Esta semana el BCE puso en marcha el programa de compra de
bonos garantizados, activando una de las medidas anunciadas por el
presidente del BCE en los últimos meses con el objetivo de favorecer el
crédito. Las primeras compras fueron de títulos emitidos por bancos franceses y
españoles, y que según algunas fuentes del mercado solo se están negociando la
compra de bonos y letras con una calificación mínima de "BBB-", aunque a Grecia
y a Chipre se les aplicarán reglas específicas para valorar los riesgos. Ahora el
siguiente objetivo podría ser el de la compra de bonos corporativos en
el mercado secundario en donde se negocian los títulos ya emitidos y no se
realizarían compras directas en las emisiones de deuda corporativa, lo que
supondría una financiación directa del BCE a las empresas. El BCE ya ha
realizado un estudio al respecto, y es posible que su puesta en marcha pueda ser
analizada en el Consejo de Gobierno del mes de diciembre con el
objetivo de empezar las operaciones a principios del 2015. Con estas compras el
BCE activa medidas de estímulo y liquidez en la economía, con el
objetivo de favorecer la recuperación económica, combatir los riesgos
deflacionarios y favorecer el crédito a empresas. Aunque no se ha establecido
un objetivo en cuanto al montante, el presidente del BCE ha señalado que con el
conjunto de estas y otras medidas pretende aumentar el balance de la entidad
desde los 2 billones de euros actuales hasta niveles aproximados de 3 billones
de euros, que era el existente a comienzos de 2012.
