jueves 05 de marzo de 2015, 07:47h
En cualquier sitio de España, cuando se habla del Programa,
sobre todo si es en época electoral como ahora, todo el mundo piensa en esas
promesas que hacen los partidos, todos los partidos, y que recogen en un
librito que nadie se lee porque, como dijo en su tiempo el viejo profesor don Enrique
Tierno Galván, los programas electorales están para no cumplirlos. Yo no sé
por qué los votantes del PP se han cabreado tanto estos años con Mariano
Rajoy y sus incumplimientos cuando aquí, la verdad sea dicha, no ha
cumplido el programa ni Dios desde que ganó la UCD Adolfo Suárez en
aquellas primeras elecciones democráticas del lejano 1977. Ni Felipe, ni
Aznar ni Zapatero ni Rajoy. Nadie que haya gobernado en
España en las últimas décadas ha cumplido lo prometido en su programa
electoral, entre otras cosas porque, como dice el refrán español, una cosa es
predicar y otra muy distinta dar trigo, donde dije digo digo Diego y si te vi
no me acuerdo.
Bueno, a lo que iba, que si en cualquier lugar de España en estos momentos el
Programa no es otro que el Programa electoral del PP, del PSOE, de IULV-CA, de
Podemos, del PA, de UPyD, de Ciudadanos o de VOX, aquí en Sevilla, y en estas
fechas de Cuaresma, el "pograma", se pongan como se pongan Susana
Díaz o Juanma Moreno, no es otro que el de la Semana Santa, el de
horarios e itinerarios de las Cofradías, vamos el Llamador de toda la vida o
cualquiera de los que ponen en la calle periódicos, emisoras de radio o
entidades bancarias y que, desde la salida del primer nazareno blanco de la Paz
hasta la recogida del último de Resurrección, tiene al personal pendiente del
tiempo que va a hacer entre el 29 de marzo y el 5 de abril.
Los otros programas, esos que están presentado los diversos líderes políticos
en sus mítines, seamos serios. sólo les interesan a ellos. Porque.vamos a ver,
resulta que Susana Díaz promete ahora, con sus dos antecesores en el
cargo, una docena de compañeros de Gobierno y una treintena de altos cargos de
la Junta imputados por los EREs falsos, una oficina anticorrupción como si la
cosa fuese algo nuevo que acabara de descubrir la juez Mercedes Alaya; resulta
que, además, ahora va a dedicar sus principales esfuerzos en la creación de
empleo como si el paro, gracias a los más de treinta años que el PSOE lleva
gobernando ininterrumpidamente en Andalucía, fuese algo circunstancial y
estacional y no endémico. Y quien dice Susana, dice su principal adversario, Juanma
Moreno, quien ha llamado urgentemente a Rajoy y sus ministros para que el
Gobierno reparta millones a porrillo y le ayude a superar esa desventaja de
desconocimiento que los andaluces tienen de su figura.
Y lo mismo digo de Antonio Maíllo, quien va ahora de hada madrina y de
nuevo en esta plaza después de haber estado su formación, IULV-CA, más de tres
años apoyando incondicionalmente al PSOE en los sillones del Palacio de San
Telmo. Vamos, por no creer ni me creo a la candidata de Podemos, Teresa
Rodríguez por más decálogo de medidas teóricas e irrealizables que
proponga, ni a Juan Antonio Marín de Ciudadanos quien ha estado 8 años
apoyando al PSOE en Sanlúcar, ni a Martín de la Herrán de UPyD, ni a Antonio
Jesús Ruiz del PA, ni al mismísimo juez Francisco Serrano candidato
de VOX. No me creo a ninguno porque por muy buenas que sean sus intenciones,
los andaluces no dependemos tanto de lo que aquí hagan unos u otros como de lo
que los jefes de filas de las distintas fuerzas políticas pretendan. El único
"pograma" que me creo es el que describe el paso de las cofradías por
las calles de Sevilla. Y no siempre que hay algunos que también, como si fuesen
el Programa del PSOE, te meten la bacalá.