En rueda de prensa tras presidir el Consejo de Gobierno, Aguirre insistió en que se trata de un tributo que
"penaliza el ahorro y, por tanto, la inversión", y se mostró "
muy contenta" de coincidir en este asunto con sus "
adversarios políticos", en alusión al secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM),
Tomás Gómez, defensor de eliminarlo. "
Lo hacemos por consenso", subrayó Aguirre, aun admitiendo que "
no son muchos los que contribuyen por este impuesto".
Según dijo, el objetivo de esta rebaja y posterior supresión es que "la imagen de Madrid en España, Europa y el mundo siga reforzándose como la de una comunidad 'businness friendly', acogedora con los inversores, que quiere que vengan aquí los creadores de riqueza, prosperidad, bienestar y empleo, y vamos a remover todos los obstáculos que lo dificultan".