Los papeles del 'frente de makos' lo confirman: ETA quiere negociar directamente el final del proceso
lunes 13 de enero de 2014, 17:41h
La
documentación intervenida en las redadas policiales de la pasada semana contra
el "frente
de cárceles / subaparato de makos" de ETA viene a demostrar, entre otras
cosas, que la dirección etarra se arroga directamente la negociación con el
Gobierno español del fin de la banda terrorista, y que todo el proceso debe
quedar tutelado por la propia ETA y no por la izquierda abertzale. Sería un
intento de vuelta a una situación similar a la vivida en 2006, cuando el
Gobierno de Zapatero negoció a dos bandas: con la antigua Batasuna, por un
lado, y con ETA, por otro.
La
documentación intervenida en los registros de sedes de abogados en el País Vasco
y en Navarra ha
permitido constatar el papel dirigente del "Koordinazioa taldea-Grupo de coordinación" (KT) respecto al
"núcleo de coordinación / koordinazioa gunea-KG", en el que estarían
representados el propio EPPK (comité de presos) a través de miembros del propio
KT y las organizaciones y colectivos del entramado de apoyo a los presos de ETA
(Herrira, Etxerat, Jaiki Hadi y el "colectivo de abogados-BL"). Ese
núcleo dirigente del KT estaría elegido directamente por ETA y de él
sobresaldrían los abogados Jon Emparantza y Arantza Zulueta, según se desprende
del Auto del juez Eloy Velasco por el que manda a los ocho detenidos a prisión.
El
análisis de la documentación requisada en los registros del 8 de enero pasado
ha permitió desvelar parte de la estrategia de ETA para gestionar el final de
la banda. Y una parte de esa estrategia pasa por el control sin fisuras de los
presos. De ahí que, según el Auto del juez Velasco, el objetivo etarra sería el
de favorecer el control desde el exterior de las cárceles que ejerce el KT a
través de la dirección del EPPK en el interior, de tal forma que todo aquel
preso que decida abandonar la disciplina de ETA, o condenar su actividad, será anatematizado:
dejará de recibir el apoyo económico, jurídico, social y sanitario que recibía
hasta ese momento.
El
Auto constata que en los registros practicados en esta causa, sobre las
personas que conforman la dirección de la organización HERRIRA, desmantelada
por la justicia, se han ocupado diversos dispositivos y documentos en formato
electrónico y papel que vinculan a los 8 detenidos directamente con estructuras
que conforman en si mismo parte crucial de la organización terrorista ETA.
Un
documento excepcional
Un
documento clave para conocer los planes de ETA para intentar tutelar el proceso
del final del 'conflicto' más allá de la izquweirda abertzales se encontró en
la oficina de quien el Auto del juez Velasco identifica como "Sr. Aldumberri -dirigente
de Herrira- en Hernani", donde se incautó un dispositivos informático que fue
tratado con 'borrado seguro', pero que pudo ser recuperado por los peritos de
Informática forense.
Ese
dispositivo contenía un documento sobre "Proceso de debate 2012 ETA,
informe básico", fechado en marzo de 2012 y en el que se indicaba que sólo
se difundiera a militantes de ETA y del EPPK. El documento está firmado por el
comité de dirección de ETA, y en él se viene a indicar que esa dirección de ETA
se reserva el proceso de negociación con el gobierno respecto de lo que llaman
"consecuencias del conflicto", refiriéndose a los presos de la
organización terrorista, instando a un incremento de la movilización y la
adhesión social por la negociación, insistiendo que ETA se reserva hacer los núcleos
para la coordinación-cohesión interna del colectivo de presos, que prioriza los
aparatos político y logístico, sobre el militar y que será ETA quien nombre a sus
representantes en la negociación con los Gobiernos español y francés.
En
definitiva, ese documento, aunque con una antigüedad de un año, viene a
demostrar que la organización terrorista no está dispuesta a ser el 'convidado
de piedra' en un proceso final, y que antes de su disolución quiere emprender
una negociación con el Gobierno.
El
control de los presos, fundamental
Otro
documento ocupado al mismo imputado -Aldumberri- titulado "Para los
responsables 2", de mayo de 2012, elaborado por el KT y dirigido a los
responsables del EPPK para que lo dirijan a su vez a las asambleas de las
cárceles, difunde entre los presos etarras sólo el documento que contempla la
lucha armada (Mugarri) y no el que no la contemplaba, explicando la razón por
la que ETA decide abandonar la lucha armada, oponiéndose a que se contemplen
solicitudes de reinserción penitenciaria
individual, reivindicando una solución colectiva, remarcando que es
responsabilidad de ETA solucionar la situación carcelaria, negociando con el
Gobierno.
Al
mismo imputado Aldumberri se le ocupó otro documento informático tratado con 'borrado
seguro', pero recuperado, titulado "KTri 1210" de Octubre de 2012, en
el que ETA se dirige al KT identificando estructuras de dirección del EPPK,
configurando el KT como la estructura de ETA que dirige y supervisa la
actividad del colectivo de presos, evidenciando que su existencia y actividad
se realiza en la clandestinidad, frente al resto de órganos que lo hacen
públicamente, elaborando boletines internos (Ekia), la acción del EPPK,
planificaciones y sus comunicaciones bidireccionales, y donde ETA -se entiende
que la dirección militar- se reserva tomar decisiones que afecten a la línea
general.
En
ese documento, se 'riñe' al rector de los comunicados porque abre poco el EEPK y
porque se adelanta a la dirección de ETA sobre el tema de las víctimas,
aprovechando para emitir directrices sobre los temas de la sentencia sobre la
doctrina Parot, la negociación, las
entrevistas del EPPK con los equipos de tratamiento penitenciario y las reuniones
con agentes políticos y sociales,
organizando el EMBLT y creando un grupo de ayuda externa a los interlocutores
del BT.
El
Auto del juez Velasco incluye referencias a otro documento ocupado en el despacho
de Nagore García, en Hernani, en el que "reubicándose ante la nueva
situación", encuadra al colectivo de abogados como el de aquellos "cuya
función es hacer llegar a los presos directrices de ETA en sus rondas y visitas
especificas a presos concretos, así como prestarles asistencia jurídica con
arreglo a la estrategia judicial que los abogados les indiquen, pues son ellos
los que hacen el seguimiento de las operaciones judiciales". En esos documento
se establece que hay que proceder al ostracismo y la expulsión de ETA a quien siga la vía Nanclares.