Ayer
fue trending topic una
fotografía del Senado medio vació
o casi vacío. Y como hay un ensañamiento hacia lo político muchos se regodearon
en ella: "Les pagamos por no hacer nada".
El
miércoles se discutieron los presupuestos generales del estado. La ley más
importante del año. Primero los vetos y luego las secciones. Un debate que
empezó a las nueve de la mañana y terminó a las doce y media de la noche sin
interrumpir para comer. Quince horas y medias seguidas en una sala con mala ventilación hubiera
acabado con los senadores. Los periodistas brillaron por su ausencia.
Pero
¿por qué la política se tiene que medir por culos de hierro que aguantan quince
horas sin moverse?
La
foto tenía una pésima intención.
Yo
no salí del Senado. Durante el día trabajé como un descosido. Seguir el debate desde el monitor
del despacho, que es lo que hace la mayoría. Preparar enmiendas. Rellenar el
impreso para justificar los viajes. Recibir a los representantes de la pequeña
y mediana empresa que están alarmados por la subida de los alquileres. Recibir
al embajador de Cuba. Reunión con la ponencia sobre el ciberacoso. Vamos a
editar dicho trabajo y publicarlo en inglés. Atender a dos estudiantes sobre
una tesis en relación con la confederabilidad.
Estar con una delegación francesa
de gentes que buscan invertir en Euskadi
y deseaban orientación. Preparar la reunión del Intergrupo de Derechos Humanos
que vamos a crear en el Senado. Contestar unas diez cartas y una docena de
correos. Y más y más.
Pepa
Bueno tiene un programa en la Ser donde
trabaja cuatro horas de cara al público. ¿Quiere eso decir que no trabaja el
resto del día o que por preparar sus
programa y porque no sale al aire hay que criticarle?
Me
parece que es una vergüenza el ataque tan sistemático de ciertos medios a la
política y a los políticos. Está muy bien hacerlo con el vago y con el
corrupto, pero no con el 95% de los representantes públicos que no paran y que
hacen lo que pueden durante todo el día.
Y
hay que establecer una distinción entre políticos del partido de gobierno y
políticos de la oposición, aunque ya de hecho estos periodistas a la violeta le
llaman a
Pedro Sánchez, "jefe de la oposición". Precisen por favor. Ese señor es el secretario general
del PSOE, pero no mi jefe. No tenemos jefe de la oposición, a no ser que quieran seguir consagrando el
bipartidismo. No sean tan vagos.
Pero
es que hay mucho facha suelto. Y mucho desaprensivo sin la menor responsabilidad.
Por una foto manipulable pierden la dignidad. Y les importa un comino sus
consecuencias. Saben que son inmunes e impunes a cualquier protesta. Y están
empeñados en cargarse todo lo cargable. Y sobre todo haciéndolo en unos medios
cuyos dueños se frotan las manos. Es el negocio del siglo. El tiro al político.
Por narices.
Y
les molesta el control y un elenco de políticos trabajando todo el día. Por eso
distorsionan la realidad como esa maldita foto, mentirosa y sucia. Y, encima, no
se toman el trabajo de reflejar la realidad. Además de un periodismo
lamentable, de titulares y de gentes calentitas en el congreso sin buscar la
noticia (no todos), hay una serie de gentes, en varios medios, empeñadas en
hacer daño. Como la dichosa fotografía. Y no es manía persecutoria. Es
simplemente observar la realidad. Háganlo y verán.