Los restos de 'Madiba' reposan ya en la aldea donde pasó su infancia
domingo 15 de diciembre de 2013, 13:19h
Unas 4.500 personas han asistido este domingo en Qunu, la aldea donde
Nelson Mandela pasó su infancia, al funeral de Estado en memoria del
primer presidente negro de Sudáfrica, a quien el actual mandatario ha
dado las gracias por un "viaje extraordinario" de 95 años cuyo "legado"
ha prometido continuar.
Familiares y amigos han desfilado ante 95 velas --una por cada año
que llegó a cumplir Mandela-- para dar el último adiós al "padre
fundador" del país, fallecido el pasado 5 de diciembre. Diez días
después, y tras una semana "dolorosa", en palabras de Zuma, Sudáfrica ha
querido homenajear a su héroe con un funeral íntimo.
Si el funeral del martes en el estadio 'Soccer City' de
Johannesburgo se caracterizó por su marcado carácter político y la
asistencia de alrededor de un centenar de dirigentes internacionales, en
esta ocasión el protagonismo lo han tenido personas cercanas a Mandela y
los rituales tradicionales.
El funeral arrancó con una procesión militar que trasladó el
féretro hasta una carpa levantada para la ocasión en Qunu. Ya en el
interior, entre los asistentes figuraban dirigentes políticos, parientes
y personalidades públicas, entre ellos las dos mujeres de Mandela, sus
nietos y el arzobispo Desmond Tutu.
"Un gran árbol ha caído", ha lamentado un portavoz de la familia,
antes de que dos de los nietos de 'Madiba' rindiesen a su abuelo un
homenaje con palabras de agradecimiento y leyendo su obituario.
"Echaremos de menos tu risa", ha dicho Nandi Mandela.
Ahmed Kathrada, que también estuvo preso por luchar contra el
'aprtheid', ha lamentado entre lágrimas la pérdida de un "hermano",
símbolo de "perdón" y "reconciliación" en un país que en la década de
los noventa pasó página al régimen racista.
Los presidentes de Malaui y Tanzania, Joyce Banda y Jakaya
Kikwete, también han figurado en una lista de oradores que ha tenido
como momento más distendido la participación del exmandatario zambiano
Kenneth Kaunda, que recordó, entre las risas de los asistentes, sus
difíciles relaciones con el régimen del 'apartheid'.
"GRACIAS"
Zuma subió al estrado con un discurso basado en la gratitud hacia
un "luchador por la libertad", un "humilde servidor del pueblo de
Sudáfrica" y una "fuente de sabiduría". "Hoy es el final de un viaje
extraordinario que comenzó hace 95 años", ha lamentado el mandatario.
Sudáfrica pone fin con el funeral de Estado a una semana que Zuma
ha calificado de "dolorosa", toda vez que ha puesto de manifiesto el
luto de un país que ha perdido a un "gran hijo". Mandela está
considerado el "presidente fundador de la Sudáfrica libre y
democrática".
"Gracias. Gracias por ser todo lo que queríamos y necesitábamos en
un líder durante un periodo difícil de nuestras vidas", ha destacado
Zuma, que no da por concluido el "viaje" emprendido por el premio Nobel
de la Paz. "Tenemos que seguir construyendo el tipo de sociedad por la
que trabajaste incansablemente. Tenemos que asumir tu legado", ha
indicado.
Zuma ha prometido que tanto él como su partido, el Congreso
Nacional Africano (ANC), promoverán los "valores" que Mandela defendió,
la necesidad de crear un país "unido, democrático, no racista, no
sexista y próspero". "Nos enseñaste a abrazar al prójimo como
compatriota, sin importar su raza, etnia o religión", ha añadido.
El presidente ha asumido la doctrina de "reconciliación, perdón y
compasión" de 'Madiba' con el objetivo de que los niños sudafricanos
puedan crecer en un país que no sólo es "libre" en términos políticos,
sino también en materia de violencia, pobreza, analfabetismo y
enfermedades.
"Echaremos de menos tu sonrisa, tu risa, tu amor y tu liderazgo.
Amaremos cada momento que pasamos junto a ti", ha agregado Zuma en su
despedida a un "extraordinario ser humano".
FIN DEL VIAJE
El "viaje" al que ha hecho referencia Zuma durante su discurso ha
llegado a su fin tras el funeral, en una ceremonia íntima en una colina
de Qunu a la que han asistido apenas unos centenares de personas,
incluidos líderes tribales.
Una breve ceremonia y una escenificación militar han servido de
despedida para el expresidente, que reposa ya junto con sus tres hijos
fallecidos: Thembekile, Makgato y Makaziwe. La bandera de Sudáfrica
cubría el féretro de Mandela, sepultado cuando el sol estaba en su
momento más álgido, como marca la tradición.
VIGILIAS
El cariño que los sudafricanos profesaban a Mandela ha quedado
patente desde el mismo momento de su muerte, cuando miles de personas
acudieron a su vivienda de Soweto como gesto de duelo y agradecimiento.
La capilla ardiente instalada durante tres días en Pretoria recibió a
más de 100.000 visitantes, a los que habría que sumar los miles que se
quedaron sin poder entrar.
Los homenajes se han repetido este domingo desde la madrugada, con
miles de sudafricanos celebrando vigilias nocturnas en todo el país
para conmemorar al difunto presidente de Sudáfrica de cara al funeral.
En ciudades como Durban, Ciudad del Cabo y Kimberley han
escenificado una 'despedida final', con bailes y cánticos en honor a
'Madiba', que se han prolongado hasta altas horas de la madrugada, según
ha informado la cadena estatal, SABC. Cientos de personas se han
reunido en el Parque del Pueblo, a las afueras del estadio Moses
Mabhida, en Durban, para celebrar la vida de Mandela y las oportunidades
brindadas a los sudafricanos gracias a la lucha del exmandatario.
Debido a la gran multitud que se ha congregado en Ciudad del Cabo,
la vigilia por Mandela se ha convertido en un memorial musical masivo
con varios artistas, residentes y turistas honrando la memoria de
'Madiba'. Fue, precisamente, en Ciudad del Cabo, en su Ayuntamiento,
donde Mandela pronunció su primer discurso tras salir de la cárcel en
febrero de 1990.
Otras regiones gobernadas por el Congreso Nacional Africano (ANC),
la formación gobernante, también han celebrado vigilas para conmemorar
al líder de la lucha contra el 'apartheid' con diversos rituales, de
gran importancia para los locales, puesto que escenifican así su ayuda a
'Madiba' para su próxima vida.