El Gobierno tiene planeado permitir a las mujeres interrumpir su embarazo en los casos más graves de malformación del feto, aunque esas patologías no sean necesariamente incompatibles con la vida, única posibilidad recogida en el anteproyecto de ley remitido a las Cortes. Así lo asegura en su portada EL MUNDO, que dice que con esta enmienda el Gobierno quiere "restañar la herida profunda" que divide al Grupo Parlamentario Popular, a los barones autonómicos y a miembros del Gobierno por la reforma de la ley del aborto "fabricada por
Gallardón y apadrinada por Rajoy".
En el pasado mes de mayo ya recogimos en Diariocrítico que el PP reconocía que, efectivamente,
el debate interno en el PP era el de la supresión del supuesto de malformación del feto.
Con el anteproyecto actual, las mujeres sólo podrán abortar en dos supuestos: en caso de violación y cuando el embarazo suponga un "daño psicológico continuado" para la madre, lo que puede incluir la malformación fetal siempre que ésta sea "incompatible con la vida". Fuentes del PP y del Gobierno han asegurado a EL MUNDO que el Ejecutivo tiene previsto suavizar el anteproyecto de Ley Orgánica de Protección de la Vida del Concebido y los Derechos de la Mujer Embarazada, dando entrada a esa ampliación del actual aborto eugenésico.
De esta manera, el Ejecutivo pretende responder a las críticas que el anteproyecto de ley ha provocado en las filas populares. Según señalan fuentes del PP, las críticas tienen que ver con la "inoportunidad "de la reforma, con el "secretismo" con que ha sido elaborada y con la falta de explicaciones para justificar el proyecto. "Primero no nos preguntan por la ley. Y ahora que la sacan, no nos dan un argumentario", señala una diputada partidaria de una ley de plazos.
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