martes 07 de enero de 2014, 19:24h
Nunca la imagen del rey Juan Carlos I había estado tan deteriorada como ahora, según reflejan las últimas encuestas. Nunca el Monarca había perdido tanta credibilidad personal y política. Y nunca su actuación había sido tan cuestionada y controvertida como en la actualidad.
Este último aspecto resulta particularmente grave. Según nuestra Constitución, el papel institucional del Jefe del Estado es el de moderar la actividad política. Difícilmente podrá hacerlo si su propia persona es objeto de controversia y de confrontación por parte de los ciudadanos.Querámoslo o no, así están las cosas.
Poco importan, a este respecto, los servicios que haya prestado al país hasta ahora el titular de la Corona, desde impulsar y facilitar en su día la transición política hasta convertirse en un magnífico embajador de nuestra democracia, pasando por la actuación decisiva que tuvo para abortar el golpe de Estado de Armada y Milans del Bosch. Pero en la vida, y más concretamente en la política, lo significativo no es el pasado, por relevante que haya sido, sino el presente. Y el del Rey no resulta en absoluto estimulante para sus compatriotas.
Por eso, el último y gran servicio que podría prestar a un país lleno de zozobras -desde económicas hasta institucionales- es abdicar en su hijo, Felipe de Borbón. Este aún conserva un potencial de credibilidad personal y política de la que ya carece su padre, según las encuestas anteriores.
Así, pues, la transición de uno a otro no sería tan traumática ahora como podría llegar a serlo más adelante. Pensemos que España ya tiene suficientes problemas para que se le añada -como con el paso del tiempo parece inevitable- el de que se cuestione la forma monárquica del Estado. Y eso es lo que, si Juan Carlos I prolonga su reinado, acabará por suceder.
Por ello, si el Monarca se aferra al cargo, podría darse la paradoja de que alargando su reinado contribuya a que sea él el último Rey de España.
Diplomado en la Universidad de Stanford, lleva escribiendo casi cuarenta años. Sus artículos han aparecido en la mayor parte de los diarios españoles, en la revista italiana Terzo Mondo y en el periódico Noticias del Mundo de Nueva York.
Entre otros cargos, ha sido director de El Periódico de Barcelona, El Adelanto de Salamanca, y la edición de ABC en la Comunidad Valenciana, así como director general de publicaciones del Grupo Zeta y asesor de varias empresas de comunicación.
En los últimos años, ha alternado sus colaboraciones en prensa, radio y televisión con la literatura, habiendo obtenido varios premios en ambas labores, entre ellos el nacional de periodismo gastronómico Álvaro Cunqueiro (2004), el de Novela Corta Ategua (2005) y el de periodismo social de la Comunidad Valenciana, Convivir (2006).
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25775 | Legión de Vanguardia - 08/01/2014 @ 15:33:37 (GMT+1)
En el 23 de febrero de 1981, el mensaje del actual Jefe del Estado no se emite hasta la madrugada, porque está a la espera de la gestión de Armada con el Teniente Coronel de la Guardia Civil D. Antonio Tejero Molina, en la farsa política del Congreso. Entrada en el Congreso que le autorizó Armada al Teniente Coronel Tejero, en la reunión de la Calle Pintor Juan Gris, de Godsa, y el CESID, SIGC,GOSSI, y el Ministerio de Defensa, Vicepresidencia y Presidencia. Contrariamente a lo establecido anteriormente, en reunión de la Calle del General Cabrera, que era que no se produjera.
Y es posteriormente cuando, el actual Jefe del Estado, envía orden, que es cumplida, de acuartelar las unidades tácticas, por telex, al Capitán General de Valencia D. Jaime Miláns del Bosch y Ussía. Región anteriormente en alerta, acorde a la Operación Diana de las FAS, normas constitucionales, y ley de Orden Público, vigente, de 1959. Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.
El año 1981, en la Operación Diana de las Fuerzas Armadas españolas, estaban previstas cuatro tipo de acciones en escala ascendente según lo alarmante de la situación: Minerva, Vulcano, Júpiter y Marte, que se correspondían con situaciones de prevención, alerta, máxima alerta y movilización.
En 1977 se estableció, con carácter institucional en la Junta de Jefes de Estado Mayor, la operación Diana, que señala la misión de las Fuerzas Armadas y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, referente a solucionar determinadas situaciones graves en España. La operación Diana establece tres escalones de acción: alerta 1, alerta 2 y alerta 3, correspondientes a los estados de sitio, excepción y guerra, acorde a la Ley de Orden Público, vigente, de 1959, y normas constitucionales. Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional. La operación Diana es la derivada de dos operaciones precedentes: la operación Lucero y la operación Ariete, así como Operación Alborada, diseñadas por el Alto Estado Mayor.
La operación Lucero, se convirtió en la operación Alborada y Ariete, conforme a la cual se desplegaron los efectivos de las Fuerzas de Seguridad del Estado y otras unidades de las Fuerzas Armadas, que les dieron relevo en posiciones estáticas, durante las jornadas electorales de 1977.
Para fortalecer la soberanía, independencia, libertad, propiedad, y defensa de la Nación española, vulnerada, extorsionada, envilecida y degradada. Restableciendo, la democracia, libertades y el orden constitucional, en defensa de la sociedad civil ante cualquier tipo de acciones. Debido a que la sociedad civil, militares, Generales ,Coroneles muestran su malestar, crispación y descontento por la situación política, económica, social, cultural, de España, del Estado, de la Nación, Patria, en relación así con cuestión autonómica, como los informes del Consejo Superior del Ejército. En el que para intentar encubrir dos problemas regionales, el vasco y el catalán, se crearon quince mas, terrorismo, internacional y varios.
Unas institucionales acciones loables, en defensa de la soberanía, independencia, propiedad, libertad, de España, extorsionada, confiscada, estafada, saboteada, tergiversada, vulnerada, distorsionada, falseada, acosada, saqueada, prevaricada, envidiada, discriminada, tiranizada, de populismo, despotismo, sectarismo,demagogia.
Por ello nunca tantos debieron tanto a unos, soldados y oficiales, vilipendiados despóticamente en prevaricación judicial. Víctimas de fuegos cruzados, cabezas de turco. Sobran los que están faltan los que son.
"Se palpa la sensación de que alguien o alguno en el actual Gobierno han llegado a su nivel de incompetencia", (Antonio Garrigues Walker, Crónica fiel de un golpe anunciado, de Juan Blanco, Colección Denuncia, FN Editorial.) "Nunca en nuestra Historia, el Ejército se ha pronunciado por capricho, sino cuando civiles imprudentes o cobardes le han empujado o cuando se había desmoronado la autoridad del Estado...Nunca son los militares sino estúpidos provocadores quienes motivan los golpes de Estado", (Pueblo, 12/XI/1980). "Porque no pueden ustedes hacerse una idea de lo que es esto, los pasillos del Congreso, como resuena en esta bóveda el golpe de los cascos, como se oye piafar, el jadear, hasta el respirar de los corceles...Una carrera de caballos de Pavía. Hace falta caradura para que alguno de estos señores del congreso hablen de golpismo. ¡Encima!. Pero oigan, si aquí, a estas alturas, el que no tiene su fórmula de golpe es un Don Nadie..." (Crónica Parlamentaria de Joaquín Aguirre, El Alcázar, 2/XII/ 1980) "Estoy convencido de que es inevitable una intervención militar", (José Tarradellas , en el artículo "Sigue corriendo la sangre", El Alcázar, 30/XI/1980). "Dada la gravedad de la situación y para evitar un probable golpe de estado militar, Suárez dimitiría y un general, de plena confianza del Rey, asumiría la presidencia del Gobierno con el acuerdo de todos los partidos. Así se daría un "golpe de timón" que permitiría acabar con el terrorismo, estabilizar la democracia y tomar medidas para mejorar la economía". "No hace falta que enumere los problemas, pero principalmente hay uno que, en mi opinión, es vital y que si no se resuelve o no lo reconsideramos desde el principio será muy difícil conseguir estabilidad alguna en el país. Es el problema de las autonomías,vasca y catalana." Tarradellas
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