jueves 09 de mayo de 2013, 19:35h
El ministerio de la cosa militar y que vela por nuestra
seguridad y prestigio en el exterior, padece de un acentuado problema de
olvidos. Pero lo curioso es que estos olvidos afectan al pasado, al presente y
hasta al futuro. Como suena.
No quieren oír hablar de que los investigadores metan la
nariz en documentos clasificados que datan de antes de 1968. No quieren
permitir la investigación de la guerra civil, ni de la de Ifni, ni de nada que
consideren que simplemente, no les gusta, porque el cuento de la seguridad
nacional, a estas alturas, ya no se lo cree nadie.
Claro que el último gobierno de Zapatero nos dejó un
regalito allá por noviembre o diciembre de 2011: la clasificación sine die de
documentos de Defensa e incluso de Exteriores lo que impide, por ejemplo, que
los investigadores puedan inspeccionar documentación que afecte a la sin duda
excelente actuación del Jefe del Estado para lograr que empresas españolas se
dediquen a construir AVES en Arabia, Rusia o Uzbequistán.
Defensa ha estado también olvidando - y no solamente Defensa
- a los militares de la Unión Militar Democrática (UMD) que ayudaron a la
llegada de la Democracia a España. Que por cierto, se presentó hace unos días y
con gran éxito, un libro (Los militares
olvidados por la Democracia, de Fidel Gómez, Vivolibro ediciones, 2013)
Y eso fue durante muchos años, hasta que en 2010, el
Gobierno de Zapatero y la ministra de Defensa entonces Carme Chacón,
reconocieron su labor. Todo esto, y mucho más que podrían citarse, son
"olvidos" del pasado.
Y ahora está el presente. Defensa consiente el arresto con
privación de libertad de Jorge Bravo, suboficial del ejército y presidente de
la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) por decir que se pueden
hacer más recortes en las Fuerzas Armadas que no afecten a los sueldos. Defensa
"olvida" la Ley de Derechos y Deberes de los Militares y el hecho de que,
aunque no le guste, las asociaciones militares son legales desde hace muchos
años.
Pero es que también hay actuaciones que denotan "olvidos"
que afectan al futuro. Se les olvidó, por ejemplo, vigilar a la empresa que
tenía que construir el submarino de la serie 80 y que, de repente, ha
descubierto que se han pasado en 75 o 100 toneladas. Y ahora a buscar millones
para prorrogar la vida útil de otro submarino que estaba avocado al desguace en
unos meses.
Ya parecen demasiados olvidos - sobre todo en época de
transparencias -si no se entra en el campo de la falta de voluntad política en
unos casos o de la incompetencia en otros.