La crisis no es igual para todos
jueves 26 de septiembre de 2013, 16:45h
Rodrigo
Rato
llevó a la ruina a Bankia y ahí le tienen: sin haber perdido un duro de sus
emolumentos en el banco nacionalizado, al igual que antes le ocurrió en el FMI.
Es más: acaba de estrenar nuevo puesto como consejero bien retribuido en el
Santander de Emilio Botín sin dejar
por ello de ser asesor bien pagado en la Telefónica de César Alierta.
José
Luis Olivas llegó a Bancaja -y luego a Bankia- con una
mano delante y otra detrás con el oscuro mérito de haber presidido interinamente
la Comunidad Valenciana. Tras lograr destruir la entidad financiera, ahora es
un millonario con sustanciosos consejos de Administración obtenidos,
obviamente, gracias a su impericia profesional.
Dichosos sean los tipos como
ellos. Estos dos no son más que modestos ejemplos de quienes han dilapidado miles
de millones, obligado al Estado español a endeudarse con la Unión Europea, y
arruinado a decenas de miles de pequeños ahorradores que no han tenido culpa de
nada.
Se ve, pues, que la crisis
no es igual para todos. Sin quererlo, lo acaba de resumir Mariano Rajoy: "España ha salido de la recesión, pero no de la
crisis", ha dicho. O sea, que podemos estar contentos de que el PIB crezca, por
ejemplo, un 1%, aunque sea al coste de que siga en el paro el 25% de la
población. Es decir, que una vez más ese crecimiento no llega al conjunto de
los ciudadanos.
Ante la estólida impavidez
de nuestra clase dirigente -no sólo de los políticos, por supuesto-, habría que
instaurar unas normas bien simples: ampliar los delitos societarios a quienes
malversan dinero ajeno; limitar los sueldos de los altos directivos
empresariales; inhabilitar para ciertos cargos a quienes hayan mostrado su
ineptitud para ellos; obligar a devolver lo perdido por terceros a causa de los
enjuagues de unos pocos... y media docena de disposiciones más.
Así resultaría más
improbable la siguiente crisis y, sin que se acelerase suficientemente la
salida de ésta, al menos estarían más repartidas sus consecuencias y no se
beneficiarían de ella los mismos de siempre.
Diplomado en la Universidad de Stanford, lleva escribiendo casi cuarenta años. Sus artículos han aparecido en la mayor parte de los diarios españoles, en la revista italiana Terzo Mondo y en el periódico Noticias del Mundo de Nueva York.
Entre otros cargos, ha sido director de El Periódico de Barcelona, El Adelanto de Salamanca, y la edición de ABC en la Comunidad Valenciana, así como director general de publicaciones del Grupo Zeta y asesor de varias empresas de comunicación.
En los últimos años, ha alternado sus colaboraciones en prensa, radio y televisión con la literatura, habiendo obtenido varios premios en ambas labores, entre ellos el nacional de periodismo gastronómico Álvaro Cunqueiro (2004), el de Novela Corta Ategua (2005) y el de periodismo social de la Comunidad Valenciana, Convivir (2006).
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