viernes 04 de octubre de 2013, 08:02h
Queridos hijos:
Hace algunos días escuché a Eduard Punset hablar de un estudio que muestra que el porcentaje de
psicópatas en la sociedad es aproximadamente el mismo desde que se tiene
registros, sin embargo, cuando se analiza la clase política uno descubre con
pasmo que el porcentaje de psicópatas que están en política es muy muy alto en
comparación. Quizás esta sea la única manera de explicar tanto despropósito
contra la ciudadanía: nuestros políticos psicópatas son incapaces de empatía
con nosotros.
Os escribo porque soy consciente de que tendréis una vida
mucho peor que la mía y lastimosamente mejor que la de mis nietos vuestros
hijos. Y lo peor es que no sé qué puedo hacer para revertir la situación; de
hecho, ya casi he arrojado la toalla: no hay nada que un animoso vejete como yo
pueda hacer para recuperar lo poquito que teníamos antes de 2008 entráramos y
antes de que el 20 de noviembre de 2011 los votantes eligieran a Mariano Rajoy presidente del gobierno.
En estos momentos ninguno de vosotros, 16, 13 y 6 años,
puede votar pero lo haréis consecutivamente en las próximas tres legislaturas. Para
entonces España ya será el bar de Europa, un lugar lleno de camareros y
bailaores para mayor gozo de los nordeuropeos. Tal parece el plan de este
hombre y su gobierno que, con 30 años de retraso, pretenden implantar las
Reagonomics y las Thatcherconomics en España.
Vosotros no tendréis pensión de jubilación porque un comité
de sabios salidos del sistema financiero y de las aseguradoras privadas así lo
han decidido (soy mal pensado: se me ocurre que estos señores pretenden vendernos
sus productos financieros). Tampoco tendréis sanidad, más allá de un sistema
duplicado del Medicaid estadounidense que ni los indigentes quieren usar no
vaya a ser que mueran de septicemia. Vosotros estudiareis con beca porque sois
empollones, pero si vuestros hijos no lo fueran, tendrán que optar por estudiar
y trabajar porque no va a haber becas para clase media y media baja.
Yo soñé con una Europa cuyo Pacto Social buscaba el mejor
manejo y gestión de la Riqueza Común para que todos tuviéramos acceso libre y
gratuito a la medicina y a la educación. Yo soñé con una Europa en la que un
día hasta la comida y la vivienda serían gratuitas y universales; donde
habríamos batido el hambre, la miseria y las grandes desigualdades simplemente
repartiendo mejor la Riqueza Común. Hoy sé que Rajoy, su gobierno y quienes les
mandan han conseguido en apenas unos pocos años acabar con el Sueño Europeo e
implantar un sistema duplicado del estadounidense, con todos sus inconvenientes
y ninguna de sus ventajas.
Os pido perdón porque yo no creo que tenga más fuerzas para seguir
en la lucha y porque ni tan siquiera sé si vale la pena iniciar tan titánico desafío
cuando la mayoría de los ciudadanos estamos narcotizados, adocenados, mal
instruidos y peor preparados democráticamente para recuperar el poder que es
nuestro y ponerlo en manos de quien realmente lo merezca porque empatiza con
nosotros, porque es uno de nosotros, porque obedece el mandato soberano de las
personas y no el mandato cobarde y amenazador de bancos, aseguradoras y farmacéuticas.
Quizás este Papa consiga cambiar la orientación de una
Iglesia que muchas veces se me antoja anticristiana, egoísta y salaz y ese
cambio traiga consigo una nueva mentalidad entre los políticos, los gobernantes
y los Hombres de Negro que dictan las normas; puede que entre vosotros se
despierte el viejo espíritu rebelde que siempre ha hecho crecer lo mejor de la
humanidad y ha propiciado los avances sociales: yo soy de la generación
anterior a los que se rebelaron en el Jeu de Pomme, gentes que veían la
injusticia y el abuso social pero que no supieron cómo combatirlo. Hasta que
llegaron sus hijos los jacobinos, los sans culotte y madame la Guillotine.
Espero hijos, que me perdonéis porque ya no sé qué hacer
para que cada noche me acueste dejando el mundo un poquito mejor de como lo
encontré al levantarme. Solo espero, hijos, que os levantéis y recuperéis lo
que mi generación acaba de regalar sin pelear. O que os larguéis de España
hacia el norte civilizado.
Foro asociado a esta noticia:
Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (7)
24109 | PASCUAMEJIA - 06/10/2013 @ 12:09:43 (GMT+1)
Varias personas me han escrito privadamente creyendo que acaso estaba yo en días bajos. NO, en realidad es un efecto secundario que debí calcular y que generan las palabras y los textos. Atendiendo, pues, a estos efectos secundarios, copio aquí un pedazo de una respuesta a un buen amigo que parecía preocupado por mi estado anímico que, insisto, es el de siempre: combativo y alerta.
Lo primero, tranqui, que ni estoy depre ni abandono nada ni he dejado de creer en mis principios: es solo una aproximación literaria a lo que veo que este gobierno está haciendo. En realidad, tenemos un sistema educativo deficiente que mejora poco en la universidad y en lugar de mejorar y hacer más eficiente el sistema de salud, lo están desmontando. En fin, no te voy a contar lo que se alcanza solamente con pasarse por cualquier centro de salud o comprar en una farmacia medicinas que de un día para el siguiente han multiplicado su precio por seis y hasta por siete.
Hace algunos meses estuve visitando unas familias en Cádiz (dio lugar a mi columna Paqui no sabe que hay meses sin erre) y ver tanta miseria y abandono por parte de quienes administran nuestros haberes me rompió. No se trata de casos aislados, hay un millón de familias que han caído bajo el umbral de pobreza en los últimos dos años y hay cuatro millones de "hogares" (desde los monoparentales hasta familias numerosas) que no superan el día 20 del mes.
No, mi queja no es lamento; es un grito porque no entiendo cómo no nos rebelamos contra un sistema palmariamente contrario a nuestros intereses, a nuestra nervadura social. Hace unos días me escribió una mujer: tiene dos hijos con ELA (esclerosis lateral amiotrófica), una enfermedad degenerativa, de origen desconocido y para la que no hay curación ... todavía. Me contaba esta mujer que le han quitado la ayuda de 450 euros que recibía por estar dedicada 24 horas 7 días al cuidado y atención de dos hijos, uno adolescente y otro aún niño, que ni tan siquiera pueden sostener el tenedor o beber de un vaso. ¿Es este el mundo que queremos construir; más aún, el que queremos dejar a nuestros hijos?
Me paso el día diciéndoles a mis hijos "primero las personas, luego las cosas" y eso ha de valer también para mí. Nuestros gobernantes, da igual el color, han perdido la empatía social y, lo que es peor a tenor de las palabras de Punset, tal vez nunca la han tenido. Están ahí por razones espurias pero no por compromiso social. Lo que vengo en decir, a fin de cuentas, es 1) (Gobernar bien) no puede ser tan difícil y 2) Nos están esquilmando los peores de la clase y ni pestañeamos. ¿Por qué?
Hablas de un mundo lleno de oportunidades a partir de un nuevo paradigma. Sé que me lees así que sabrás también que justamente eso es lo que defiendo: no podemos quedarnos a la zaga en todo, no podemos permitir -tolerar- que los médicos, ingenieros, biólogos, informáticos que estamos formando en España a costa del esfuerzo fiscal de todos acabe aprovechando y beneficiando a Alemania, Estados Unidos o Canadá simplemente porque estamos en manos de incapaces: piensa solamente en este dato espeluznante, todo lo que el país completo genera en un día; toda la riqueza que empresas, trabajadores, profesionales generamos cada día en España, toda insisto, es exactamente lo que debemos. Es una situación inédita que se ha producido en los últimos dos años y, acaso lo peor del panorama, es que la proyección indica que no va a cambiar la situación en los próximos 15 años y que, en el mejor de los casos, se mantendrá. (Claro que hay algunos sabios como Krugman o Soros que vaticinan que antes del 2020 España deberá el 130% del PIB lo que nos condena eternamente a ser la sirvienta de Europa).
Esta, es amigo mío, la herencia que les vamos a dejar: mi hija de 16 años me preguntó hace poco que por qué si su generación va a pagar nuestros desaguisados no pueden votar ahora para tener una voz que les represente en el Parlamento y que a lo mejor impida que se endeuden más allá de 5 años.
24103 | Charly AGONÍAS - 05/10/2013 @ 20:12:27 (GMT+1)
Admirado pascuamejia, yo pertenezco a esa clase parásita de cincuentenarios que vivimos en la casa paterna. La última vez que tuve sentimientos amorosos hacia una mujer fue cuando yo tenía alrededor de 20 años. Creo firmemente que la familia es la célula de la sociedad. Por eso me entristece sobremanera cada vez que alguien tiene que hablar de sus hijos (del futuro que les estamos dejando) del que le dejarán éstos a la siguiente generación. Yo no tengo hijos, pensaréis que estoy poco capacitado para opinar. Es posible, pero se debe entender que aún no he perdido el interés de formar una pareja estable, meterme en un hogar, esperar a que llegue algún hijo, etc. ¿Lo creen posible? Pues yo aún sigo esperando que suceda.
En cuanto a nuestra democracia (como Ud. dice: "se convertirá en una industria de tablaos y camareros") Yo, es que tampoco veo que vayamos en otra dirección.
Pienso, si no sería más justo hacer elecciones para elegir a las personas que nos han de representar, no por ideología política (puesto que ya nadie cree en las ideologías, excepto en la del coge lo que puedas que sólo tienes 4 años) sino por los representantes sindicales del convenio colectivo al que pertenezca cada votante. Exacto, como dijo Bakunin. Que puede saber un seños que propugna y desempeña todo su esfuerzo en pedir cansinamente la independencia de un territorio "X" si no me da la oportunidad de que trabajando 8 horas diarias no haya podido dejar de depender de mis padres a mis cerca de 50 años. Esto no les es importante. Pienso en sus hijos pascuamejia y en los de todos los padres y madres. Y me convenzo que estando de acuerdo en qué por ejemplo un cirujano que opera a vida o muerte tiene que tener una minuta mayor que la de un artesano carpintero que pasa su jornada laboral haciendo mesas y sillas. Pero propongo que se considere que el artesano ha trabajado las mismas 8 horas diarias, y que lo represente en el legislativo un político que conozca la realidad de la vida día a día del gremio que lo ha elegido.
Pascuamejía, quiera mucho a sus hijos. Yo tengo cerca de 50 años y mis padres todavía me quieren y, aunque con el pesar de que me haya quedado para desvestir santas, agradecen mi compañía y yo la suya.
24101 | piedrapapelotijera - 05/10/2013 @ 16:34:55 (GMT+1)
Contra los sicópatas nada se puede. Es como darse contra las paredes. El uso de la guillotina tampoco sirve, tienen la capacidad de camuflarse entre la buena gente y poseen la habilidad de desviar su filo sobre quien los señala y acusa.
Solo hay una salida: Descubrirlos y Abandonarlos. Tal vez lo que parece ser una mutación (creo que la ciencia no considera la sicopatía como una enfermedad, en cambio el sicópata no puede dejar de serlo) acabe por extinguirse y la evolución prosiga su curso hacia una especie cada vez más humana.
Hay que romper la dinámica en la que nos han metido estos depredadores. Podríamos empezar por no votarlos bajo ningún concepto; si no queda otra, abstención total o voto masivo a los partidos minoritarios y con un programa claro y concretísimo que plantee dar la vuelta del revés a la situación y de una forma drástica y contundente; salga el sol por donde quiera; peor deriva que la actual no podemos tomar. Lo siento por tus hijos y por los míos. No queda otra. Habrá sufrimiento, y puede que mucho. Solo queda decidir cuándo y quién ha de soportarlo.
24092 | pascuamejia - 04/10/2013 @ 22:17:10 (GMT+1)
La ira de los mansos, Kroker, eso es lo que busco y reclamo. Hace algunos años di una charla en una universidad de suramerica sobre sistemas políticos. Los más estaban francamente interesados en esa entelequia anacrónica que es la monarquía y más vista desde aquellos lares. Sin embargo, los gané para la causa cuando les describí el Sueño Europeo, esa idea del Contrato Social en la que la sociedad se pone de acuerdo para aunar esfuerzos e impedir que los menesterosos o los menos favorecidos no sufran por razón de su condición. Incluso les hablé de aquella hermosa iniciativa de la Renta Básica que propugnaba, allá por los 90, que cualquier europeo, por el simple hecho de serlo, tenía derecho a una Renta de Subsistencia sin atender a mayor criterio que el de haber nacido humano. Hoy los sueños se me deshacen en la rabia como la arena se escapa en el puño cerrado. Dice Mauro más arriba que nosotros estamos mejor peparados y que nuestras generaciones tuvieron mejor instrucción. Creo que sí, a grandes rasgos, pero también creo que en nuestro sistema político solo caben los peores y los menos empáticos con la sociedad y lo social: curioso que sea así, curioso que quienes mayor compromiso adquieren sean los psicópatas y los despreocupados. Rajoy da vergüenza, pero no menos la da Rubalcaba o Valenciano o Cospedal o el Luisma de la política en feliz hallazgo de Wyoming. Solamente una corrección: no es pesimismo lo que trasluce mi texto, es tristeza e impotencia. Un abrazo fraternal.
24091 | pascuamejia - 04/10/2013 @ 22:07:19 (GMT+1)
la verdad Mauro es que mi desánimo viene justamente de lo que denuncias: tus esperanzas y las mías y quién sabe si las de millones de españolitos están en la siguiente generación como cerca. Me siento frustrado, no te lo niego, porque sé que somos capaces de más, de muchísimo más especialmente si se trata de dejarlo a nuestros hijos, esos a los que malacostumbramos a vivir en casa hasta los 40. Antes por amor siciliano de la familia, ahora por desamor infecto de la casta que nos tiene subyugados y a la que, para más inri, elegimos entre todos.
Dices gran verdad: elegir entre el malo y el peor. Es un triste destino. Hoy releía para evadirme en el metro Luchana, episodio nacional de Galdós, y en las primeras páginas dice, cito de memoria, este gobierno de ladrones y quienes esperan su turno para proceder de igual manera. ¿Ha cambiado algo?
Querría luchar, hacer algo más por dejar a mis hijos y a los tuyos algo mejor que una deuda inacabable. Tengo doce años más que tú; quizás lo único que puedo pedirte es que aproveches esa última parte de la juventud mejor de lo que lo hiciera yo. Escribió Neruda un verso que pone los pelos como escarpias: nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Un saludo y gracias por leer y comentar.
--
24090 | Mauro - 04/10/2013 @ 21:39:29 (GMT+1)
Entiendo el pesimismo de tus palabras Pascua, pero yo me niego a caer en el desánimo. Tengo 40 años y 3 hijos y no me lo puedo permitir. No confío nada en esta cuadrilla de incompetentes que dirige este país y el actual sistema democrático que tenemos, no augura grandes cambios en este sentido. En las próximas elecciones volveremos a encontrarnos con la disyuntiva de a quién elegir: al incompetente o al mega-incompetente. Pero aún así, confío en que dentro de un tiempo, aparezcan en la vida política nuevos jóvenes mejor preparados y con ganas de hacer bien las cosas. Nuestra generación y la que viene atrás hemos tenido una educación mucho mejor de la que hubo antes. Los de ahora, a nivel de formación y capacidad, me dan vergüenza ajena. Sé que es una minucia, pero cómo puede ser que en el siglo XXI el presidente de un país como España no sepa inglés! No me preocupa tanto si es de izquierdas o de derechas, me preocupa la incompetencia. Por eso, confío en que un futuro, vayan llegando nuevas caras más preparadas. Hasta entonces... a llorar!
24082 | kroker - 04/10/2013 @ 10:41:25 (GMT+1)
Se te echaba de menos por este barrio Pascua, debe ser por el pesimismo que se evidencia en tu escrito. De todos modos no eres el único, estamos viendo un día sí y otro también, como el entramado empresarial de este país se va consumiendo como un velón en un funeral, el funeral de España, y del sistema europeo de estado del bienestar.
No por haberlo visto hace años ya, me reconforta el estado de cosas en que estamos; nos tacharon de agoreros, pesimistas, o como decía aquel entrenador del Barcelona: "todo negatiivoo, nada posiitiivoo". Que los Sarkozy, Merkel y demás mala hierba estaban decididos a acabar con la idea de Europa (por lo menos, la que se nos había vendido), era más que evidente, puesto que esa idea chocaba con la idea neocom, de que todo hay que pagarlo y todo es negocio (terminarán vendiéndonos el aire para respirar).
Entramos en una espiral económica que no tiene remedio, mayores impuestos, menos salarios, menor consumo, más paro, más deuda, más impuestos para tapar pufos y así entramos desde hace años en un remolino que nos llevará al fondo, puesto que todo siempre es susceptible de empeora. No hace falta ser un lince en economía, para darse cuenta que a pesar de los recortes, el gasto público sigue aumentando, y mientras no se corte la sangría económica (paro, cierre de empresas, caída del consumo), más crecerá; es decir nos estamos comiendo a nosotros mismos, como ese extranjero que murió de hambre en un albergue ayer, pesando 30 kg y con 30 años.
Rajoy y el PP siguen el poder, gracias a la solidaridad familiar que existe en España (a la que también han metido mano en la cartera con los recortes), para que no haya habido un estallido social. Pero como dice la biblia, "ten cuidado con la ira de los mansos, pues cuanto esta estalla es la más peligrosa y violenta de todas".
|
|