En busca del voto perdido
miércoles 16 de abril de 2014, 11:29h
Esta Semana
Santa preelectoral nos está dejado algunas imágenes que podrían ser tachadas de
históricas. Solo falta contemplar a algunos de los líderes de Izquierda Unida,
ya sea Maíllo, Valderas o el mismísimo Sánchez Gordillo delante
de un paso en sus respèctivos pueblos. Como estará la cosa que los jefes de los
dos principales partidos andaluces, Susana Díaz y Juanma Moreno,
no han dudado en intercambiar sus papeles para tratar de conseguir algún voto
en "tierra enemiga". Lo pudimos comprobar el Lunes Santo cuando el
líder del PP-A se acercó a la cofradía trianera de San Gonzalo para hacerse la
foto de rigor mientras su rival, la presidenta de la Junta de Andalucía,
trianera de postín y hermana de la Esperanza donde su marido sale de costalero,
se desplazaba a Málaga para posar junto al boquerón Antonio Banderas en
la sede de la Casa Hermandad de Jesús el Cautivo. Susana no se privó de
nada y se fotografió no sólo abrazando sonriente a Banderas, sino
también con María Barranco, con Maria Teresa Campos y con su hija
Terelu. Más que una política, Susana parecía el lunes una mari de
la calle Pureza o alguna de las que acuden al Sálvame diario. Ese día le dio a
la secretaria general del PSOE por hacerse capillita y tambén visitó al Cristo
de la Buena Muerte o Cristo de Mena, ya saben, el de los legionarios, y
presenció algunos desfiles procesionales de la capital de la Costa del Sol. Con
lo que hubiera dado ella por ver la siempre espectacular entrada del paso de
misterio de San Gonzalo en La Campana. Todo sea por congraciarse con los
malagueños que siguen sin tragarla.
Y es que de aquí al 25 de mayo vamos a contemplar imágenes hasta ahora
desconocidas. Aquí hasta el más tonto hace relojes y los políticos están
dispuestos a lo que sea con tal de mejorar una imagen que se deteriora más cada
día. Susana se ha ido a Málaga porque es allí donde el PP tiene su plaza fuerte,
sobre todo en la capital y en los municipios turísticos de la Costa del Sol
donde el PSOE parece haber desaparecido. Y Juanma se centra en Sevilla porque
sabe que esta provincia es una de las asignaturas pendientes de su partido, y
mucho más en estos momentos en los que su nombramiento como presidente del PP
andaluz ha provocado no pocos sofocones en la capital andaluza que se ha visto
marginada en la nueva dirección popular en beneficio de la cada día más
resurgente Málaga. Las elecciones europeas están a la vuelta de la esquina y
una y otro van a echar toda la carne en el asador para lograr buenos resultados
en las provincias adversas.
Mientras los políticos perdían el tiempo con sus fotitos y sus poses, los
andaluces recibiamos estupefactos el informe Eurostat que volvía a dejarnos a
los pies de los caballos. Andalucía, con una tasa del 36,3 por ciento de paro,
encabeza la lista de las diez regiones más deprimidas de la Unión Europea, un
desempleo que, en el caso de los jóvenes, llega hasta el 66,1 por ciento. Una
tasa realmente insostenible que no puede justificarse por más que los dos
principales partidos se echen mutuamente la culpa. Gobierno central y Junta de
Andalucía deberían afrontar cuanto antes el problema y buscar soluciones
conjuntas a una epidemia que los andaluces soportamos ya desde hace décadas sin
que los grandes defensores del Estado del bienestar social, que al parecer son
unicamente los socialistas, hayan movido un dedo. Muy al contrario, han
dilapidado millones y millones de euros en escándalos como el de los EREs
fraudulentos o en este nuevo caso de las "subvenciones" desviadas de
los fondos de formación para desempleados que está investigando la Unidad
Central de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional y que puede
también alcanzar varios miles de millones de euros. Alguien debería no solo dar
una explicación sino aclararnos a los contribuyentes a dónde ha ido a para
tanto dinero defraudado de las arcas públicas. Y si no lo devuelven, que al
menos vayan a la cárcel sus responsables.
Pero claro, aquí lo único que parece importarle a los sindicatos de clase es el
trinque. Ya han programado para la semana de la Feria de Sevilla, a primeros de
mayo, una primavera caliente. Digo yo que tanto UGT como CC.OO. acudirán un año
más al Real de los Remedios a ponerse tibios de langostinos y jamón con el
dinero de las facturas falsas. Así nos va.