martes 07 de octubre de 2014, 12:57h
Todo en Brasil es a lo grande. Y los
brasileños se afanan en asegurar que bonito. Lo dicen sobre todo del fútbol,
del juego bonito, pero también lo aplican al baile, a la pintura, a la fiesta
y, sobre todo, a las mujeres. Pero, ahora, también lo destacan en los hombres.
Pensamos que un conocido chico guapo metido a político es capaz de conseguir el
33,5% de los votos en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, 10
puntos más de lo que le daban las encuestas por sus propuestas políticas, por
su capacidad para generar confianza en que el cambio en Brasil es necesario y
posible y porque genera una credibilidad política que hace mucha falta en el
panorama electoral brasileño y latinoamericano. Todo influye, confiesa un
periodista carioca que vaticina una segunda vuelta bastante reñida entre la actual
presidenta, Dilma Roussef, del Partido de los Trabajadores, y Aécio Neves, líder socialdemócrata y nieto
de una figura importante de la historia brasileña, Tancredo Neves.
Cambio es la palabra clave que se está barajando en estas
elecciones que tanta repercusión tienen en el gigante sudamericano, en el resto
del continente americano y del mundo, y,
de manera muy especial en España y su
política exterior y en los intereses de las empresas, grandes y pequeñas. La
corrupción y el estancamiento económico han frustrado la labor de una
presidenta que no supo administrar y aprovechar la excelente herencia política
y económica de su mentor, Lula da Silva. Con la amenaza de la recesión, de la
inflación, con casos palmarios de corrupción repugnantes, de pésima gestión de
los recursos, Dilma Roussef tiene apenas 3 semanas para convencer de que ha
entendido el mensaje de los electores y promete acometer todas las reformas pendientes
para mejorar la vida de millones de brasileños. Con los planes de asistencia
social, Lula da Silva sacó de la pobreza a 40 millones de ciudadanos pero aún
quedaban otros tantos pendientes de que se continuara esa labor, en medio de
una economía emergente. El gobierno de Roussef no ha sido capaz de hacerlo pero
sí ha logrado mantener un apoyo suficiente para ir a una segunda vuelta que va
a ser mucho más exigente. Que se lo digan a la candidata frustrado, Marina
Silva, revitalizada al convertirse en la llave de la presidencia del Brasil.
Periodista. Director de 'Atalayar, entre dos orillas'. Colaborador en diversos medios como Punto Radio, Onda Cero, COPE, El Independiente y Colpisa. Colaboro en COPE, Colpisa, TVE, RNE y Diariocritico. Es autor de libros como 'Casco azul soldado español' o 'Misión: Líbano'. También fue director de los estudios 'Cómo informar sobre infancia y violencia' y 'Cómo informar sobre violencia contra la mujer en las relaciones de pareja' en colaboración con el Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia.
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