Los de Scolari, campeones en su Maracaná
Brasil torea a una Roja sin fuerza ni bravura y la liquida con tres estocadas, tres (3-0)
-Todo salió mal: penalti fallado por Ramos y expulsión de Piqué
domingo 30 de junio de 2013, 23:26h
El mundo al revés: los 'toreros' artistas del fútbol y máximas figuras mundiales en el último lustro, toreados, banderilleado y muertos a estoque en tres ocasiones por un Brasil, que lidió a la perfección a una Roja ausente de fuerza y casta. Maracaná sigue siendo plaza inexpugnable y la Copa Confederaciones el sueño imposible y trofeo pendiente para España (3-0).
"Olé, olé, olé". No eran gritos coreando el toreo de España a otro rival, tan habituales. Eran los de los seguidores brasileños disfrutando al ver cómo sus jugadores toreaban a una Roja muy mansa y que no dio la talla en una plaza tan exigente y mítica como Maracaná. Y es que ni hubo 'maracanazo' ni siquiera se intentó, al regalar un gol nada más empezar el festejo. La Copa Confederaciones cerró su novena edición ganando
enjundia con la mayor fiesta del fútbol posible. Era la gran reválida
de la Roja. Imponer su estilo en un triunfo que sería legendario. La
victoria y el título que le faltaba. Quiso heredar el testigo e Uruguay
para un nuevo 'Maracanazo', pero se topó con un rival majestuoso.
Pero ahora los 'toreros' de Brasil han añadido la potencia física y el orden táctico que impone el
'sargento' Scolari. Y mantiene la magia gracias a futbolistas como
Neymar. Nacen con ella en las venas. Salen de cualquier rincón de un
país que respira fútbol, con porterías donde hay pobreza y abundancia
sin termino medio. De mañana a noche los brasileños juegan al fútbol en
la playa o el asfalto. Con calzado o descalzos. Es su gran pasión.
Y derrotar a la selección del momento era un gran reto para una Brasil
que quiere recuperar el prestigio perdido en una década de bandazos.
Tenía estudiada a la perfección a España y salió a por ella. Al arrancar
el partido, el primer tanto ya lo había marcado Maracaná. Sin cumplirse
el minuto 2. Con la salida en tromba esperada. Un centro desde el
costado derecho de Hulk. Un salto mal medido de Piqué y Arbeloa. El
rechace fue un regalo del cielo a Fred que desde el suelo superó por
alto a Casillas.
La presión de jugar con un estadio entero a su
favor se transformó en un futbolista 'verde-amarela' más. Brasil salió a
morder, al límite de lo permitido en el reglamento por dureza, con un
centro del campo que impuso su físico y tres 'demonios' en ataque
-Neymar, Fred y Hulk-, tan verticales que hicieron tambalearse a la
Roja. España estaba nerviosa. Superada. Desajustes defensivos.
Pérdidas en la salida de balón, anulados por la presión asfixiante del
rival. Afrontaba el más difícil todavía. El sueño se tornaba en
pesadilla. Por primera vez comenzaba con todo en contra una final. No
ocurrió ante Alemania ni Italia en las Eurocopas. Ni Holanda en el
Mundial.
Los brasileños plasmaban sobre el césped el
planteamiento perfecto de Scolari. Atacaban directos. Eran puñales en
los costados. En pleno desconcierto Oscar perdonaba. A los ocho minutos,
con todo a placer desde el punto de penalti no encontró el arco.Tenían orden de frenar a Iniesta de la forma que fuese y encontraron la
permisividad del colegiado holandés para superar la ralla. Patadas por
detrás, duras entradas que no rebajaban las granas de protagonismo del
genio español. Cuando España sufría pedía la pelota, encaraba e
intentaba poner de nuevo al equipo en la senda del fútbol. No había
forma, a los doce minutos Casillas salvaba el segundo a un balón picado
de Paulinho y a los 32 reaparecía su gen de salvador en un mano a mano
ante Fred.
Superada por el ambiente España cometía errores de
principiantes. No cerró un saque de esquina a su favor y lo sacó en
corto. Arbeloa vendido ante Neymar. Le derribó. Pudo ser roja como
exageración del brasileño. Iniesta tiraba de orgullo y probó a Julio
César. Italia había enseñado el camino de como desdibujar a
España. El gran secreto es la superioridad sobre sus laterales. Arbeloa
sufrió con Neymar y Alba no tuvo su día con Hulk. Faltó consistencia
defensiva al centro del campo de la Roja. Brasil llegó fácil y en
oleadas. Sus jugadores iban al límite, superiores en el físico a un
rival que tuvo un día menos de descanso y que llegó a la final tras
prórroga
Los errores costaban caros. Eran ocasiones brasileñas.
Alba fallaba un pase y la jugada acababa en segundos en Fred. Brasil, la
selección que más faltas cometió en la Confederaciones, no se lo
pensaba para evitar que España dominase. A su ritmo, llegó la gran
ocasión para Pedro. A la contra Mata le dejó solo, encaró a Julio Cesar,
le superó con su disparo y cuando se celebraba el tanto del empate
apareció David Luiz para lanzarse al césped y evitarlo. Restaban
cinco minutos para el final del primer acto. Un punto de inflexión para
levantarse. No era la noche. El castigo no había acabado y cuando todo
terminaba apareció Neymar. El mejor jugador de la Confederaciones lanzó
una pared y a su velocidad soltó un latigazo a la red. Fusiló a Casillas
y a España. Su misión era imposible.
La afrontaría tras el
descanso. Con Azpilicueta por Arbeloa que tenía peligro de expulsión
marcando a Neymar. Cuando el balón comenzaba a ser dominado llegó la
sentencia. Otra vez a los dos minutos de comenzar. Hulk rompió en
velocidad, Neymar la dejó pasar en un gran gesto y Fred definió ajustado
al poste. Maracaná era una fiesta. El baño soñado al campeón del
momento.Con la losa de tres goles en contra y un partido al
gusto de Brasil para explotar sus virtudes, Del Bosque buscó la reacción
con Navas. El primer balón que tocó provocó un penalti de Marcelo. Un
punto negro de esta España. Habían fallado nueve de 22 lanzamientos.
Villa en el banquillo. Ramos asumió la responsabilidad y falló el
décimo. Cruzó su disparo y acarició el poste.
La final estaba
perdida y había que evitar el ridículo. Brasil no frenaría. Tenía un
mensaje de dominio que lanzar al mundo. Y España mantuvo la grandeza del
campeón para caer atacando. Con Iniesta chutando, Pedro y Villa, pese a
jugar ya en inferioridad numérica por la expulsión de Piqué. Derribó
siendo último hombre a Neymar. 22 minutos con diez, con Casillas
saliendo rápido para evitar goles, sacando como podía disparos de
Marcelo o Jo.
Temblaba la grada al ritmo de "soy brasileño con
mucho orgullo y amor". Era el cántico orgulloso de un pueblo hacía su
equipo. El que debe mantener España con una generación de la que nadie
puede dudar y que perdió su primera final. La Confederaciones se clava
como una espina y sirve de aviso para el Mundial que asoma en el que la
Roja ya no será la gran favorita.
Ficha técnica:
3 -
Brasil: Julio César; Daniel Alves, David Luiz, Thiago Silva, Marcelo;
Luiz Gustavo, Paulinho (Hernanes, m.88), Oscar; Hulk (Jadson, m.73),
Neymar y Fred (Jo, m.80).
0 - España: Casillas; Arbeloa
(Azpilicueta, m.46), Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Xavi;
Pedro, Iniesta, Mata (Navas, m.52); y Fernando Torres (Villa, m.59).
Goles: 1-0, m.2: Fred. 2-0, m.44: Neymar. 3-0, m.47: Fred.
Árbitro: Björn Kuipers (HOL). Amonestó a Arbeloa (15) y Ramos (27)
por España. Expulsó por roja directa a Piqué a los 68 minutos por una
falta a Neymar.
Incidencias: final de la Copa Confederaciones disputada en el estadio Maracaná con 73.500 aficionados en las gradas.