jueves 05 de junio de 2014, 09:43h
En las últimas semanas, se decía que hasta pasadas la elecciones europeas
no se haría ningún gesto para encauzar el problema planteado en Catalunya con
el "Derecho a Decidir".
Da la impresión que la abdicación
del Rey podría trastocar el calendario o los objetivos.... pero, la realidad es
impertérrita y creo que ha llegado el momento de concretar el enfoque.
Parece que hay posturas antagónicas
y de difícil encuadre pero, tengo la percepción que por canales
inidentificables, pero seguros, se están moviendo los papeles, siendo todas las
partes conscientes que siempre hay que renunciar a algo para conseguir algo.
Daré mi sencilla y sincera
opinión de los términos que aún creo pueden encauzar el divorcio existente.
En primer lugar Catalunya
necesita una mejora en su financiación y responsabilidades fiscales
recaudatorias. Ello conllevaría un pacto fiscal singular que no debe ser
comparable al cupo vasco o navarro, no
sólo por problemas constitucionales, si no porque Catalunya querría un cupo
seguro que no estuviese al albur de la recaudación.
En segundo lugar, hay que mejorar
algunas infraestructuras. Fundamentalmente el Eje Mediterráneo y la
potenciación del Puerto de Barcelona como primer enclave del Mediterráneo y uno
de los mejores de Europa. Si esta acción no se ejecuta con urgencia, Tánger
puede ocupar el puesto privilegiado que Catalunya necesita.
En tercer lugar, es necesario un
blindaje en Educación, Cultura y Lengua. El no entender estos campos de
actuación, es desconocer la singularidad y esencia de este Pueblo. No se puede
tener miedo al desarrollo de estas áreas. El castellano está totalmente
arraigado y siempre ha habido un gran respeto y convivencia entre ambas
culturas y lenguas.
En cuarto lugar, de alguna forma
se ha de reconocer la singularidad de Catalunya como Nación. Que España es un
estado plurinacional lo demuestran sus diversas culturas, lenguas, historia
etc.... Y por ello en Catalunya se admitiría como positiva dicha definición.
En quinto lugar, creo que desde
Madrid se debe tender a descentralizar diversos organismos e instituciones que
marcan de manera negativa el centralismo frente al estado de las autonomías.
¿Qué ocurriría si la sede de algún organismo oficial o ministerio tuviesen la
sede en Catalunya?
Ya sé que habrá partidos y
movimientos sociales, que no querrán aceptar ninguna alternativa que no sea la
anunciada para noviembre, pero es necesario buscar vías alternativas.
Mucho se ha hablado de negociar,
pactar etc..., pero poco de los términos de esta negociación. Creo que si algo se
debe votar para decidir, ha de estar en la aprobación de líneas que
modestamente apunto y olvidarse de
providencialismos diabólicos.
Quiero acabar citando a Einstein
cuando dijo que: "No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que
cuando los creamos".
Miguel Soláns Soteras