La sal y el azúcar están demasiado presentes
en el día a día. La OMS recomienda reducir la ingesta de sodio por debajo de
los 2 gramos, lo que equivale a una cuchara de café de sal, y no superar los 25
gramos, seis cucharaditas, de azúcares
añadidos por persona y día. Algo que, de media, los españoles superan con
creces porque la gran parte de estos adictivos polvos blancos se consumen
'escondidos' en otros alimentos. Así lo alerta tanto la Sociedad Española de
Hipertensión-Liga Española como la
Dra. Almudena Romero Alonso, miembro de
Saluspot y médico
en
Clínica Médica Dra. Romero que ha ofrecido las claves médicas a preguntas de Diariocrítico.
La Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la lucha contra la hipertensión arterial (SEH-LELHA) ha revelado que los españoles consumimos el doble de sal del máximo recomendado. Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir la ingesta de sodio por debajo de los 2 g al día en el caso de los adultos (5 g de sal, lo que equivale a una cuchara de café), los españoles consumimos una media de 10g de sal diarios.
Lo mismo sucede con el azúcar. La OMS recomienda no superar los 25 gramos (seis cucharadas pequeñas) de azucares añadidos por persona al día y se estima que consumimos cerca de 112 gramos, lo que casi quintuplica la cantidad recomendada por la OMS.
"Tanto la sal como el azúcar son necesarios para el correcto funcionamiento del organismo, pero el exceso de ellos es igual de perjudicial. La sal en exceso produce un aumento en la tensión arterial, lo que puede llevar a producir accidentes cardiovasculares y cerebrovasculares. El azúcar en exceso conduce a aumento de peso, síndrome metabólico, llegando a producir diabetes tipo II, con las consecuencias que ello produce", advierte la Dra. Romero.
Los excesos escondidos
Por ello, la SEH-LELHA aconseja no añadir sal a un plato ya cocinado sino intentar sustituirla por otras sabrosas especias, lavar las conservas vegetales y las legumbres antes de utilizarlas y pedir en los restaurantes que las salsas vayan separadas del plato par limitar su consumo. Además, como en el caso del azúcar, es importante ser consciente de la composición de los productos que acaban en la cesta de la compra ya que la mayor parte de los excesos que ingerimos no provienen de los polvos agregados, sino que vienen escondidos en los alimentos.
Para comprobar cuánta sal contiene un producto antes de comprarlo, basta con multiplicar por 2.5 la cantidad de sodio que se indique en la etiqueta y así conoceremos los gramos de sal que ingerimos con ese alimento, explica la SEH-LELHA.
En el caso del azúcar hay que observar de cerca refrescos, zumos, dulces, galletas, pasteles, helados, fruta en almíbar, jarabes, cereales... Cuando un producto contiene más de 15g de azúcar por 100g tiene un contenido alto en azúcar y deberíamos evitarlo. Cuando tiene menos de 5g es bajo en azúcar.