Para que luego digan que la lucha feminista ya
no tiene sentido en el mundo de hoy. Y es que aparentemente tenemos
unas cuantas leyes que amparan la igualdad pero a la hora de la verdad
el machismo aflora como un sudor pegajoso.
Ahí van dos ejemplos recientes. Un concejal del ayuntamiento de
Madrid, un tal
Angel Donosteve, ha decidido cesar a una funcionaria de
su cargo como secretaria de un distrito madrileño porque recientemente
ha sido madre, y él, sin asomo de vergüenza ha dicho que necesita una
persona a pleno rendimiento. Por si fuera poco, dicha funcionaria cumple
meticulosamente con su horario y con el trabajo encomendado.Yo no sé como no se le cae la cara de vergüenza al susodicho, a la
alcaldesa de Madrid
Ana Botella, al resto de los concejales populares, a
la secretaria general del PP por tener en sus filas un tipo así, y ya
puestos al Presidente del Gobierno y a sus ministros.
Una persona así no puede representar ni mucho menos defender los
intereses de los madrileños. Si me apuran no debería de ocupar ningún
cargo de representación. Entre otras cosas porque contraviene todas las
leyes que nos hemos dotado para garantizar la igualdad y la conciliación
entre trabajo y vida familiar.
Pero estas cosas no solo pasan aquí. En Estados Unidos dos
"gigantes",
Appel y
Facebook han decidido pagar tratamientos de
congelación de óvulos a sus empleadas para que retrasen la maternidad y
puedan dedicarse en cuerpo y alma, sobre todo en tiempo, a la empresa.
No se les ha ocurrido, por ejemplo, montar guarderías en la sede de la
empresa o apostar por horarios flexibles que permitan a las mujeres
conciliar su trabajo con los hijos.
Estas empresas se deben haber
creído que son la quintaesencia de la modernidad con su propuesta
absolutamente discriminatoria y esclavista. Ven la maternidad como un
handicap, como algo que impide el desarrollo y el aumento de beneficios
de la empresa. De manera que se proponen sacar el jugo intelectual a las
mujeres cuando son jóvenes y tienen energía, instándoles a que releguen
el momento de ser madres para cuando sean cuarentonas y puedan ser
sustituidas por otra remesa de jóvenes.
O sea que para una mujer hacer una carrera profesional y además ser madre sigue siendo pretender la cuadratura del círculo. Hace unos días la presidenta del Círculo de Empresarios la
inefable
Mónica Oriol se manifestaba en la misma dirección. A ella no le
gustan las mujeres trabajadoras en edad de parir. Podría buscar más ejemplos, pero como muestra estos tres botones.
De manera que la lucha feminista no es que tenga plena vigencia es que
es absolutamente necesaria. Me pregunto de qué siglo se han escapado la tal señora Oriol, el
concejal madrileño Donosteve o los directivos de Appel y Facebook.