La cita con Marcos Alves, co
fundador y, hasta hace unos días, dueño de El Tenedor (lo acaba de comprar
Tripadvisor) es en sus oficinas. Quedo con él a través de su agencia de
comunicación, una de las pocas concesiones que creo que se da porque este
empresario (200 personas empleadas en cuatro capitales europeas) se concede ya
que él mismo se hace todo.
Me reciben en la empresa y antes
de avisar a Marcos, me presentan al equipo de marketing. Visualizo caras muy
jóvenes y lo digo. "No te creas, me dice una responsable del departamento,
nosotros dos tenemos 38, eso sí, somos los mayores" Más tarde Marcos me contará
en la entrevista el empeño que en la empresa tienen por dar empleo a gente
joven, el primer empleo, incluso sin experiencia.
Sigo acompañada de la persona que
me recibe y me enseña otro departamento, el comercial, también gente muy joven.
Mientras espero en el pasillo a mi cita me fijo en los diez mandamientos de la
compañía expuestos en la pared. Me llama la atención especialmente el punto 6
que reza:
Actuar con ética y transparencia, "valoramos la diversidad de opiniones, de ideas, de puntos de vista...pero también y, quizás más difícil de construir, la confianza. Si la confianza existe, entonces sabemos que podremos lograr mucho más de lo que esperamos. Sea cual sea el interlocutor, la situación, la relación...es importante actuar con integridad y lealtad. Recordad siempre que al final del día, lo que más cuenta no es lo que habéis dicho o hecho sino la manera con la que la gente que trabajáis se siente. Actuar con ética es también preguntarse "¿cómo actuar lo mejor posible?".
Después de leer esto te quedas pensando un buen rato y llegas a la conclusión de que si eso se pusiera en práctica en el mundo empresarial de una forma fehaciente, las cosas irían, probablemente mucho mejor. Mientras pienso en eso escucho cómo se acerca mi entrevistado de hoy.
Llega Marcos, dos besos y pasamos
a un despacho, antes me pregunta qué quiero tomar. Le pido un café y él mismo
va a buscarlo. Estos son pequeños detalles que te hacen pensar que las cosas ya
no son como antes. Un CEO de una empresa que ha sido comprada por otra que
cotiza en Nasdaq (Tripadvisor) te trae él mismo el café. Me lo trae y entramos en una
sala. Antes de sentarnos alguien le advierte que ese espacio ya estaba cogido. Nos
cambiamos a la de al lado. Más detalles que llaman la atención, aquí todos los
despachos son de todos. Alves pide disculpas rápidamente. ¿Un jefazo pidiendo disculpas? Existe, sí.
Marcos Alves mira a los ojos
cuando te habla y apenas dice yo, siempre dice nosotros, habla constantemente
de su equipo. Le digo que quiero que la entrevista tenga tintes más humanos que
empresariales y está de acuerdo. Empezamos por el principio. Me cuenta que
nació en 1982 (hago cuentas y me visualizo haciendo la comunión en el año del
Mundial de Naranjito) Estoy delante del
creador de un imperio que tiene sólo 32 años.
Nació en Extremadura, hijo de
portugués y extremeña que tuvieron que irse a vivir a París cuando él era
apenas un bebé. "Pero a buscar trabajo, éramos emigrantes", me recalca. Estudió
en un Liceo Francés (en Francia es la educación pública) y quizás, le digo, de
ahí su mente preclara, cartesiana. Pero él me corrige: "El Liceo tuvo su
importancia pero quién verdaderamente marcó mi forma de ser y lo que ahora soy,
fue mi madre, se quedó viuda con tres hijos que sacar adelante cuando yo tenía
12 años, de ella he aprendido todo lo que soy"
Esfuerzo, rigor, trabajo y ayuda.
Estos son los pilares que vertebran el espíritu de los "tenedores" como gustan
llamarse a sí mismos los empleados. "Para mí eso es lo más importante, cada vez
que entra alguien nuevo en la compañía le leemos los diez mandamientos. Y eso
hay que hacerlo a rajatabla" ¿Ha tenido que echar alguna vez Marcos Alves a
alguien de la compañía?, le pregunto. "Claro, por supuesto, pero te diré que
siempre fue por el mismo motivo: porque tenían actitudes negativas a otros
compañeros y eso es lo que más penaliza, crea mal rollo, rompe el equipo, lo
rompe todo, aunque haga bien su trabajo"
Le pregunto qué opinión tiene de
las movilizaciones de la gente joven respecto a la crisis y se queda pensativo
y muy serio me contesta: "Lo primero que quiero decirte es que tengo un profundo
respeto por las opiniones de los demás y admiro a las personas que dicen lo que
piensan (eso se lo han metido por la venas en el Liceo, pienso: Liberté, égalité, fraternité´...) pero yo confío en el trabajo, el esfuerzo,
en el rigor" No quiso continuar, cosa que suele pasar cuando entrevistas a un
empresario por mucho que hayan cambiado los tiempos. Tengo la impresión de que
prefieren no meterse en jaleos. Y bien pensado, es lo mejor.
Alves se va a estrenar en una
faceta nueva en Noviembre. Será padre. Le pregunto, aprovechando que es un tema
que empezará a formar parte de su vida de forma activa, qué opina de la dichosa
(no) conciliación, qué cree él como empresario. Es rápido y conciso: "Tengo muy
claro que el trabajo a veces se puede hacer desde casa, lo que no voy a hacer
es cabrear al empleado porque eso no es rentable, prefiero que la gente de mi
equipo está contenta, que sea feliz"
Mi equipo, mi equipo, nosotros,
nosotros. Su ausencia de ego es palpable. En un momento de la entrevista me
dice: "Mira, esto es lo que a mí de verdad me importa" Y saca una caja con
cosas dentro que "su equipo" le ha regalado. Lo importante es lo que le ponen,
el texto que le dedican que dice así: Porque sabemos que luchas por todo y por
todos. Y porque hasta el más duro necesita un GT de vez en cuando...¡Gracias! Los
tenedores. Se emociona cuando lo lee. No es una pose, le sale de dentro. "Mi
equipo sabe que siempre estoy aquí para lo que cada uno de ellos pueda
necesitar, les escucho, les doy alternativas pero también les explico la
importancia de equivocarse, sólo así se aprende"
¿Qué estudió Marcos Alves? "Bueno
-carraspea- mi madre me pidió que, al menos, sacara el BAC (el baccalauréat, diploma que valida los estudios de la
educación media superior y da acceso a la universidad, el equivalente a nuestra
Selectividad) y eso fue lo que hice...aunque después de llevar ya bastantes años
trabajando hice el MBA del IE.
Antes
de despedirnos me vuelve a hablar de su madre: "la gente ve el tenedor pero no
sabe qué es el origen, y el origen es ella porque ella me enseñó la esencia de
lo que soy, la importancia del esfuerzo. Soy lo que soy gracias a ella"
Un
hombre de las nuevas generaciones, un hombre diferente. Y una madre, probablemente muy satisfecha del trabajo hecho. Las cosas cambian en
España.
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