregunta clave, la del 'fuego
amigo' que estaría disparando contra él, pero sólo consiguió un prudente "no lo
sé", sin querer ir más lejos pero sin negar ser víctima de sus correligionarios
del PP, a los que mando un recado: "Lo que no puede ser es que una campaña de
difamación condiciones las decisiones, sentaría un precedente inaceptable".
"Me he sentido enormemente apoyado", afirmó pese a todo el
aspirante a candidato. Lo que no contempla es que sus problemas vengan de su "discrepancia
con toda lealtad" con el Ministerio de Hacienda, con la que ha cosechado
algunos enfrentamientos sonoros con Cristóbal Montoro.
Lo que si prometió es "entender la decisión que tome el partido"...
mientras se produzca "por los cauces normales".Él, por supuesto, sigue disponible.