¿A qué tiene miedo el presidente?

  Alguien le debería decir a Mariano Rajoy que lo peor que podría pasar es que no pasara nada. O mejor dicho, que intentara evitar que no pase nada.

   Si Mariano Rajoy quiere salir del trance en que se encuentra no tiene otra opción que dar la cara. Un presidente que se esconde con la excusa de que no puede estar dando explicaciones todos los días sobre el caso Bárcenas, es un presidente que tiene la partida perdida porque no podrá evitar que su honorabilidad salga bien parada. Pero además es que tiene la obligación de explicar a los españoles punto por punto todo lo que concierne al caso Bárcenas. Tiene que dar cuenta de la financiación de su partido, de los sobresueldos, de todo lo que su ex amigo y ex tesorero del PP ha afirmado en sede judicial. Lo que los ciudadanos no le perdonarán es que se empeñe en hacer como que no pasa esperando que con el paso del tiempo escampe.

   En cuanto a la moción de censura presentada por el PSOE, es un brindis al sol, una iniciativa parlamentaria acaso demasiado forzada para el objetivo principal que es que Mariano Rajoy de explicaciones ante el Congreso. Pero aunque sea un brindis al sol parece que es la única salida para forzar al Presidente de Gobierno a que no se oculte tras su mayoría parlamentaria y dé la cara.

   No estamos en marzo, pero viene a cuento recordar que los dioses ciegan a los hombres que quieren perder, y quienes aconsejan a Mariano Rajoy que lo mejor es no hacer nada lo único que están consiguiendo es que el presidente parezca que calla porque tiene mucho que ocultar.

   En esta ocasión hacerse el "gallego" o no dar la cara va a minar la cada vez más escasa confianza que los ciudadanos tienen en el presidente.

   Esperar a que escampe judicialmente o repetir sin parar que Bárcenas es un delincuente no les va a servir de nada ni al PP ni a Mariano Rajoy. Y siento decirlo, pero un presidente que no da la cara, que no se atreve a presentarse en el Parlamento y explicarse ante sus señorías y ante el país entero, es un presidente fallido.

   Es más, a Mariano Rajoy le debería de dar vergüenza que el principal partido de la oposición le tenga que presentar una moción de censura con el sólo propósito de obligarle a acudir al Parlamento a dar explicaciones.

   Me pregunto a qué tiene miedo el presidente Rajoy para no atreverse a acudir voluntariamente al Congreso de los Diputados. Insisto, lo peor que puede pasar es que no pase nada.