El apalancamiento

Hemos comentado en capítulos anteriores que el Forex era en sus inicios un mercado al que tan solo podían optar los grandes bancos e instituciones financieras. No fue hasta la popularización de Internet y con ella de las empresas de brokers online que comenzó a abrirse para los pequeños inversores que reclamaban una tajada de tan suculento pastel.

Pero esta apertura hubiera sido imposible de no existir el apalancamiento. ¿Qué es el apalancamiento y por qué es tan importante?  Vamos a tratar de explicarlo dentro del contexto de una inversión en Forex para su mejor comprensión. De una manera simple, podríamos decir que el inversor en Forex gana dinero al comprar a un precio y vender a otro los diferentes pares de monedas. Pero las variaciones en la tasa de cotización del par de monedas son muy pequeñas, a veces tan solo de cuatro o cinco PIPs a lo largo del día. Un PIP es el cambio más pequeño que se puede dar en la cotización de un par y que puede ser, en el caso de aquellos que coticen con cuatro decimales, de 0.0001 euros (o dólares, lo más habitual al negociar Forex).

Si alguien invierte una cantidad determinada de dinero en el par EUR/USD cuando este cotiza por ejemplo a 1.5252 y lo vende a 1.5257 su ganancia sería el resultado de multiplicar su inversión por 0.0005. Si la cantidad que ha sido puesta en juego es de 1.000 dólares, la ganancia sería tan solo de 0.5 dólares.  ¡Vaya! Esto supone una ganancia del 0.05 %. A nadie le merecería la pena poner en riesgo tanto dinero para obtener tan escasos beneficios. Riesgo y beneficios deben de estar equilibrados para que pueda haber un verdadero negocio.


Un préstamo para el inversor

El apalancamiento se define como la utilización de capital externo por unidad de capital propio invertido, es decir, se trata de un préstamo que el broker nos realiza y que multiplica nuestro capital de inversiones.

En una cuenta estándar para un pequeño inversor el más habitual es de 1:100. Esta forma de expresar el apalancamiento quiere decir que  cada unidad monetaria que nosotros invertimos, el broker la convierte en 100. Por tanto, si nuestra inversión es de 1.000 euros, tal como hemos visto en el ejemplo anterior, nuestro corredor de opciones la convierte en nada menos que en 100.000.

Nosotros solo hemos depositado 1.000 euros en la cuenta, pero nuestras ganancias se van a ver multiplicadas conforme al apalancamiento pactado. En el caso de que el par en el que hemos invertido suba 0.0005 PIPs y nuestra ganancia hubiera sido de 0.5 euros,  gracias al apalancamiento pasaría a ser inmediatamente de 500. Esto es, nuestros beneficios serían en este caso del 50 % de lo invertido. ¿A que ahora sí que merece la pena poner en riesgo nuestro dinero?


¿Qué sucede cuando pierdo?

Muchos inversores se preocupan por el apalancamiento y no les falta cierta razón, ya que del mismo modo que las ganancias se multiplican gracias a esta herramienta proporcionada por el broker, también lo hacen las pérdidas. Sin embargo, el Forex es una inversión segura desde el momento en que la garantía del crédito que supone el apalancamiento está en nuestra propia cuenta de inversiones y nada más.

Esto quiere decir que nunca vamos a perder más de lo que hemos depositado en la cuenta abierta con el broker y eso en el peor de los casos. Bajo ningún concepto nuestra cuenta de inversiones quedará en negativo y mucho menos podrá el corredor retirar cantidades de nuestra tarjeta de crédito o  reclamarnos una deuda contraída. Nuestra responsabilidad se limita al dinero depositado en la cuenta de inversiones, ni más ni menos.

El broker puede permitirnos escoger entre diferentes apalancamientos y debemos de hacerlo de una forma responsable, de modo que podamos obtener las ventajas de esta herramienta pero sin correr un riesgo excesivo.

Es importante señalar que tal como vamos a ver en más adelante, el Forex nos permite colocar diferentes órdenes las cuales pueden, entre otras cosas, limitar las pérdidas. Al invertir en un par determinado podemos ordenar que si en algún momento su tasa de cotización descendiera hasta llegar a una cantidad determinada, abandonemos dicha negociación al instante pudiendo de este modo impedir que se pierda más dinero del previsto.

 
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