Las monarquías son mortales

Así terminaba el reportaje realizado por la televisión francesa y transmitido el jueves a la noche por ETB. Me alegro que ETB lo hubiera proyectado, aunque me hubiera gustado más que ETB, hace años, hubiera hecho el suyo y hubiera vendido por el mundo nuestra visión. El francés es un buen trabajo con lagunas y sin algunos datos. Y con grandes omisiones. No fue el diputado Tardá quien empezó a denunciar a esta familia inmoral, sino quien escribe esto. Y a las pruebas me remito.

En el reportaje queda bien explicada la opacidad que ha rodeado a esta familia y la gran culpabilidad del Partido Socialista. Las declaraciones de Zapatero diciendo con una sonrisa de pardillo que "la democracia en España no se entiende sin la monarquía", es un insulto a la inteligencia y un vómito sobre la tumba y las cunetas de tantos republicanos socialistas muertos por aquella dictadura. Este Zapatero es un tonto solemne como dijo Rajoy.
 
Otra de las cuestiones que tan bien se ven en el reportaje es la suficiencia del Príncipe Felipe de Borbón y de todo el aparato de guardaespaldas, cortesanos y antidemócratas que le rodean y que alimenta un culto a la personalidad asqueroso hacia una persona no elegida por nadie y que está ahí por ser hijo de su padre. Felipe de Borbón es un parásito más al servicio de una España injusta y de empresas como las que construyen el segundo canal de Panamá, la España de Bárcenas, la España de Díaz Ferrán presidente de la patronal encarcelado. Todo este mundo opaco, inmoral, sucio y corrupto empieza a conocerse con estos reportajes, con libros y con una generación que está harta de mentiras.
 
 Efectivamente, las monarquías son mortales. Ojalá ésta se muera pronto.