viernes 31 de enero de 2014, 10:36h
He comprado y leído el último libro de Jose Félix Azurmendi "VASCOS EN LA GUERRA FRIA". ¿VÍCTIMAS O COMPLICES?. Gudaris
en el Juego de los espías". Lo edita Ttarttalo y se lee bien. La portada no me gusta, es como
si fuera un informe.
Creo es un aporte a la historia reciente
que siempre ha girado sobre lo mismo. Se constata un buen trabajo de campo
habiendo leído Azurmendi decenas de cartas de Aguirre, Leizaola, Irujo e Irala
que aportan una visión nueva de lo que hacían en el exilio y centrado casi todo
en los Servicios de Inteligencia y la ayuda prestada por los vascos a los
norteamericanos y a los británicos. No sé cuál es la intención de Azurmendi
pero le ha salido un libro que aporta explicaciones a una política subterránea
que apenas se conocía.
Salen bien parados la figura de Irujo y Aguirre, no tanto la de Ajuriaguerra a cuenta de su
enfrentamiento con Pepe Mitxelena, al servicio de Aguirre. Su sobrino Rekondo
ha escrito un libro injusto con quien fuera presidente del Bizkai Buru Batzar, pero no está mal que estas cosas se
vayan sacando y poniendo en su sitio. Lo que lamento es que este tipo de
historias no se publicaran en vida de los protagonistas para que unos y otros
hubieran puesto su contrapunto.
Digo esto porque conocí a Leizaola Irujo
y a Ajuriaguerra y jamás les escuché hablar de estos temas. Quizás el día a día de aquellos años de plomo y
posteriormente el vértigo del inicio de la transición hizo que estas cosas quedaran en un cofre
bajo siete llaves porque ya nada de esto iba a condicionar nada y además, y con buen criterio, se
quería preservar el recuerdo de
una generación que había entregado su vida por
una causa "perdida" tras vivir con amargura las derrotas, deserciones
y traiciones de todo tipo.
Pero en el libro se habla de más cosas que de los
Servicios. Hay informaciones y relatos interesantes sobre la postura de Franco
en relación a Gran Bretaña. Si Churchill hubiera
apostado por la democracia en España, Franco no hubiera
durado cuarenta años en el poder aunque bien
es verdad que el patio republicano era un gallinero gracias a las peleas de
Prieto con Negrín, la apuesta de Prieto por D. Juan, la guerra fría, el comunismo como nuevo
enemigo, el fusilamiento de Luis de Álava, las redes internas.
Hay una alusión a una condecoración a Flavio Ajuriaguerra
que no es como se cuenta. Al hermano de Juan le ofrecieron una condecoración los británicos. Este sintiéndose morir dijo que la
aceptaba con la condición de que pudiera escribirlo en su esquela. Los ingleses dijeron que no, y no la aceptó. También
habla
Azurmendi al
final del libro de Jokin Inza. Saca datos del libro que le editó la Fundación Sabino Arana. Y es buena su
alusión pues fue el gordo Inza un
hombre entregado y no suficientemente correspondido.
En fin que el libro es un buen aporte
tras aquel de Itarko que tuvo muchas críticas de sus contemporáneos, aquel
hombre de Servicios que escribió. "El Nacionalismo Vasco en La Paz y en La Guerra".