Pregunta.- ¿Cómo termina un ama
de casa de Daimiel participando en un reality show de cocina?
Respuesta.- Metiéndome en berenjenales, como intrépida que soy. Por
casualidad, descubrí el casting por internet, para mi sorpresa según iba
leyendo, más me parecía que era para mí, pues cumplía todos los requisitos y no
lo dudé. El resto de castings fue muy rápido y de pronto yo era una de los 15.
P.- Hemos visto lo que ocurría en el concurso
pero... ¿Cómo era la convivencia en el programa fuera de la emisión?
R.- La
convivencia entre concursantes siempre fue buena en casa y grabando. Con el
equipo, bien también. Con los jueces, tensa y distante. Luego se fue relajando
el asunto.
P.- Para usted... ¿Juan Manuel es justo ganador del programa? ¿Quién era
su favorito/a?
R.- Justo, justísimo, se lo merece, siempre su sueño fue ser
cocinero. Buena persona, trabajador y aplicado. Mi favorito desde la primera
semana, se lo auguré: "Tú serás el MasterChef". Y siempre aposté por él, en
directo y diferido.
P.- ¿Y qué le gusta
cocinar a Santiaga?
R.- Me gusta
cocinar lo tradicional internacional, es decir, los platos más conocidos del
mundo.
P.- ¿Qué plato no cocinaría nunca?
R.- Un cochinillo
asado entero, me da una pena... y tampoco lo como. Aparte de esos bichos que
comen en otras zonas: hormigas, serpientes, saltamontes...
P.- Fue 'repescada' para el concurso después de
una primera eliminación, supongo que fue duro quedarse dos veces con la miel en
los labios...
R.- Para nada, yo
sabía que la repesca no era para mí. Al final es un concurso y yo siempre fui
consciente.
P.- ¿Qué fue lo mejor y lo peor de su paso por el
programa? Supongo que anécdotas...a cientos
P.- Lo mejor: la
experiencia. Mis compañeros, las pruebas de equipo, las sorpresas del programa...
y sobre todo conocer a los grandes cocineros del tallaje que nos visitaron. Lo
peor: que se acaba para siempre.
P.- ¿Se ha quedado con ganas de mostrar un poco
más?
R.- Indudablemente,
apenas dio tiempo para mostrar mi gran pasión que me acompaña durante toda mi
vida y afamada por quien realmente me conoce.
P.- ¿Son tan duros los jueces como aparentan en el programa?
R.- Sí, tal y
como se ven.
P.- Pepe Rodríguez regenta El Bohío, en
Illescas... ¿ni un poquito de manga por aquello de la procedencia
castellano-manchega compartida?
R.- ¿Pepe? ¡Ni
pizca! Él en su sitio y yo en el mío. Y es lo suyo. Además es un gran hombre,
con un humor sabio y cabroncete.
P.- Y en su pueblo ahora... ¿qué le dicen por la
calle?
R.- Tanto en
Pedro Muñoz (mi pueblo), como en Daimiel (donde vivo desde hace ya casi 29 años) te preguntan de todo, tienen
curiosidad por las cosas de la tele. Pero me animan y me dan la enhorabuena. Siento más mi salida por ellos que por mí
misma, ¡se lo estaban pasando bomba!
P.- ¿Diría que el
programa le ha cambiado la vida?
R.- No, para
nada. Esto no deja de ser una experiencia en mi vida y un grato recuerdo, pero
nada más.
P.- ¿Y ahora qué...? ¿Continuará
formándose? ¿Quizá probará a montar algo
en el ámbito profesional? (hemos visto que está recorriendo algunos
lugares de España junto a otros participantes)
R.- Toda oportunidad de formarme lo haré como hice siempre. En
cuanto a emprender negocio, es lo que más he soñado siempre, pero corren malos
tiempos para aventurar.
Este verano estaremos moviéndonos
según nos indiquen la editorial y la productora del programa.
P.- ¿Qué consejos les daría a los participantes de
la próxima edición de MasterChef?
R.- Que disfruten
del momento, que ojalá no les pueda la presión y que aprovechen las clases que
imparten los cocineros, como por ejemplo, los de Le Cordon Bleu.