El secreto a voces, comedia de enredo
martes 11 de noviembre de 2014, 09:17h
El primer acto se
inicia con el rasgado de vestiduras del PP ante la encuesta convocada por Artur
Mas porque en Moncloa consideran que los catalanes son menores de edad y no
pueden hablar. Mientras esto ocurre y en el Palacio de Congresos de Cáceres, el
Honrado Monago en el rol de galán principal y el despistado Carlos Muñoz en el
papel de gracioso, ambos del PP, son descubiertos en cama ajena y oliendo a
podredumbre.
Al primero le avala su jefe lo que, como una maldición, acabará por
convertirle en culpable -cada vez que el presidente Rajoy apoya a alguien
resulta ser un ladrón: Camps, Bárcenas, Matas, Fabra... qué pereza de lista
interminable!-; claro que ahora, para más inri y escarnio, la escandalera
precede al Auto de Fe cacereño para exorcizar la corruPPción y el principal
encausado es el propio anfitrión Monago al que en varias ocasiones he defendido
desde aquí como ejemplo de la derecha civilizada que España necesita.
La actriz secundaria en esta comedia es una amante bífida a la que lo mismo
le da senador extremeño que congresista turolense, aunque en este último caso
hay que alabar la rapidez y consistencia de Luisa Fernanda Rudi -pepera que me
gusta y a la que alabo por su inteligencia, discreción y capacidad de trabajo,
esperemos que no salga rana y manilarga- que contra viento, marea y Javier
Arenas -también bajo sospecha porque entre contabilidad A y Papeles Bárcenas se
le adjudican cientos de miles de euros de difícil justificación como su
habitación en el Palace o una comidita en Zalacaín el 26.04.2001 por la
tontería de 800 euros- no ha querido esperar al lunes para obligar a dimitir al
mañico. (Por cierto, por qué será que "se les obliga" a dimitir en lugar de
cesarles en vivo y en directo, cosa que les daría [alguito] más [de] credibilidad).
En el segundo acto sale Monago, en hábito de santo, y dice casi en la
misma frase que ha pagado de su bolsillo los viajes y que va a devolver todo el
dinero. El efecto cómico en escena es inmediato y la carcajada generalizada
porque ¿cómo se come eso? ¿Va a pagar dos veces unos viajes supuestamente
legítimos? Habría bastado con que nos diera una relación de sus reuniones y
actos oficiales senatoriales en Canarias coincidiendo con los viajes. O habría
bastado con que mostrara los cargos a su tarjeta personal de los billetes de
avión. O, incluso, habría bastado con que algunos meses atrás, cuando ya se
olía que esto iba a saltar, hubiera sido menos agalludo y se hubiera apresurado
a devolver la pasta, exorcizando así el oprobio que ahora le cae encima. De
repente, un giro inesperado en la trama hace salir a escena Alfonso Grau (PP
valenciano) gritando a voz en cuello "¡No estoy imputado por más que lo diga el
juez! ¡Y es así por mis collons y porque me da la gana! ¿Es suficiente
respuesta o le hago un croquis? ¡Y el presidente Fabra que se meta sus líneas
rojas por el orto!".
Al final, al igual que en el Secreto a voces de Calderón, ni Monago ni
Rajoy ni Cospedal ni Barberá ni Grau ni Fabra serán quienes parecen, ni
parecerán quienes dicen ser y acabarán por ser lo que todos sospechamos que
son. En eso se basan las comedias palatinas de enredo pero en esta ocasión no
asistiremos (aún) al tercer acto y su desenlace, aunque es de prever que acabe
con una convocatoria conjunta de elecciones autonómico-generales, por ver si
así CosPPedal y Rajorruptoy consiguen revalidar la engañifa por cuatro años
más.
En el entreacto, como ya es costumbre en los corrales de comedias,
asistimos al sainete El Edil de PParedes de Nava, por único mérito sobrino de
la alcaldesa, en el que un muchacho malencarado de nombre Jonathan Cabeza
Infante, es nombrado Concejal de Cultura y el autor del texto, desconocido, le
hace decir que Hugo Chávez presidió Colombia y pasa a ridiculizarle haciéndole
confundir "a ver" con "haber", lo que da mucha risa al respetable.
@manuelpascua
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (1)
31593 | juan de molina - 11/11/2014 @ 12:23:16 (GMT+1)
Rajoy es un funcionario aburrido, que ganó su oposición, disfruta de sus moscosos, y se echó a la bartola, que pone sellos de entrada en la ventanilla, amontona los expedientes, a las 11:00 se toma un cafelito, lee el Marca y cierra a las 14:00.
La cuestión es que los del PP no se han dado cuenta todavía -ni se darán-, por eso se agarran desesperadamente a los restos del naufragio. Quizá porque no hay nadie en sus nuevas generaciones para reemplazarle, salvo el pequeño Nicolás, que aun está tierno.
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