La compañía teatral "Cosmoarte" representa
"Calígula" de
Albert Camus, del 11 al 28 de
septiembre en el Teatro Fernán
Gómez de Madrid. Bajo la dirección de
Joaquín Vida, un
escogido elenco de actores -todos ellos más que familiares al público en general porque triunfan o han triunfado en diversas series
de TV- dan vida a los personajes de la
obra de Camus que, en esta versión de
Vida, se representa íntegramente (unos 150 minutos, con un solo descanso
de 5). Ellos son:
Javier
Collado Goyanes (Calígula),
Alejandra
Torray (extraordinaria Cesonia),
José Hervás (Quereas),
Fernando Conde (Helicón),
Héctor Melgares (Escipión),
Antonio Gálvez (Lépido),
César
Sánchez (Senecto/Casio),
Ángel
García Suárez (Metelo),
Xabier Olza
(Mucio) y
Virginia Pascual (Mujer de
Mucio).
Cosmoarte ha puesto en escena antes su 'Calígula' en
distintos festivales y ya ha podido ser vista por público de Toledo, Huelva,
Granada, Murcia, Zaragoza, Burgos, Barakaldo, Castellón o Córdoba y, en breve,
también en San Sebastián. La compañía cuenta con una pequeña subvención del
Ministerio de Cultura (25.000 ?) y los diez actores que la componen han dejado
su ego en casa para poder mantener la obra en escena, hasta el punto de que
todos cobran lo mismo.
"Calígula", escrita en 1945, en las
postrimerías de la II Guerra Mundial, está
llena del existencialismo que
inunda, no solo la obra de Camus, sino toda una sociedad que ha visto
como un loco, Hitler, ha exterminado a
cientos de miles de judíos y ha sembrado de muerte, terror y desesperanza a
todo el mundo.
Joaquín Vida ha escrito que "si un loco
puede convertir al mundo en un manicomio, es porque el sistema por el que el
mundo se rige así lo permite. No habiendo, pues, remedio para la infelicidad
humana dentro del sistema, hay que buscarlo fuera de él, exigiendo lo
imposible".
No es extraño, pues,
que Camus (1913-1960), Premio Nobel de Literatura en 1957, crease
un Calígula sanguinario, caprichoso, asesino, loco, depravado y cruel hasta
decir basta como podía haber puesto un
Hitler que tampoco tenía mucho que envidiar al emperador romano. Este,
Calígula, se "destapa" tras la muerte de su
hermana y amante Drusila. Obsesionado con alcanzar lo imposible y lleno de desprecio y dispuesto a sembrar el horror tanto entre los
patricios como entre la plebe, trata de
ejercer la libertad a través del asesinato y la perversión sistemática de todos
los valores: "Mi libertad dejará de tener límites" (Calígula).
La obra de Camus se caracteriza por un
estilo tan vigoroso como conciso y
refleja la philosophie de l'absurde, la sensación de alienación y desencanto junto a la afirmación
de las cualidades positivas de la dignidad y la fraternidad humanas.
En su versión de la obra del nobel
francés, Joaquín Vida no ha querido que la escenografía -minimalista al máximo-
distraiga o perturbe al espectador para que una obra tan densa, en
donde no sobra ni falta una sola
palabra, pueda ser seguida al detalle por él y sirva también de soporte
a los actores que, finalizada la
representación, fueron premiados por el público con una intensa y
prolongada ovación.