El músico está en Manizales acompañando a su amigo Morante
Andrés Calamaro, defensor de la Fiesta: "Es un espectáculo único e incomparable"
viernes 10 de enero de 2014, 09:51h
La sorpresa saltó ayer en el patio de cuadrillas, cuando vino el
maestro Morante de la Puebla (que torea hoy en Manizales) y su
apoderado, acompañado por el músico argentino Andrés Calamaro. Con un
sombrero y pañuelo anudado al cuello. Compartió callejón con el maestro
de la Puebla, también con un sombrero cordobés.
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Calamaro, un aficionado práctico
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Calamaro, junto a su amigo Morante en la plaza de Manizales
-¿Qué le ha decidido a venir a Colombia?.
-Es mi debut taurino: nunca había visto toros en esta tierra, y lo hago presenciando, por si fuera poco, un encierro del maestro César Rincón. Sí que había cantado en Colombia, a principios de año.
-Y acompañando a Morante, "su debilidad" (aparte de José Tomás).
-Tengo a José Mari Manzanares a un metro y medio (bromea) y no quiero pecar de irrespetuoso. Él es también un gran torero, como todos los que se juegan la vida en el ruedo. A ellos les guardo sumo respeto y admiración.
-Usted se ha declarado un ferviente defensor de la Fiesta allí donde va. En México dio buena fe de ello.
-Sí, porque es un espectáculo único e incomparable. Hay estética y compás (muy parecido al de la música). Cada tarde de toros es un misterio, con un público exigente que espera que se produzca el milagro del arte.
-¿Cómo le atrapó la Fiesta?.
-Es evidente que no he nacido en el barrio de Triana (sonríe), pero es algo que me atrapó, y hace relativamente pocos años. Ahora estoy todavía aprendiendo.
-Y lo hace en plena "fiebre antitaurina".
-Es curioso. Yo tengo cincuenta años y en mi generación no se cuestionaba la existencia de la Fiesta. Lo de ahora responde a un extraño puritanismo de este siglo . Hubo un presidente al que se le ocurrió tirar una bomba sobre Europa, y en cambio no se le perdonó el lío que tuvo con una secretaria.
El puritanismo joven y animalista
-No se explica esta situación antitaurina...
-En la juventud actual existe una enorme obsesión prohibicionista, y un falso puritanismo animalista. Lo explica muy bien el escritor Philip Roth en su novela.
-Y ahora ha surgido la noticia de que en Barcelona se quiere construir una una mezquita en la Monumental por un grupo de árabes . Después de la prohibición.
-Le diré una cosa curiosa. Cuando me empecé a aficionar, quise abonarme a las Ventas madrileña para "culturizarme" taurinamente hablando. Y eso coincidió con el inicio de la recogida de firmas, tan encomiable, para conseguir una nueva ILP que devolviera los toros a Cataluña. Yo fuí uno de los primeros en firmar. Y me da mucha pena que haya sido un argentino de Rosario , el tristemente famoso Leonardo Anselmi , el que comenzara la cruzada antitaurina. Este personaje, ayudado por unos políticos a los que no les importan nada los animales, y sí detestan todo lo que tiene que ver con España, consiguió la aberración de prohibir la fiesta en Cataluña. Ojalá vuelvan.
-No se puede decir más claro.