"España da un paso más en la
salida de la crisis económica", fue el último mensaje lanzado por el ministro
de Hacienda,
Cristóbal Montoro, en su defensa de la Ley de Emprendedores en el
Congreso, después de recibir un auténtico chorreo dialéctico por casi todos los
grupos de la oposición. De hecho, sólo el portavoz de CiU,
Josep Sánchez
Llibre, echó una mano al Gobierno en esta ley, y lo hizo con tanta vehemencia
que, en su turno, el portavoz popular,
Rafael Hernando, le sacó -literalmente-
los colores, y de paso le puso en un aprieto con ERC en Cataluña: "Con su
intervención, permítame que se lo diga, señor Sánchez Llibre, estamos más cerca
del Majestic que del Pacto del Tinell".
[Como se sabe, el 'Pacto del
Majestic' lo firmaron
Pujol y
Aznar en aquel hotel barcelonés, de manera que
CiU daba su apoyo para un gobierno del PP en 1996. El 'Pacto del Tinell', por
el contrario, fue un acuerdo para un Gobierno catalanista y de izquierdas en la
Generalidad de Cataluña en 2003 entre el PSC, ERC e ICV para acceder al
Gobierno catalán y frenar al PP y a la derecha. Una variante del 'Pacto del
Tinell' sería el acuerdo suscrito ahora entre CiU y ERC para un referéndum
secesionista en Cataluña. De ahí la cara que se le quedó a Sánchez Llibre tras
la expresión de Hernando desde la tribunal del Congreso].
Críticas aceradas desde el nacionalismoAntes de la intervención final de Montoro en defensa de esta ley -ministros del Gobierno sólo asistieron él y
Ruiz-Gallardón y
Jorge Fernández Díaz-, los grupos fijaron posiciones en unos términos durísimos. Desde el Grupo Mixto, el independentista catalán
Joan Tardá ya inició su intervención con un significativo "asistimos con decepción por este proyecto de ley... decepción que es extensible a todo el sector de la economía social".
La crítica vino centrada en la 'laminación' el Grupo Popular ha hecho de casi todas las enmiendas de la oposición, especialmente de las provenientes de la izquierda y de todas las que tenían que ver con la 'economía social'. Especialmente grave es -según Tardá- el 'desprecio' con el que se trata en este proyecto ya aprobado a los cooperativistas. Tardá anunció que ERC va a reclamar al Gobierno una ley ad hoc para la economía social.
Por parte del PNV,
Emilio Olabarría fue mucho más moderado en el lenguaje, pero igual de duro en el fondo. Aunque su grupo votó a favor algunas enmiendas, Olabarría lanzó una dura crítica a la exclusión en la Ley de las singularidades forales en Navarra y País Vasco, cuando, por el contrario, sí se tiene en cuenta el régimen especial fiscal de Canarias.
Para los nacionalistas vascos, la ley ahora aprobada es cuando menos "discutible", y Olabarría calificó de forma durísima el concepto de emprendimiento que mantiene el Gobierno: "El emprendimiento no puede ser el sustituto de la creación de empleo de otros tiempos", sostuvo, para añadir que "esto no puede ser un paradigma". En cambio, el peneuvista propuso dos vías no contempladas en la ley: estimular el emprendimiento desde la escuela -habría que cambiar la LOMCE- y utilizar a los jubilados para enseñar emprendimiento a los jóvenes.
La izquierda real se descuelgaDesde UPyD, aunque con una valoración muy negativa, su portavoz,
Álvaro Anchuelo, anunció la abstención de su grupo, lo cual es una forma sin duda de apoyo. Anchuelo presentó una gran objeción a la ley: "Se queda muy corta para los objetivos que pretende", y criticó especialmente que se dieran escasos apoyos a las nuevas empresas y que además se hicieran al final, cuando menos se necesita, planteó los problemas que plantea la (mala) solución dada al 'criterio de caja' con el IVA y centró su desacuerdo con que el Gobierno no haya dado un mayor papel al ICO para la financiación de las nuevas empresas.
La izquierda real, por su parte, fue especialmente durísima durante su turno. Su portavoz para el caso,
Joan Coscubiela (IU-ICV) tuvo una frase de apertura que condicionó todo su desarrolló posterior: "Mal acaba lo que mal comienza", y llegó a decir que "cuando no se tienen políticas se hacen leyes, y eso es lo que está haciendo este Gobierno con los emprendedores, la palabra de moda".
La intervención de Coscubiela fue tan dura como para lanzarle al ministro Montoro la siguiente frase: "España es especialista en blanquear economía sucia, negra y criminal".
El PSOE se lanza contra el 'fraude' del índice de la hipotecaTan dura como la de Coscubiela fue la intervención del portavoz del PSOE,
Pedro Saura, la cual la inició con esta frase chocante: "Ayer, un emprendedor decía: 'Que nos dejen tranquilos, que no aprueben más leyes de emprendedores, que estamos peor que hace un año. Que nos dejen tranquilos'".
Es curioso porque, pese a todo esto, el Grupo Socialista votó a favor de las enmiendas introducidas en el Senado y, por tanto, a favor de la ley, y es curioso porque Saura se lanzó en plancha contra este texto: "Es una ley que es una chapuza y un fraude", dijo, porque "está pensada para el empresario que triunfa, pero no para el que inicia un negocio".
Finalmente, Saura entró en tromba contra la enmienda introducida por la puerta de atrás en esta ley por la que se fija un nuevo índice de referencia para las hipotecas: dijo que el Gobierno introduce por la puerta de atrás un nuevo índice hipotecario que eleva a 22.000 euros de media la hipoteca total de una familia española. "Es el Gobierno el que lleva a la insolvencia a las familias por la puerta de atrás", dijo.
Cerrando el turno, el diputado popular
Rafael Hernando y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, la calificaron de "ley relevante para la generación de empleo y para las pequeñas y medianas empresas". Incluso, Hernando respondió a Olabarría asegurando que "probaremos la cultura del emprendimiento desde la escuela"; es decir, era la respuesta positiva a la 'recomendación' que había hecho el nacionalista vasco.
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