Destaca la mejoría de nuestro país
La agencia Fitch cambia de "negativa" a "estable" la calificación de la economía española
viernes 01 de noviembre de 2013, 19:46h
La agencia de calificación crediticia Fitch ha confirmado el rating 'BBB' de España, dos peldaños por encima del 'bono basura', y debido a sus mejorías ha revisado al alza su perspectiva, que deja de ser 'negativa' para ser 'estable', informó la entidad, que ha valorado el saneamiento del sistema bancario y los progresos en la consolidación fiscal y en la aplicación de reformas estructurales.
La calificadora de riesgos destacó que España ha mejorado su
historial de políticas aplicadas en el periodo 2012-2013 y ha logrado
reducir el déficit en 2,5 puntos porcentuales a pesar de las
dificultades, al mismo tiempo que las autoridades acometían
significativas reformas del mercado laboral, el sistema de pensiones y
el sector financiero.
"El ritmo de las reformas probablemente se ralentizará en 2014-15 a
medida que las presiones externas se alivien y se vislumbren las
elecciones de 2015, aunque los esfuerzos realizados hasta la fecha
deberían colocar a la economía sobre una base más segura", indicó la
agencia. Asimismo, Fitch dijo haber tenido en cuenta en su decisión los
progresos cosechados en la reestructuración del sector bancario desde
2012, así como el ajuste de la balanza de pagos española a un ritmo
mayor del previsto, reflejando la fortaleza de las exportaciones y las
ganancias en competitividad de la economía española, que podría
registrar un superávit corriente del 1,2% en 2013.
Por otro lado, Fitch subrayó la mejoría en las condiciones de
financiación de España, lo que ha permitido al país un sustancial ahorro
en el pago de intereses e incluso el hito de completar cn éxito una
emisión de un bono con vencimiento a 30 años. Además, los analistas de la agencia destacan que el país haya logrado
emerger de la recesión antes de lo previsto, aunque anticipan que el
crecimiento del PIB aún será muy débil el próximo año, con una expansión
prevista del 0,5%.
"Los ratings de España son inferiores a los de otras grandes
economías avanzadas reflejando los grandes riesgos para la solvencia que
suponen los ajustes económico financiero en el seno de la eurozona",
apuntó la agencia, que considera que las perspectivas de crecimiento a
medio plazo son débiles, puesto que todos los sectores permanecen muy
endeudados y el desempleo es excepcionalmente alto.
En este sentido, Fitch prevé que el déficit presupuestario del
Gobierno concluya 2013 en el 7% del PIB, incluyendo las ayudas a la
banca, , mientras que la deuda pública a escalado 11 puntos porcentuales
desde 2008.
Riesgos equilibrados
.
De este modo, Fitch indicó que la perspectiva 'estable' asignada a la
calificación soberana de España refleja un equilibrio entre los riesgos
al alza y a la baja. A este respecto, la agencia advirtió de que podría rebajar el rating
si España no logra reconducir hacia una senda bajista a medio plazo su
ratio de deuda pública respecto al PIB o si la economía registra una
evolución más débil que perjudique el proceso de consolidación fiscal y
erosione la calidad de los activos de los bancos.
Por contra, la agencia podría mejorar su calificación para España si
el país lora mantener una recuperación sostenida que permita mejorar la
situación del desempleo, así como si detecta nuevas evidencias de que la
estrategia fiscal de España sigue en el buen camino. De cara al futuro, las principales estimaciones de Fitch contemplan
que la economía española comenzará a recuperarse en 2014 a medida que se
alivien las dificultades relacionadas con la austeridad fiscal y las
condiciones de financiación.
Esta recuperación continuará siendo
liderada por las exportaciones, a que la demanda doméstica seguirá débil
durante un periodo más largo. En este sentido, la agencia espera que la ratio de deuda pública
alcance un máximo del 103 del PIB entre 2015-2016 y que a partir de
entonces comience una gradual reducción. Fitch considera que en caso de que los bancos españoles necesitaran
capital adicional estas cantidades no excederían de 20.000 millones de
euros.
"Sin embargo, si la recesión fuera más profunda y prolongada de lo
previsto, no podría excluirse completamente el riesgo de que el Gobierno
tuviera que hacer nuevas inyecciones de capital",