Nieto del fundador del Marca, fue un referente en
la edición de libros
Fallece el editor Manuel Fernández-Cuesta, jefe de Península y el Aleph
jueves 11 de julio de 2013, 09:25h
Manuel Fernández-Cuesta, editor hasta hace dos
semanas del Área castellana de Grup 62, editorial catalana del grupo Planeta
que acoge los sellos Península y El Aleph, falleció el miércoles en su
domicilio madrileño. "Todo parece indicar que ha sido un paro cardiaco en
el curso de la pasada noche y esta mañana", informó el departamento de
comunicación de este grupo editorial perteneciente a Planeta, del cual se había
desvinculado Fernández-Cuesta (Madrid, 1963) tras llegar a un "mutuo
acuerdo".
Manuel Fernández-Cuesta (Madrid, 1963) era nieto
del periodista Manuel Fernández Cuesta Merelo, fundador del diario deportivo
Marca, y él mismo siguió esta tradición en las letras españolas. En mayo del
2011, tras una importante trayectoria como editor de ensayos, fue nombrado
Responsable del Área castellana de Grup 62, asumiendo también la dirección El
Aleph, uno de los sellos más reconocidos del panorama narrativo.
Fernández-Cuesta estudió Derecho y Filosofía y
amplió estudios en París y Milán, interesándose por el marxismo clásico, la
teoría del Estado y la sociología política y cultural. Indentificado con el marxismo, hombre de gran corazón, paciencia y reflexión, comprometido con la libertad, fue colaborador habitual
del periódico digital Rebelión y de Mundo Obrero, y colaboró igualmente con
diversos diarios como Público o El Mundo; sus artículos más recientes han
aparecido en los últimos tiempos en El País, cuartopoder.es y eldiario.es.
Desde septiembre de 2007 hasta dos semanas antes
de su fallecimiento estuvo ligado a Grup62 , primero como director de Ediciones
Península y desde mayo de 2011 como responsable del área castellana de Grup62,
integrada entonces por los sellos editoriales Península, El Aleph, Luciérnaga y
Salsa Books.
Península se fundó en 1964 y el sello está
especializado en ciencias humanas y sociales, especialmente en filosofía e
historia, en los grandes temas de política internacional e intervención
cultural y en el género biográfico. Uno de los proyectos que lanzó es la
creación de la colección Gran Atalaya, que reúne aquellos títulos y autores
emblemáticos que, ya sea por la calidad de sus textos o por la buena acogida
del público, han determinado una manera de publicar y comercializar este tipo
de libro.
En Península, Fernández-Cuesta consiguió mantener una cierta autonomía. La prueba está en su catálogo, que se diferenciaba, entre todos los dedicados al ensayo, por su
contenido ideológico. Ensayos sobre feminismo, lucha de clases, historia
política, descripciones de los mecanismos ocultos del poder, tratados
históricos de pensamiento político...
Pero en 2011, en sus nuevas responsabilidades,
además de conservar las funciones de gestión editorial y de proyecto de
Península asumió también las del sello literario El Aleph Editores, que publica
en castellano obra destacada de ficción de diversos autores de referencia.
Combina premios Nobel como Elfriede Jelinek con la última literatura de
portuguesa; un sello que ha rescatado a Di Benedetto y a Malamud, y que incluye
en sus propuestas a Agota Kristof así como pinceladas alternativas como Jim
Dodge o Chuck Palahniuk. Entre los autores más cercanos se contempla a autores
de la talla de Juan Goytisolo y Ray Loriga.
En su anterior etapa profesional, Fernández Cuesta
formó parte de la cúpula de la editorial Debate, integrada en el Grupo Random
House Mondadori.
Manuel Fernández-Cuesta, de trato muy afable, vivía
en Madrid dedicado a la edición literaria. Asimismo enseñó escritura de las
ideas y ensayo en Hotel Kafka de Madrid y fue profesor del Máster en Edición de
la Universidad de Salamanca y del Máster de Edición de IDEC (Universidad Pompeu
Fabra de Barcelona).
Es autor de los textos y comentarios que acompañan
las fotografías de Robert Capa en el libro Fotógrafo de guerra. 1936-1939 (Hiru
Argitaletxea, 2000).
Desde Grup 62 han manifestado la
"consternación" con que han recibido la noticia. "Nunca te lo
esperas, era un editor de raza, una persona con la que habíamos trabajado muy
agusto", han indicado.
Grup 62 está recibiendo numerosas llamadas de
apoyo de escritores que "valoraban su trabajo y su dedicación" y,
como ha destacado Grup 62, Manuel Fernández-Cuesta era "muy buen
profesional" y una "gran persona".