Sectores del PSM buscan más candidatos para forzar las
primarias mientras en Ferraz ya dan por amortizado a
Ángel Gabilondo y filtran
nombres como el de
María Teresa Fernández de la Vega más como globo sonda que
como algo tangible. Lo que está claro es que los militantes no aceptarán
a nadie promovido por el 'aparato' y menos a alguien que ni es militante ni
quiere serlo. Sin embargo, desde el entorno de
Amparo Valcarce no se quieren
dividir fuerzas, sino aprovechar el tirón del apoyo expreso de
Tomás Gómez.
Todavía no hay nombres pero es lo que se mueve entre muchos
militantes madrileños a golpe de Whatsapp. Ya han asumido la inevitable e
irreversible salida de Tomás Gómez -con indisimulado alivio, por cierto- pero
no han gustado las formas de la dirección federal y las primarias son una
especie de venganza, el río revuelto en el que todo el mundo ve pescar a
José
Luis Rodríguez Zapatero y
Alfredo Pérez Rubalcaba.
De momento, la presión de las bases negándose a aceptar 'por
aclamación' a Gabilondo -otro fiasco histórico- ya ha conseguido que
Jaime
Lisssavetzky no salga en la foto con
Rafael Simancas y que sea sólo éste quien
actúe de portavoz. La imagen de ambos juntos es un recuerdo demasiado vívido de
un pasado que presuntamente se quería desterrar del nuevo PSOE de
Pedro
Sánchez.
Valcarce ha respondido esta misma mañana a la negativa de
SImancas a las primarias que "sí hay tiempo"... si hay voluntad de hacerlas. Lo
que no acepta la aspirante -la única de momento, ha enfatizado- es la
"democracia interpretativa", como ha definido el proceso de elección del nuevo
candidato establecido por la gestora.
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