Antes
que consentir que se tambaleen el Gobierno y la dirección del PP
Se inicia la operación 'roldanizar a Bárcenas': 'Hay que desacreditar al preso'
miércoles 10 de julio de 2013, 10:51h
Determinados
dirigentes del Partido Popular han cerrado filas en torno a Rajoy y a sí mismos
y han puesto en marcha la denominada 'operación roldanizar a Bárcenas', o, lo
que es lo mismo, desacreditar de tal forma al exgerente y extesorero del PP que
quede él como el único 'chorizo' en ese partido, y el único que, junto a
Francisco Correa y 'su red Gürtel', se ha lucrado de forma delictiva y abusando
de la buena fe de los sucesivos dirigentes del partido.
Luis
Bárcenas, el hombre que más sabe de supuestos chanchullos, financiaciones
ilegales o sobresueldos en el PP no es más que un 'ratero' similar al ex
director general de la Guardia Civil, Luis Roldán: ésa es la 'doctrina' que el apparatchik
de la calle Génova 13 va a poner en marcha con toda virulencia. Se trata de
hacer llegar a la opinión pública la idea de que Bárcenas 'robó' al partido sin
que lo supieran sus dirigentes y que cuando se ha visto descubierto por la
justicia ha tratado de involucrar a otros, que son inocentes, dicen en el PP.
Es
algo que nadie se cree, pero que, dado el carácter del español y los potentísimos
medios de los que dispone el poder, pueden hacer variar la opinión pública de
la misma manera que el Partido Socialista y Felipe González consiguieron hacer
recaer todo el oprobio posible sobre Luis Roldán, de manera que todos sus documentos y
revelaciones quedaron en papel mojado. La tesis es sencilla: desacreditar por
completo al personaje y convertirlo en un ladrón y en un embustero de manera
que todo lo que diga o haga se vuelva en realidad en su contra.
Esa
operación tiene, claro está, una estrategia definida con unos pasos muy
precisos. Primero, negar incluso hasta la evidencia: los papeles son falsos,
nadie ha cobrado sobresueldos, Bárcenas miente. Segundo, criminalizar a
Bárcenas: repetir en determinados círculos hasta la saciedad que es un ladrón
que actuaba por su cuenta y riesgo y lo hacía en su propio beneficio.
Tercero,
no citar el nombre de Luis Bárcenas en vano: Bárcenas no existe, no ha existido
nunca, su nombre queda borrado de las columnas del templo del poder en el PP,
al igual que hacían los egipcios con determinados faraones. Ningún dirigente
debe decir en público el nombre de
Bárcenas, y mucho menos en sede parlamentaria.
Cuarto,
utilización al máximo del poder mediático del PP: todos los resortes que el PP domina de una o de otra manera
en los medios de comunicación -y son muchos y muy variados y de muy diferentes maneras-
deben ser puestos en marcha para desacreditar a Bárcenas, insultar y
desprestigiar a los que crean en los documentos que pueda presentar el
extesorero del PP y lanzar el mensaje de las bondades personales y limpieza de
espíritu de Rajoy, de Dolores Cospedal y no digamos del 'niño Arenas' -aunque
el tal 'niño' ya esté al borde de la jubilación-.
Quinto,
ir presentando ante los opinión pública a determinados chivos expiatorios, pero que ya todo el mundo conoce: Bárcenas actuaba por su
cuenta, citaba el nombre de Aznar, Rato, Cascos o Rajoy en vano para conseguir
contratos y para que los empresarios le pagaran comisiones que iban a su propio bolsillo,
pero que no llegaban al partido y menos a directivos en forma de sobresueldos.
De hecho, nadie, salvo algún 'despistado', ha firmado 'recibís' por los supuestos pagos de Bárcenas, y sin ese papel u otro similar, no hay caso. Es uno de los
problemas cuando se paga en 'negro': si no hay constancia, ¿cómo demostrarlo? Por el contrario, dicen ya en el PP, las cuentas de Bárcenas en Suiza sí son demostrables: he ahí la prueba
de quién es el 'chorizo' y quiénes las 'víctimas', dicen en el apparatchik del PP.
Y,
finalmente, si hay que buscar otros chivos expiatorios, no hay problema: ya
están citados en el sumario, como el empresario Ángel Sanchís, que aparece en
los papeles de la Brigada de Blanqueo de Capitales de la Unidad Central de
Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF)... ¿no tenía Sanchís firma en los bancos suizos
con los que operaba Bárcenas? Pues eso...