Barroso desbarra y Salas Martin acierta
viernes 07 de marzo de 2014, 09:05h
A Carlos V no le gustó la idea de su hijo Felipe II de elegir Madrid
como capital de las Españas y antes
de morir le recomendó trasladara la capital a Lisboa. Esta ciudad era en ese momento
el mayor puerto de Europa y Don Carlos quería consolidar la unión peninsular
pensando en la asimilación del reino y en el comercio con América. Pero el viejo emperador se murió en Yuste sin que
su hijo, obsesionado por su Escorial, le hiciera caso. A fin de cuentas para el poderoso hijo de Felipe el Hermoso y
de Dña. Juana la Loca,
el portugués era un castellano
machacado y las ventajas de la ubicación de Lisboa eran claras. Quería también cortar
con la creciente animosidad de Lusitania con el resto de España de la que le decían los portugueses
que de allí "no vienen ni
buenos vientos, ni buenos casamientos". La diferencia lingüística del euskera
con el portugués y el castellano es abismal y si hubiera sido o por una guerra
o por un casamiento, Euzkadi hoy sería un estado más de Europa.
Manuel
de Irujo en sus tiempos de exilio Iondinense conjuntamente con el ex primer ministro
portugués Cortesao, el
nacionalista gallego Alfonso Castelao y los políticos catalanes Batista i Roca y Pi i Suñer, escribieron un
libro titulado "La Comunidad Ibérica de Naciones". La tesis que defendían era que Galicia, Euzkadi, Catalunya,
Portugal y España podían convivir confederalmente como una comunidad Ibérica de Naciones. El
ejemplar fue editado en EKIN de Buenos Aires
---ooo---
Quedamos pues en que si Felipe II le hubiera hecho caso a su padre Carlos V y si después de la guerra mundial y ante las dictaduras portuguesas de Oliveira Salazar y de Franco,
los aliados le hubieran hecho caso a Don Manuel, el presidente de la Comisión
Europea, Jose Manuel Durao Barroso, no hubiera dicho la majadería que expresó en Londres el
pasado 16 de febrero al decir que la adhesión de una Escocia independiente a la Unión Europea seria
"extremadamente difícil, si no imposible", pues debería contar con el apoyo de todos
los socios comunitarios. No dijo Barroso nada sobre cómo se le quitaría el euro
a una zona que ya la tiene, no es el caso de Escocia, ni completó su
racionamiento sobre Kosovo. Les guste o no, Kosovo formará parte, en relativamente
poco tiempo, de la Unión Europea y con permiso de Serbia. ¡Qué remedio!
Por
su parte el jefe de información económica internacional del "The Daily
Telegraph" Ambrose Evans-Pritchard, ex corresponsal en EE.UU. y en Bruselas
escribió. "Se equivoca gravemente quien crea que la Unión Europea ayudará a
aniquilar a los catalanes".
---ooo---
Cena privada
en el Hotel Intercontinental de Davos el pasado día 23 de enero. Los príncipes
de Noruega, Haakon y Mette-Marit, saludan en la entrada, pero no se quedan. Sí
acude el principal invitado, el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durão Barroso, que tiene ante sí a decenas de
asistentes, entre ellos empresarios, inversores y economistas.
La
cena estaba destinada a hablar de la Unión Europea y Durão, que ya había
protagonizado horas antes un debate público hablando más que ningún otro
ponente, estaba a sus anchas exponiendo su visión de la UE y su necesidad de
mejora de la competitividad. Pero cuando terminó y tras alguna intervención
rápida, tomó el micrófono fuera de lo previsto un habitual de Davos, el
economista catalán Xavier Sala-i-Martín.
Este
profesor de la Universidad de Columbia es una personalidad en el Foro Económico
Mundial. Dirige el informe anual sobre competitividad y es ponente y gurú
habitual en los debates de Davos, pero compatibiliza su labor docente e
investigadora con un creciente activismo en favor de la independencia de
Cataluña.
Después de Durao Barroso le tocó hablar a Sala-i Martín.
Principalmente habló de la crisis económica y la competitividad de Europa. No
tenía previsto hacerlo pero, al escuchar el discurso de Durao Barroso, decidió
añadir un comentario final. En Davos donde todas las ideas se pueden discutir
educadamente, utilizó la última parte de su discurso para hacerle una pregunta
al presidente de la UE. Sus palabras literales fueron:
"Sr Durao Barroso, aplaudo y comparto su discurso
sobre las bondades de la democracia en Europa y entiendo que saque pecho por el
exitoso proceso de ampliación a países como Croacia y Serbia. Es muy importante
que Europa sea cada vez más grande, tenga cada vez más ciudadanos y sea cada
día más democrática. Pero hay una cosa que no entiendo. Croacia y Serbia han
conseguido la independencia a través de sangrientas guerras, con abundantes
crímenes contra la humanidad que están siendo juzgados por el tribunal de la
Haya. Como usted sabe (porque nos conocemos), aunque yo esté en la delegación
norteamericana, soy originario de Barcelona. Le menciono este detalle porque
mis compatriotas catalanes están pidiendo un referéndum que les permita decidir
si quieren seguir en España o prefieren ir por otro camino. En medio de este
proceso usted, señor Barroso, ha dicho que si los catalanes votan a favor de la
independencia, automáticamente quedarán fuera de Europa. Yo no tengo nada
contra los ciudadanos de los Balcanes pero le pregunto: ¿De verdad que la Europa democrática de la que usted se siente tan
orgulloso es una Europa que celebra la incorporación de países que consiguen la
independencia a través de cruentas guerras pero amenaza con la expulsión a
quien busca lo mismo a través de los votos?" El público presente aplaudió.
Aunque no estaba prevista su réplica, Durao Barroso se
levantó rápidamente y, amablemente, le contestó:
"Querido Xavier, tu sabes
que yo amo a Catalunya y a los catalanes. Y creo que los catalanes también lo
saben. Lo único que yo he dicho es que la UE es una unión de estados y quien
forma parte de los tratados es el estado español por lo que, si Catalunya
pasara a ser un estado distinto de España, no podría formar parte automáticamente de la UE". Es más, añadió, "la mayoría de instituciones internacionales,
como las Naciones Unidas, también son acuerdos entre estados y, por lo tanto,
tienen el mismo problema."
La moderadora le concedió a Sala i Martín el derecho a
réplica y le devolvió el micrófono:
"Señor Presidente, tiene razón usted: la UE no es la
única institución internacional que tiene este problema. Es verdad que todos
los países que se han independizado violentamente acaban formando parte de las
Naciones Unidas con toda normalidad. Pero eso no debería ser motivo de orgullo
sino de vergüenza, no solo para la UE sino para toda la humanidad. ¿No va siendo hora de que, como seres humanos
libres y democráticos, empecemos a rechazar las fronteras trazadas con sangre y
violencia y a aceptar las que se dibujan con los votos de los ciudadanos?
Yo creo que sí. Es más, pienso que como en tantas otras ocasiones a lo largo de
la historia, ese proceso debería ser liderado por Europa. Esa podría ser una de
las bases sobre las que se fundamente el nuevo renacimiento de Europa"
Y añadió: "Dicho esto, es verdad que la UE es una unión de
estados pero los tratados no están escritos en piedra. Es más, detrás de esos estados están las personas y
ahora hay 7 millones ciudadanos europeos, que tienen un pasaporte granate en
cuya tapa delantera están escritas las palabras Unión Europea, y que usted
amenaza con expulsar. Cuando esos ciudadanos le pregunten a usted, ¿por
qué me quitan la ciudadanía europea y se la dan a serbios y croatas?, usted les
va a tener que responder: ¡es que
vosotros tuvisteis la osadía de votar y eso, los tratados europeos no lo
toleran!. Y cuando lo haga, ¿cómo cree que el resto del mundo valorará
los valores democráticos de la nueva Europa de la que usted se siente tan
orgulloso? ¿Es esa la Europa que están ustedes haciendo renacer? Por qué si lo
es, el primero que no quiere ser europeo soy yo". El público guardó un incómodo silencio hasta que la moderadora dio paso
al siguiente ponente.
Al acabar la sesión, Durao Barroso se acercó a la mesa
de Sala-i Martín y se sentó a su lado. Hablaron durante un buen rato... aunque
esa conversación es privada y ha dicho que no va a revelar su contenido.
Seguramente Durao Barroso le dio la razón, por su magnífica intervención. Ahí
queda.
Foro asociado a esta noticia:
Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (1)
26911 | Servicio de Antipropaganda - 08/03/2014 @ 08:37:46 (GMT+1)
Ahí queda una retahíla de falsedades y falacias por las que cobras, Iñaki, mucho más de lo que vales como senador. "Si hubiera sido o por una guerra o por un casamiento, Euzkadi (Euskadi) hoy sería un estado más de Europa", dices. ¿Por? Jamás existió una entidad territorial vasca hasta los estatutos de autonomía, ergo difícilmente podría haber sido un estado lo que nunca existió. Sostienes que "Galicia, Euzkadi, Catalunya, Portugal y España podían convivir confederalmente". Y Calahorra. Vamos Iñaki, una facilita para que lo entiendas, Portugal y España como estados no tienen la misma entidad que las regiones, territorios o barriadas que incluyen. ¿Qué "cómo se le quitaría el euro a una zona que ya la tiene"? Pues como se le quitó el franco a Argelia y el rublo a los países bálticos cuando se independizaron. ¿Seguimos? "Se equivoca gravemente quien crea que la Unión Europea ayudará a aniquilar a los catalanes". Nadie quiere aniquilar a nadie. Fuera de la Unión Europea se empobrecerían, pero sarna con gusto ya se sabe. Y el remate de Sala i Martín, como si Cataluña no pudiera volver a ser parte de la Unión cuando culminara su proceso de negociación; eso sí, sorteando vetos y demás, en 20 años o 25 años. Pero lo que duele de verdad es quedar fuera de la Unión. Eso corta las alas de las veleidades independentistas, Iñaki, y es un baño de fría realidad.
|
|