María Dolores [de] Cospedal ha echado el resto para esta
Conferencia Nacional de tres días en la que los populares, aún oficialmente sin
cabeza de cartel para las europeas del 25 de mayo, quieren utilizar como inicio
de campaña por todo lo alto. Pero les han aguado la fiesta: el último jarro ha sido
la peineta que
José María Aznar le ha hecho a
Rajoy y a la Convención, similar a
la también realizada por
Jaime Mayor Oreja, además del lanzamiento de un documento por
la FAES sobre el secesionismo catalán que, aunque es conforme con las
posiciones de Rajoy, va mucho de lo que desearía el líder popular. Al igual que en el tema de ETA.
En definitiva, este
viernes se inaugura en Valladolid una Conferencia en mitad de una situación de
lío y desbandada en el PP, al que se le está yendo la gente por su ala más
conservadora. Los primeros fueron, ya es sabido,
José Antonio Ortega Lara, el
filósofo
González Quirós y especialmente el dirigente vasco
Santiago Abascal,
que fundaron VOX, un nuevo partido político que competirá electoralmente y le
quitará votos al PP. VOX llevará sin duda en los primeros puestos de su lista
al también ex dirigente del PP catalán
Alejo Vidal-Quadras,
que se despidió de
Rajoy con un vídeo que no tiene desperdicio, en el que hablaba de su ex partido
como de un "rebaño flanqueado por mastines".
Grupos menores, como una denominada 'Corriente Reformista',
formada por militantes nucleados inicialmente en Granada, pero extendida luego
a otras poblaciones como Madrid, han enviado cartas devolviendo el carné a la
secretaria general, Dolores [de] Cospedal, que no ha podido responder
adecuadamente ante el aluvión de informaciones que se le vinido encima y que sitúan a su marido,
López del Hierro,
en el ojo del huracán por contratos de asesorías poco aclaradas. El
affaire que
ha querido sacar CCOO sobre López del Hierro ha llegado en el peor momento para
la 'número dos' de Rajoy en el PP.
Porque, aunque está desbandada en el PP se está producido en
los últimos días -todo tiene que ver con las elecciones del 25 de mayo- lo cierto
es que el lío interno que tiene Rajoy en su partido es mucho mayor, viene de
meses atrás y afecta a todas las "alas" del PP, sobre todo, de su electorado.
La derecha tira al monte
A nadie se le escapa que el primero que abrió la brecha fue
Aznar, que ya en mayo de 2013 le dijo a Rajoy que estaba haciéndolo todo mal y
que no se fiaba de él. No sentaron bien esas palabras y cuando Aznar presentó
su libro, por toda representación del Gobierno y del PP asistió nada más que el
secretario de Estado para las Relaciones con las Cortes,
José Luis Ayllón. Era
la respuesta de Rajoy a Aznar, y ahora Aznar le ha
re-respondido a Rajoy: no
asiste a la Convención Nacional porque se va a de viaje.
La peineta de Aznar ha venido en un tiempo en el que corren vientos de seria discrepancia interna de los 'barones' territoriales con Rajioy y su ministros más conflictivos -léase
Wert,
Gallardón,
Mato y
Montoro, sobre todo-: líderes territoriales tan
destacados como el gallego
Núñez Feijóo, el extremeño
Monago, la 'lideresa'
madrileña
Esperanza Aguirre (siempre en su plan de 'verso suelto'), el
valenciano
Fabra, y el madrileño
Ignacio González (éste, en medio de una una tremenda pelea con
los tribunales, por un lado, y con el ministro de Hacienda, Montoro, por otro).
Vamos, que se podría llamar la 'rebelión de los notables'
del PP y que puede ser tan seria que llegaría hasta a la negativa a aplicar medidas
aprobadas por el Gobierno de Rajoy, tales como el copago hospitalario, o
incluso la LOMCE, más conocida como 'Ley Wert'. Es más, hasta la propia
[De] Cospedal se ha negado a aplicar el copago sanitario que ha marcado la
ministra '
globera' (de globitos
gürtelianos) Ana Mato.
Estos no se rebelan por escisión, como Abascal o
Vidal-Quadras, pero sí por discrepancias con el aborto de Gallardón andan
sublevados otros dirigentes del PP, como, por poner nombres, la propia
Celia
Villalobos y algunos de los antes citados. Es decir, que mientras a Rajoy se le
escapa por el extremo una derecha muy dura, por el lado conservador-moderado (lo
que en el PP se llama 'centro' desde los tiempos de
Fraga) también se le está
produciendo una reacción negativa por medidas como el copago hospitalario, la
Ley del Aborto, el IVA cultural y la subida de impuestos, entre otras muchas
cosas.
La mala influencia en el electorado
Pero lo que más teme el PP no son ni las discrepancias ni
las escisiones, sino la imagen de esta situación en su electorado a apenas unos
meses de los primeros comicios a los que tiene que enfrentarse
Rajoy tras su victoria hace 26 meses. Según las encuestas que maneja el propio PP,
pero también el PSOE, una parte de ese electorado que le votó en 2011 se siente
engañado por el incumplimiento flagrante de las promesas electorales que hicieron,
y además han visto derrumbarse dos mitos: ni es verdad que el PP sea un partido unido
ni tampoco que sepan gestionar mejor la economía.
Por si fuera poco, las políticas
Merkelianas de Rajoy han enemistado al
PP con todos los colectivos sociales y profesionales: con las mujeres (52% de
la población) y los pensionistas (más de 8 millones de personas), los jueces (todo el colectivo está contra Gallardón), médicos
(especialmente en Madrid), profesores (en toda la geografía nacional),
empleados públicos (en toda España)... y naturalmente el colectivo de los
trabajadores por cuenta ajena y autónomos. Además, claro está, de la mayoría de
los contribuyentes, con la única excepción de los grandes defraudadores, encantados
de ahber conocido a Rajoy y su amnistía fiscal.
Nerviosismo y respuesta... la Convención Nacional
Así las cosas, los dirigentes del PP no ocultan la gravedad de la situación
ante la apertura de un campo electoral fundamental: europeas en mayo, pero un
año después las determinantes municipales y autonómicas. Para intentar frenar
esta sangría es para lo que se ha diseñado la Convención Nacional de
Valladolid, pero una sola persona, Aznar, les ha chafado el
marketing... y, ya puestos, hasta el merchandising .
Aún así, la responsable del acto de parafernalia de
Valladolid, [De] Cospedal, ha iniciado una campaña mediática y ha afirmado en
los Desayunos de TVE que "cumplir con nuestra responsabilidad es tomar
decisiones que muchas veces no gustan" (sic), o que "es el
primer año de la crisis donde el paro, tanto en términos de EPA como en
términos de paro registrado, es menor que el año anterior" (sin
explicar, claro está, que mucha gente se ha ido de España y otros ni se apuntan
al paro porque ¿para qué?), o en que "el PP y el
Gobierno tienen la misma política antiterrorista que ha tenido siempre: poner
la defensa de las víctimas en el frontispicio de toda la política
antiterrorista" (algo que le desmienten desde Ortega Lara a gran parte de
COVITE pasando por la propia FAES).
Así las cosas, [De] Cospedal ha conseguido cerrar por
fin la convención de Valladolid con un plantel que incluye debates en las
comisiones de "España, sociedad del bienestar" (coordinador, el incombustible
Javier Arenas); "España, una gran nación" (por
Esteban González Pons); los 'Diálogos
sobre España', con "España Plural", entre
José Manuel Barreiro y
Arantza
Quiroga; "Una nación segura", con el místico
Jorge Fernández y
Juan José Imbroda; "La
reforma laboral", con
Fátima Báñez y
Andrea Fabra (la hija de Fabra), o, en fin,
"El valor del parlamento", con el portavoz,
Alfonso Alonso e
Ignacio González.
En la jornada del sábado, más trabajos en comisión, con
presencias estelares como las del
apparatchik Rita Barberá, Iñigo de la Serna, Carlos
Floriano, Ana Pastor, Rudí, Montoro, Sánchez Camacho, Ana Mato, Núñez Feijoo,
el vasco
Iñaki Oyarzabal... y el recuerdo final por las víctimas del terrorismo.
Y luego, claro, las intervenciones 'a pelo': del Vicepresidente del Gobierno de
Italia y del de Portugal, junto a los duetos
Luis de Guindos-Esperanza Aguirre;
García Margallo-José Antonio Monago;
Ruiz-Gallardón-Juan Ignacio Zoido;
José
Manuel Soria-Alberto Fabra, o
José Ignacio Wert-José Ramón Bauzá.
El domingo, la gran clausura con las intervenciones del presidente
del PPE; de [De] Cospedal, leyendo el Manifiesto Electoral, y el cierre estelar
de Mariano Rajoy. Será a las 12.00, la hora del Ángelus.