El Rey de España, Felipe VI, aprovechó la segunda jornada
de la visita oficial a Marruecos para elogiar el excelente nivel de las
relaciones hispano-marroquíes en materia política, institucional y económica.
El segundo día de visita oficial de los Reyes de España a
Marruecos sirvió para que
Felipe VI abordara con las autoridades
marroquíes asuntos políticos relevantes y relacionados con la
seguridad, la inmigración y las guerras y conflictos que se viven en Oriente
Medio y en algunos países del Magreb como Libia o cercanos a esta región
como Egipto. La cita de mayor calado fue la que Felipe VI tuvo con el
primer ministro marroquí, el islamista
Abdelilah Benkirane, en el Palacio de
Huéspedes del barrio residencial de Suisi. Ambos dirigentes constataron durante
el encuentro de 40 minutos que mantuvieron que las relaciones bilaterales
han dado un salto cualitativo en los últimos años y que España y Marruecos se
han alejado de la dinámica de la confrontación. El Rey destacó la necesidad de
seguir por este camino que tantos beneficios está dando a España y Marruecos y
se decantó a favor de la consolidación de las relaciones hispano-marroquíes en
el ámbito político, institucional y económico. A la salida del encuentro con el
monarca, Benkirane declaró a los medios: "El Rey sabe lo importante que es un
Marruecos estable en una zona perturbada" por problemas socioeconómicos y
políticos y por la violencia terrorista. El primer ministro marroquí expresó su
convencimiento de que España y Marruecos comparten "la misma visión sobre los
graves acontecimientos que se están produciendo en Palestina" y destacó
la "excelente colaboración en materia de inmigración". Sobre estas cuestiones,
Felipe VI seguirá la hoja de ruta del Gobierno de
Mariano Rajoy, que, en términos
generales, coincide con la estrategia de la Casa Real española en política
internacional.
Don Juan Carlos desempeñó un papel muy relevante en las
relaciones hispano-marroquíes y en el conjunto del mundo árabe y el nuevo
monarca seguirá los pasos de su padre. En este sentido, el jefe del Estado
valoró el esfuerzo que realiza Marruecos en política migratoria en lugares tan
complicados como las fronteras con Ceuta y Melilla, y ensalzó al país
norteafricano por su papel "como frontera sur políticamente estable para Europa
y para España". Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación,
José Manuel García-Margallo, también alabó la política migratoria de Rabat. El
Gobierno español seguirá cooperando activamente con Marruecos en este terreno.
Es por eso que hace un mes Madrid y Rabat firmaron un nuevo convenio de 150
millones de euros para un periodo de tres años, de los que ya se han
presupuestado 60 millones para diversos proyectos.
Estrategia africana
La visita real a Marruecos sirvió también para que el
Gobierno español afianzara con Marruecos su estrategia política y económica de
cara al continente africano. El Gobierno de Mariano Rajoy quiere
utilizar "el mejor momento de la relación histórica de nuestra democracia" con
Marruecos, como dijo García- Margallo, para que la diplomacia y las empresas
españolas se introduzcan más y mejor en África, un continente donde hace
10 años España apenas tenía presencia, con la excepción del Magreb. Ahora, en
cambio, las empresas españolas están pisando fuerte en países emergentes como
Sudáfrica o las antiguas colonias portuguesas. Los dirigentes marroquíes,
empezando por el propio Rey Mohamed VI, aseguraron a España, que tiene 31
embajadas y 14 oficinas en África, que están dispuestos a desempeñar un papel de
intermediarios entre Madrid y el continente africano. La firma del acuerdo de
pesca entre Marruecos y la Unión Europea (UE) por parte del soberano alauí, fue
muy valorada por la delegación española que acompañó a Felipe VI. "Es una
magnífica noticia", dijo el Rey de España. Durante el encuentro con el
primer ministro marroquí, Don Felipe habló en francés, porque es la única
lengua extranjera que domina Benkirane. El Rey estuvo acompañado por
García-Margallo; el embajador de España en Rabat,
José de Carvajal; y el jefe
de la Casa del Rey,
Jaime Alfonsín. Don Felipe también recibió en audiencia a
los presidentes de la Cámara de Representantes (Parlamento),
Rachid Talbi
Alami, y de la Cámara de Consejeros (Senado), Mohamed
Cheikh Biadillah.
Homenaje a dos monarcas
La visita de los Reyes de España a Marruecos
también tuvo una dimensión simbólica y sentimental. Don Felipe y
Doña Leticia
depositaron en el Mausoleo de
Mohamed V, en Rabat, una corona de laurel
ante la tumba del abuelo del actual Rey marroquí. Mohamed V es una figura muy
popular en Marruecos, porque se le considera el padre de la independencia del
país, en 1956, y de la nación marroquí moderna. Los monarcas también
depositaron otra corona de laurel ante la tumba de Hasan II, padre del actual
soberano. Don Felipe y Doña Leticia se descalzaron antes de entrar en el
mausoleo y la Reina, que iba vestida con un traje de chaqueta y pantalón
blanco, se cubrió el pelo con un pañuelo del mismo color en señal de respeto.
La pareja real guardó unos minutos de recogimiento ante las dos tumbas y
firmó en el libro del Mausoleo de Mohamed V. La presencia en ese lugar tan
emblemático de la Familia Real marroquí es una cita obligada en todas las
visitas oficiales a Marruecos. Por la tarde y antes de regresar a Madrid,
los Reyes se dividieron sus programas. Felipe VI, en compañía de Mohamed
VI, inauguró el Centro de Formación de Oficios de Hostelería y Turismo y visitó
el Centro de Formación Laboral de Mujeres. La Reina Letizia, junto a la
Princesa Lalla Salma, visitó un centro de investigación sobre el
cáncer.
*Javier Fernández Arribas es director de la revista 'Atalayar, entre dos orillas'Lea también:-
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