29.568.129,20 para la banquera del PSOE
jueves 13 de marzo de 2014, 09:45h
Siempre se ha dicho por estas tierras andaluzas que el
banquero del PSOE era el presidente de Unicaja, Braulio Médel quien a
principios del presente siglo se postulaba o postulaban como el capo de la
pretendida Caja Única que el presidente Chaves y su todopoderosa
consejera de Economía, Magdalena Álvarez pretendián instaurar en la
comunidad agrupando las diversas entidades de ahorro (Unicaja, El Monte, San
Fernando, Caja Sur, Caja de Granada y Caja de Jaén) en una sola bajo su
control. Aquello, como se pudo comprobar, acabó como el rosario de la aurora
con la venta al mejor postor de casi todas las cajas que debían hasta de
callarse por la nefasta gestión de unos directivos incompetentes y las
presiones y decisiones de los Consejos de Administración manejados por
políticos y sindicalistas. Al final, la única caja andaluza que resistió el
embate de la crisis fue la que dirigía Braulio Médel y éste se fue
distanciando poco a poco de sus orígenes socialistas pensando más en su propia
subsistencia como banquero y en sus intereses financieros.
Magdalena no pudo cumplir su sueño de presidir esa Caja Única, ya que, como le
ocurriría posteriormente a su jefe Manuel Chaves, fue llamada por José Luis
Rodríguez Zapatero para que se hiciera cargo del Ministerio de Fomento,
dando el salto a la política nacional donde paso con más pena que gloria
(recuérdese si no aquella memorable intervención sobre el aeropuerto de Barajas
en la Comisión correspondiente del Congreso de los Diputados). Tras ser
reprobada por el Parlamento en 2009, ese mismo año fue elegida
eurodiputada y un año después su diltada labor política fue
"premiada" con la vicepresidencia del Banco Europeo de Inversiones
consiguiendo así su sueño de convertirse en banquera. Lo que no sabía la ex
consejera de Economía es que su obligada renuncia al escaño de eurodiputada le
iba a acarrear nada más y nada menos que una imputación por dos delitos de
malversación y prevaricación en el turbulento caso de los EREs fraudulentos que
investiga la magistrada Mercedes Alaya.
Cuando en octubre de 2013 Mercedes Alaya le comunicó la imputación no
parece que Magdalena Alvarez se preocupara demasiado, de hecho en su
comparecencia ante la juez se mostró bastante segura de sus explicaciones y
argumentos, una prepotencia que siempre le ha caracterizado, y el hecho de que
la Fiscalía Anticorrupción no solicitara medida cautelar alguna, reforzaba sus
tesis. Pero mira por donde, la magistrada astigitana, cuyas decisiones siempre
son polémicas y criticadas por la Junta, el PSOE y sus socios, acaba de hacer
público un auto en el que le impone una fianza de, agárrense, 29.568.129,20
euros o, lo que es lo mismo, cerca de cinco mil millones, que se dice pronto,
de pesetas. Uno se pregunta ¿a que viene tamaña y considerable cifra? Alaya lo
explica. La instructora toma como base para fijar la fianza civil las ayudas
"efectivamente abonadas" hasta el 31 de diciembre de 2003, una
cuantificación "realizada a groso modo" dado que su cargo
"perduró hasta el 7 de febrero de 2004", precisando que el importe de
las mismas asciende a 177.408.775,22 euros. Y añade: "Por razón de sus
competencias y responsabilidad en los hechos, compartida principalmente con la
Consejería de Empleo, se cuantifica la fianza civil referente a la exconsejera
en 2/8 de dicha cifra, lo que son 22.176.096,90 euros más el tercio legal
previsto".
Hete aquí pues que la vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones se va a
ver obligada, de seguir adelante la instrucción y las órdenes dictadas por la
juez Alaya, no sólo a hipotecar todos sus bienes, sino verse obligada a pedir
un préstamo a la entidad de vicepreside para hacer frente a la fianza si no
quiere acabar en prisión. Mal asunto para Magdalena Alvarez y para el
propio PSOE ahora que se acercan las elecciones europeas. A Alfredo Pérez
Rubalcaba y Elena Valenciano no le va a hacer mucha gracia
que su ex consejera, ex ministra, ex diputada y ahora banquera europea pueda
acabar entre rejas por malversación de fondos públicos. Eso en plena campaña es
toda una bomba de relojería que les puede estallar entre las manos en el
momento más inoportuno. Ya veremos en qué queda todo y si, como ha ocurrido en
anteriores y millonarias fianzas, Alaya no se ve abligada a rebajarla.
P.D.-Antes de conocer el auto de Alaya y la millonaria fianza a
Magdalena yo pensaba escribir de la última chorrada aprobada por el Consejo de
Gobierno de Susana Díaz, forzada por sus socios de IULV-CA sobre la memoria
histórica. Ya habrá tiempo para desmenuzar tamaña gilipollez en los próximos
días.