Hace 28 se creó la universidad de
Castilla-La Mancha y desde entonces ha llovido mucho. Su función social y
académica ha evolucionado y empieza a hablarse de la relación empresa-universidad
como obligación pero, sobre todo, como necesidad para salir de la crisis.
Las universidades españolas quieren
convertirse en esos grandes centros early adopters -es decir, visionarios o innovadores- de las nuevas tecnologías
para emprendedores.
Se trata de fomentar una universidad
exportadora de ideas y de tecnología que permita el cambio productivo del que
se viene hablando desde hace ya más de un lustro pero que sigue sin eclosionar ni
en España ni en Castilla-La Mancha.
Pedro Carrión es el vicerrector de Transferencia y Relaciones con
la Empresa en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Un departamento con
apenas año y pico de recorrido y que surgió como "necesidad condicionada por el
horizonte 2020" que se ha marcado la Unión Europea.
En la UCLM, cuenta Carrión, se ha
pasado de los interlocutores "dispersos" con la empresa a centralizar las cada
vez más necesarias relaciones entre universidad y empresariado. "Estamos obligados a investigar,
a innovar y a transferir porque la universidad nace de la sociedad que es la
que financia nuestras actividades", comenta.
"Los proyectos universitarios han de ir de la mano de las empresas"
¿En qué se traduce esa relación? Las
empresas ofrecen prácticas a los universitarios por un lado y, por otro, la
universidad potencia la creación de nuevas empresas a través de las denominadas
Junior Empresas y Spin-Off
Universitarias.
Las Junior Empresas han sido creadas por estudiantes tutelados por el
profesorado y llegan incluso a facturar aunque no se conciban como empresas con
ánimo de lucro. Actualmente hay ocho proyectos en marcha en toda Castilla-La
Mancha. Una cifra importante si tenemos
en cuenta que en todo el país el número de proyectos tan sólo suman 24.
Y después están las Spin-Off o empresas creadas por los
investigadores de la universidad que permiten transferir patentes o tecnología
útiles al sector productivo.
"Los proyectos que desarrolle la
universidad han de ir de la mano de
empresas. Se va a potenciar la investigación aplicada, es decir, aquella que
les sirva a las empresas para generar productos finales, vendibles y, sobre
todo, que genere puestos de trabajo", explica Pedro Carrión, un convencido de
que es la pequeña y mediana empresa la que más necesita recurrir a la universidad.
En 2011, la UCLM firmó 600
contratos con empresas de Castilla-La Mancha en este sentido, por valor de
nueve millones de euros, aunque en 2012, Carrión reconoce que se produjo un
"cierto bajón" y este año "no va mal del todo".
"Las pymes no aprovechan la universidad como nosotros querríamos"
El 90% del tejido empresarial de
Castilla-La Mancha son pymes o micropymes pero... ¿Son conscientes de que pueden
recurrir a la universidad y, además, quieren hacerlo?
No es fácil, según Pedro Carrión,
quien reconoce que "las empresas son conscientes de que pueden aprovechar lo
que ofrece la universidad aunque no al nivel que nosotros querríamos".
Por eso, la UCLM ha decidido
apostar por campañas de difusión de su servicio ya que, según reconoce el
vicerrector, "cuesta hacer el primer contrato que muchas veces es una cosa
pequeña. Una vez superado ese obstáculo, se fideliza y a partir de ahí se plantean
nuevos retos y contratos".
Recortes a la investigación... toca 'buscarse la vida'
"Las grandes empresas pueden
permitirse el lujo de tener un departamento de I+D+i y diría que incluso ellas
tienen muy difícil abarcar todas las ramas del saber. Pero, por otro lado, ¿quién es el departamento de I+D+i de las
microempresas? La respuesta está en la universidad a través de la Oficina de
Transferencia de Resultados de la Investigación, OTRI", defiende Carrión cuyas
buenas intenciones, sin embargo, se topan con una realidad bien distinta.
Y es que los recortes presupuestarios
han tocado también, y de qué forma, a la investigación en el ámbito de la
universidad.
"Hemos sufrido un recorte muy
importante en el presupuesto" reconoce Pedro Carrión que no desvela, sin
embargo, las cifras con las que trabaja la UCLM cuando le preguntamos por ellas.
"Es un presupuesto variable, dependiendo del número de contratos", comenta.
Sí explica que la universidad,
como todos, se 'busca la vida' para continuar con sus proyectos investigadores.
"Estamos buscando vías alternativas. Esa relación que tenemos con las empresas
es una vía de financiación porque por esos contratos se cobra. Estamos en una
situación de austeridad pero en ningún caso de menoscabo de nuestra función
docente".
La continuidad de los proyectos
de investigación está dependiendo de la voluntad del propio profesorado más que
del propio impulso económico y sobre todo político. Carrión elude cualquier
tipo de crítica a los dirigentes políticos y prefiere destacar el "compromiso
de todos los componentes de la universidad. Hemos sabido cambiar el chip y
seguimos haciendo actividades que antes tenían presupuestos importantes casi
casi a coste cero. ¿Por qué? Pues porque la gente se entrega y le pone ilusión".
No queda más remedio teniendo en
cuenta que, según explica, la situación de las convocatorias para la actividad
investigadora. "Han desaparecido las convocatorias regionales, las nacionales casi casi y lo europeo es
bastante complicado".
"No todos pueden ser emprendedores"
Está cambiando el modelo
productivo, los hábitos del consumidor, se sucede la aparición de nuevas tecnologías, ya no es igual nuestra
forma de divertirnos o incluso la manera de acceder a los alimentos... argumenta
Carrión quien se muestra optimista ante las posibilidades para salir de la
crisis.
"Creo que una pequeña contribución
puede venir de la mano de los emprendedores pero no podemos centrarnos en el
efecto péndulo. Eso de que antes casi todos querían ser funcionarios y pocos
empresarios y ahora es al revés. No todos pueden ser emprendedores, no todos
tienen las características necesarias para emprender y no todo el mundo tiene
una buena idea", asegura para añadir que "un emprendedor no sólo es que hace
algo novedoso sino el que es capaz de montar una panadería con un valor
añadido.
La relación de la universidad y
la empresa puede ser determinante para salir de la crisis. Crowfunding, Business Angels...
son, en opinión de Pedro Carrión, formas alternativas para superar la actual
situación económica junto a un "necesario cambio del concepto comercial y una
apuesta por la internacionalización". El tiempo dirá si es el camino correcto.