Lo anunciamos hace ya unos días: que
el PP quería 'roldanizar'
a Luis Bárcenas para poner en solfa todas las confesiones que el extesorero
puede lanzar a partir de ahora. Y de hecho, ya han puesto distancias con el
ilustre preso, al que le llaman ya abiertamente 'delincuente' y, por tanto, 'mentiroso'
que lanza 'falsedades' para librarse él del castigo.
Esa es la estrategia que ha puesto en marcha la
cúpula del PP y de la que no va a cejar: poner distancia con Bárcenas, llamándole
ahora delincuente, cuando hasta hace bien poco elogiaba en comunicados
oficiales sus servicios y su lealtad al partido y a sus dirigentes. Es más, se
ha desempolvado aquel 'pongo la mano en el fuego' y declaraciones parecidas.
Dentro de esa estrategia se incluye el afirmar que
Bárcenas no tiene nada que ver con el PP, cuando desde la oposición se recuerda
que hasta el 31 de enero de este mismo año le ha estado pagando un sueldo de
21.000 euros mensuales y ha estado cotizando por él a la Seguridad Social, y
cuando se le ha estado pagando hasta ahora la defensa.