El alcalde Antonio
Román ha repasado parte de la trayectoria de Manuel Carrera, un hombre muy
vinculado a Guadalajara durante el acto de inauguración. Sus abuelos maternos eran de Budia, los paternos de
Trijueque y es hijo adoptivo de Aranzueque e Hita. Sin embargo, su relación se
reforzó aún más hace diez años, cuando se trasladó a vivir a Guadalajara.
"Para
Guadalajara es un verdadero honor tener entres sus vecinos a Manuel Carrera, el
principal exponente de la joyería española de la segunda mitad del siglo XX y
uno de los más valiosos diseñadores y empresarios del sector gracias a su
sagacidad y sensibilidad artística", ha destacado el alcalde.
De aprendiz a maestro
Manuel
Carrera fue iniciado en el oficio por su tío Esteban a través del taller de
José María Rico, donde fue aprendiz en los 40. Su formación continuó en la Escuela Sindical de Joyería de
Madrid al amparo del maestro Miguel Cruz Cuyalbe, de donde pasó al taller de
Ignacio Ruiz de la Rosa
-entonces Maestro Mayor del Gremio de Joyeros- y de ahí al equipo de Juan Gómez
Pavón con quien tiempo más tarde compartió cátedra en la Escuela de Joyería de
Madrid como maestro examinador.
Una
vez finalizados los cursos de la Escuela
Sindical, y tras un fugaz tránsito por el obrador de Gómez
Pavón, a la edad de 22 años montó su propio taller en el que afrontó los
primeros encargos para las casas más reconocidas del momento: Sanz, Durán,
Yanes, Aldao, Luis Gil y Suárez.
Inconformista
e innovador, su trayectoria se caracterizó por irrumpir con creaciones que
estaban en consonancia con las corrientes artísticas y culturales que
triunfaban entonces, y por tratar de satisfacer las demandas de un público que
quería un ajuar acorde a las tendencias sociales del momento.
Creó
la firma Carrera y Carrera, que renovó el lenguaje de la joyería española y de
otros países, a través de una línea creativa basada en piezas de una escala
mayor que la habitual, en materiales como el oro amarillo acabado en mate y
piedras preciosas, y en la temática (la figura femenina, zoología y mitología).
Esta
joyería caló en países como los Estados Unidos y obtuvo presencia en casas de
prestigio como Cellini, Neiman o Marcus, y con la apertura de una delegación de
Carrera y Carrera en el Rockefeller Center, en Nueva York.
Después,
su meta fue la conquista de Europa, pero también ha tenido una presencia
importante en Japón, Emiratos Árabes, Australia, Filipinas y Rusia.
Un gran embajador de su tierra
Antonio
Román ha destacado también el excelente papel desempeñado por Carrera como
embajador de su tierra por todo el mundo, y ha señalado que "para Guadalajara
es una grandísima suerte poder disfrutar de la obra de un hombre que ha
triunfado gracias a su esfuerzo, dedicación y amor a su profesión".
Por
último, Antonio Román ha expresado su agradecimiento a la Junta de Comunidades por el
espacio cedido, al Corte Inglés por su colaboración, a la firma Carrera y
Carrera y a los trabajadores del Patronato Municipal de Cultura. "Sin su ayuda
no habría sido posible esta exposición", ha concluido.
A
continuación, ha tomado la palabra Manuel Carrera, quien ha señalado que esta
muestra contiene piezas realizadas cuando tenía 18 años hasta hoy, y además de
dedicar cariñosas palabras a sus familiares, ha señalado que para él
"constituye todo un orgullo el haber creado un estilo".
La
exposición, situada en las Salas del Duque del Palacio del Infantado, estará
abierta al público hasta el 4 de octubre de martes a sábados de 10 a 14 horas y de 16 a 19 horas, y los domingos
y festivos, de 10 a
14 horas.