Crisis en el PP vasco: Quiroga quiere deshacerse de Oyarzábal como secretario general
- El PP hace agua en el País Vasco y en Andalucía: congresos
extraordinarios con mucha bronca interna
miércoles 12 de febrero de 2014, 13:08h
Primero Andalucía y ahora País Vasco: como en el Titanic,
dos de los grandes compartimentos del PP aparecen inundados. Con otros tres
más, el barco se hunde. En Andalucía la crisis no ha sido resuelta, porque
Dolores Cospedal no arroja la toalla pese a la evidente victoria del tándem
Sáenz de Santamaría-Arenas. En el País Vasco, el sector más duro encabezado por
la presidenta Arantza Quiroga -sustituta in extremis de Antonio Basagoiti- quiere
laminar a quien considera el representante de la parte más 'centrista' de los populares vascos:
Iñaki Oyarzábal. En ambas regiones, el PP se enfrenta a dos congresos
extraordinarios que darán mucho que hablar.
La lucha ya es evidente en la sede regional del PP, en Bilbao,
después de una tensísima reunión directiva el pasado lunes. Según medios
popular, saltaron hasta chispas y se hizo evidente que la estabilidad en el
seno del PP vasco había saltado por los aires a las puertas del congreso
extraordinario fijado inesperadamente hace unos días para mediados de
marzo. Las tensiones son tan fuertes, que ya ha trascendido que la presidenta
regional, Arantza Quiroga, que susituyó al centrista Antonio Basagoiti cuando
éste decidió su vuelta a la empresa privada, no quiere ni ver a su 'segundo',
el secretario general Iñaki Oyarzábal.
Hay quien dice ahora que tras esta bronca de fondo en el
PP vasco, en la que en realidad subyace una pelea agria entre la organización de
Álava y la de Guipúzcoa, Oyárzabal, la 'bestia negra' del sector más duro del
PP, acabe tirando él mismo la toalla y deje libre la secretaría general para que
Quiroga y ese sector de hierro de los populares vascos dispongan de los cargos a su antojo.
Pero la cosa no es tan sencilla: a José Ignacio Oyarzábal (Vitoria, 1966) le apoya el actual
portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso, que también es
vitoriano y un hombre también templado y netamente centrista. Pero, acaso, Alonso maneja
mejor los tiempos y los modos que Oyarzábal. Para la línea dura del PP vasco,
Oyarzábal es poco menos que una 'bestia negra', el enemigo interno a batir,
cuando lo que preconiza es una política que apuesta por el centro y por perseguir
con todos los grupos el fin del final de la violencia. Y eso es lo que ha acarreado disgustos e incomprensiones.
Hay que tener en cuenta que Oyarzábal viene del 'centro neto
democristiano', del ala del desaparecido Julen Guimón, en el País Vasco, o de Óscar Alzaga y
Luis de Grandes a nivel nacional. Se inició en la política desde muy temprana
edad, cuando se afilió al ya extinto Partido Demócrata Popular (PDP) con 18
años. Ocupó su primer cargo público como concejal del Ayuntamiento de Vitoria,
a los 29 años. Es Parlamentario vasco desde 1996, durante cinco legislaturas, y
en la actualidad es el secretario general del PP del País Vasco y secretario de
Justicia, Derechos y Libertades del PP.
Oyarzábal ya tenía poder con Antonio Basagoiti, pero ahora, con Quiroga, han
surgido roces que se corresponden, en realidad, con las dos o más
sensibilidades que se viven en el PP vasco. El sector en el que se apoya
Quiroga ha desatado la crisis que ya se barruntaba en la convención nacional, pero
tomó forma el pasado lunes en una tensa reunión a tres bandas en la sede de
Bilbao.
Los gritos en la reunión bilbaína
Y es que Arantza Quiroga ya no oculta que quiere que Antón
Damborenea, el presidente del PP vizcaíno, sea su nuevo número dos, en lugar de
Oyarzábal, algo que le fue transmitido por Quiroga a Alfonso Alonso en un
encuentro 'discreto' -un adjetivo del que abusan mucho en el PP-. Pero el
portavoz parlamentario en el Congreso, que lidera también a los populares alaveses, de donde es
Oyarzábal, se ha posicionado a favor de éste y esa reunión 'discreta' acabó
como el rosario de la aurora.
No obstante, dado que ha trascendido esa conversación y ese
desacuerdo entre alaveses y 'guipuchis', fundamentalmente, que es lo que hay detrás, la posición de Quiroga se ha
debilitado, dado que las tensiones territoriales parecen ser
el leitmotiv de la crisis, más allá incluso de los intereses personales, lo que
deja al partido en una situación de confrontación interna, algo que nadie desea
en estos momentos.
Mientras tanto, Damborenea -el favorito de Quiroga- ha apostado
fuerte argumentado que el PP de Vizcaya es el más importante electoralmente y
el que menos representación posee en la dirección. Pero los partidarios de Oyarzábal
no se han quedado de brazos cruzados: además de Alonso, le defienden, por
ejemplo, el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, y parece que hasta otro actor
ascendente en el PP vasco como Borja Sémper.
El temor a un nuevo conflicto como el andaluz
Desde la dirección del PP en la calle Génova se observa con
preocupación esta situación en el PP vasco, sobre todo porque la crisis está
estallando justo cuando el PP andaluz hace agua. "No es buena la imagen de
desunión, por lo que esperamos que esto se resuelva rápidamente", afirman
medios de la dirección.
En todo caso, parece que en Andalucía la tormenta amaina un
poco: se da por supuesto que la gran perdedora es la secretaria general y
presidenta castellano-manchega, María Dolores Cospedal, a favor de Javier
Arenas y de Soraya Sáenz de Santamaría, y es la gran perdedora porque el propio Rajoy tomó cartas en el asunto y designó a dedazo al candidato de los enemigos de
De Cospedal, Juan Manuel Moreno.
Así las cosas, y tras sacar a pasear el líder su dedo, el otro
candidato en confrontación, el secretario general del PP-A y 'Cospedalino', José Luis Sanz, ha
expresado ya su respaldo a la candidatura del designado Moreno a la
Presidencia del PP andaluz. En una nota emitida este miércoles, Sanz se ha mostrado
"convencido" de la capacidad de Moreno para "liderar un proyecto
fuerte que responda a los retos de futuro en Andalucía".
Además, ha señalado su absoluta confianza en que el próximo
congreso del PP andaluz "reforzará la unidad y la cohesión de la primera
fuerza política de Andalucía" y aseguró que "todo el partido aunará
esfuerzos y estará volcado en el objetivo común de gobernar en Andalucía y
ofrecer a los andaluces su compromiso con el progreso y el empleo".