La Escuela de Tauromaquia de Valencia cuenta entre sus alumnos
con un joven que vive entre Cuenca y Valencia para formarse como torero.
Se llama Aitor Darío, se apoda "El Gallo" y, aunque su nombre
artístico no le viene de la dinastía de los Gallo, aspira a llegar a lo
más alto.
Aitor explica que "Gallo es el apodo de mi familia. Desde mi
bisabuelo ya llamaban así a los hombres de la familia y al seguir la
afición por los toros de mi abuelo la gente volvió a llamarme así".
Los inicios
El Gallo se incorporó a la disciplina de la escuela que dirige Manuel
Carrión en el año 2011. "Desde pequeño quise ser torero, empecé a
entrenar por mi cuenta, porque no había escuela en Cuenca y a los 16
años cuando la abrieron me apunté. Después en un festejo en Utiel en
2011 conocí a los maestros y a los compañeros de la escuela de Valencia y
decidí que quería abrirme nuevos caminos", comenta el novillero.
Actualmente, tras su actuación en la feria de Fallas, piensa que "la
impresión que se llevó el público fue positiva y la gente se fue con
ilusión. Lo que se pretende es que quieran volverte a ver. Aunque al
segundo lo pinché, al primero, que era un buen novillo le corté una
oreja, y aunque no salí por la puerta grande creo que se vio la
capacidad que mostré".
"Estoy muy motivado porque la gente que me conoce está ilusionada y
me siguen para venir a verme donde toreo. Además, me han regalado un
traje de luces que estrené en Valencia en Fallas y ahora un traje de
corto, que me están haciendo gracias a unos aficionados que han tenido
el gusto de regalármelo".
En la Escuela de Tauromaquia de Valencia
Desde hace dos temporadas, Aitor es uno de los alumnos que muestra
mejores condiciones en su formación en la escuela de la Diputación de
Valencia y dice sentirse "muy bien, porque me estoy muy agradecido por
cómo me han acogido los maestros y los compañeros".
El Gallo tiene las ideas muy claras. Para él, "la escuela taurina es
el órgano de futuro de la fiesta, sin ellas el día de mañana no se cómo
seguiría la fiesta, porque es donde se preparan los toreros, cada vez
tienen más nivel y es porque se van puliendo desde los inicios".
"En la escuela de Valencia no sólo se implantan conocimientos del
toro - dice- también enseñan valores para la vida, de respeto y
educación, sobre todo ante nuestra fiesta, y, además, compañerismo y
competencia como debe de entenderse" añade Aitor.
Además, el novillero comenta sobre la titularidad de estos centros
formativos que "las instituciones, como las diputaciones y los gobiernos
autonómicos, son el punto fuerte de las escuelas taurinas, porque sin
ellas no podrían funcionar, hacen posible que vayamos al campo, a los
festejos y podamos formarnos con una programación y bien asesorados"
Estilo y preparación de un torero
El Gallo dice que no le han comparado con ningún torero, pero "no
quiero ser la copia de nadie. Me gustan muchos, sobre todo Morante, pero
las copias no son puras, ni de verdad, y uno tiene que hacerlo como le
sale y lo siente".
De momento sólo se plantea trabajar y aprender. "La preparación
física de un torero es fundamental para estar bien delante de la cara
del toro, aguantar toda la faena y no fatigarse, por eso hay que
preparase intensamente para tener mucha resistencia".
Y dice que sólo piensa en el día a día porque "para debutar con
picadores se entiende que ya eres profesional y debes dejar la escuela.
Eso es un salto muy duro, porque el número de festejos es menor, pero de
momento no tengo pensado el debut".
Presente y futuro de los toros
El Gallo habla con respeto del público. "El aficionado que de verdad
le gustan los toros también sigue a los novilleros, porque somos
diferentes y desconocidos y podemos sorprender. No vienen a disfrutar de
un torero consolidado, que ya se sabe cómo es, sino a descubrir valores
y seguir su formación y su carrera".
Está en sus comienzos pero tiene las ideas claras. "Cada torero, con
su forma de entender el toreo, tiene que hacer todo lo posible para que
el espectador se vaya satisfecho, porque este mundo se mantiene del
aficionado y hay que cuidarlo y respetarlo y la mejor forma es dar lo
máximo de uno mismo".
Asimismo, El Gallo tiene su opinión sobre la situación actual de la
tauromaquia. "El paso del toreo a Cultura nos da una gran alegría porque
es sujetarlo con más fuerza a España. En Francia nos están llevando la
delantera en la defensa de los toros, pero poco a poco se va a hacer
bien para tener al toro donde corresponde y respetarlo".
Y también tiene su visión sobre los grupos antitaurinos, de quienes
asegura que hay que respetarlos pero, "si conocieran mejor este mundo,
no se si se harían aficionados pero seguro que lo respetarían más.
Nosotros somos los que mejor cuidamos a los toros en el campo, los
ganaderos dedican mucho dinero y trabajo para que el animal esté bien
cuidado y eso también es porque se quieren, no sólo por los 20 minutos
que se ven en la plaza"