La moda de romper con España
viernes 22 de agosto de 2014, 07:57h
Ahora
es el presidente canario, Paulino Rivero,
quien amenaza de la ruptura institucional de su Comunidad con España si sigue
adelante el plan de prospecciones petrolíferas en las costas insulares.
¿Por
qué no? Si puede hacerlo impunemente Artur
Mas en Cataluña, ¿por qué no él, que es tan presidente y tan chulo como el
que más? Y, por si quedase alguna duda, amenaza también con un referéndum al
respecto: ilegal, por supuesto.
Paulino
Rivero, maestro de escuela y, desde hace treinta años, nacionalista canario,
debe su fama en la península no a ningún logro en el archipiélago, sino a haber
presidido en Madrid la comisión parlamentaria de investigación sobre el infame
atentado del 11-M en Atocha. Claro que en
eso, en saber utilizar plataformas nacionales para sus propios intereses
particulares y particularistas, también tiene precedentes: Jordi Pujol aceptó el nombramiento de español del año que le hizo en 1984 el ABC de Luis María Anson.
Y ya ven.
Si
hay alguien que recibe de España más de lo que aporta son las Canarias. Y no
sólo por las dichosas balanzas fiscales, sino por la financiación del FLA, por su
condición ultraperiférica en la UE y por el régimen fiscal especial del que
goza. No importa. En una España que se desfleca por el nordeste peninsular,
cualquier hipótesis desmembradora es posible. También hace 35 años, cuando
Rivero entraba en política, apenas si había unos cuantos independentistas en
Cataluña frente a la marea actual.
La
paradoja, además, es que los hidrocarburos de los que tanto abominan ahora los
nacionalistas canarios, podrían ser usados en un futuro como arma de la
hipotética independencia del archipiélago, lo mismo que hace ahora Escocia con
el petróleo del Mar del Norte frente a Inglaterra.
Y
es que, una vez abierto el melón independentista de la insensatez, cualquiera
puede subirse a ese carro que no conduce a ninguna parte.
Diplomado en la Universidad de Stanford, lleva escribiendo casi cuarenta años. Sus artículos han aparecido en la mayor parte de los diarios españoles, en la revista italiana Terzo Mondo y en el periódico Noticias del Mundo de Nueva York.
Entre otros cargos, ha sido director de El Periódico de Barcelona, El Adelanto de Salamanca, y la edición de ABC en la Comunidad Valenciana, así como director general de publicaciones del Grupo Zeta y asesor de varias empresas de comunicación.
En los últimos años, ha alternado sus colaboraciones en prensa, radio y televisión con la literatura, habiendo obtenido varios premios en ambas labores, entre ellos el nacional de periodismo gastronómico Álvaro Cunqueiro (2004), el de Novela Corta Ategua (2005) y el de periodismo social de la Comunidad Valenciana, Convivir (2006).
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