martes 23 de julio de 2013, 13:00h
Mariano Rajoy intenta recuperar la
iniciativa política con el anuncio de su comparecencia en el Parlamento para
analizar la situación económica y política de España, en el momento que le
parece más oportuno. No menciona el nombre de Bárcenas, solo habla del caso que
nos preocupa a los medios de comunicación, y a todos, dentro y fuera de España.
Las razones utilizadas son válidas para presentar su decisión como propia y
ajustándola a un repaso de final de curso político. Sin embargo, a nadie se le
escapa que el principal objetivo es poder superar una situación que le está
causando numerosos problemas en todos los aspectos. El más grave es la puesta
en cuestión de su credibilidad y prestigio que permite a algunos interesados
dudar de su continuidad en la presidencia del Gobierno. Eso provoca una erosión
en el electorado popular pero sin llegar a resquebrajarse. Otra cuestión más
inquietante es la división interna entre los dirigentes nacionales y
autonómicos populares que miran todas las noches las ediciones web de algunos
periódicos para comprobar si al día siguiente hay nuevo capítulo del culebrón
Bárcenas con revelaciones, falsas o no, que incendien los ánimos.
El anuncio de
comparecencia de Rajoy en el Congreso sirve para calmar algunas tensiones en
algunos medios internacionales que se precipitan clamorosamente y toman partido
aprovechando la coyuntura. Pero a quien más le ha servido de alivio es al
secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, porque le evita presentar
una moción de censura que podría suponer su suicidio político.
Con razón sus
enemigos en el partido, como el madrileño Tomás Gómez, le exigían y presionaban
para adoptar una iniciativa que puede convertirse fácilmente en un arma de doble
filo. Sobre todo porque una moción de censura requiere para ser un éxito: votos
para ganarla, propuesta alternativa de
gobierno creíble y un candidato sólido. Rubalcaba no reúne ninguna de las tres
condiciones y el daño de imagen para su partido sería mucho peor que el
beneficio de desgastar a Rajoy. Seguro que los eres en Andalucía también serían
objeto de esa moción de censura. Mientras tanto, quien trabaja y es el que de
verdad tiene la última palabra, es el juez Ruz.
Periodista. Director de 'Atalayar, entre dos orillas'. Colaborador en diversos medios como Punto Radio, Onda Cero, COPE, El Independiente y Colpisa. Colaboro en COPE, Colpisa, TVE, RNE y Diariocritico. Es autor de libros como 'Casco azul soldado español' o 'Misión: Líbano'. También fue director de los estudios 'Cómo informar sobre infancia y violencia' y 'Cómo informar sobre violencia contra la mujer en las relaciones de pareja' en colaboración con el Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia.
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (1)
22875 | Pikertom - 24/07/2013 @ 11:37:01 (GMT+1)
Este artículo huele a maniqueísmo periodístico, por el cual el caso Barcenas y la implicación de Rajoy y su gobierno en el mayor escándalo político de la era democrática no tiene importancia. Lo que tiene importancia, al parecer, es el suicidio político de Rubalcaba. ¡Manda narices!
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