Los consejos de Pepe el tuerto
lunes 29 de abril de 2013, 19:33h
No es la primera vez que, refiriéndome al presidente de la Junta de Andalucía y del PSOE, José Antonio Griñán,
he recordado el viejo refrán castellano que afirma que "en el país de
los ciegos el tuerto es rey". Y, tal y como están las cosas en el
Partido Socialista, con un secretario general puesto en cuestión a los
pocos meses de ser elegido, en estos momentos Griñán es el tuerto entre
todos los líderes, jefecillos, cabecillas y cogecosas del PSOE que
esperan suceder en el cargo a Alfredo Pérez Rubalcaba, dirigente más que amortizado. Ni Eduardo Madina, niCarmen Chacón ni Patxi López ni Elena Valenciano, aquí el único que parece tener claro su futuro es Pepe El Tuerto, que
aprovecha cualquier oportunidad para atribuirse propuestas falaces y
supuestamente existosas ya sean de sus colegas de IULV-CA en la Junta,
ya de sus asesores en la sombra. Lo han podido comprobar con lo de la
supuesta expropiación de los pisos a los bancos, con las tres comidas al
día para los niños necesitados o con ese anuncio tan rimbombante hecho
en Madrid en el Foro Nueva Economía reclamando al Gobierno de Mariano Rajoy la
convocatoria urgente de una gran mesa de diálogo a nivel nacional que
sirva para fortalecer la posición de España ante la Unión Europea. Unas
horas después, la propuesta de Pepe Griñán abría los informativos de radios, televisiones y digitales. Objetivo conseguido. Y a otra cosa, mariposa.
Habló
quien pudo. Si no recuerdo mal, a principios del presente año Griñán
formuló una propuesta similar a todas las fuerzas políticas y sociales
de Andalucía bajo el llamativo nombre de "Pacto por Andalucía". Tras
reunirse consigo mismo como secretario general del PSOE-A, con el
presidente del PP-A, Juan Ignacio Zoido, con el vicepresidente de su Ejecutivo y coordinador general de IULV-CA, Diego Valderas, con la entonces líder el PA, Pilar Sánchez,
con los sindicatos y los empresarios, el Pacto por Andalucía ha pasado a
dormir el sueño de los justos en un cajón del Palacio de San Telmo.
Griñán ha puesto como ejemplo de diálogo el Pacto por Andalucía al que
se han llevado ya un pacto económico, uno por el sector agroalimentario,
uno por el turismo y otro por la cultura y en la que también se
abordará uno por la igualdad. Aunque no dice, porque no le interesa, que
no se ha alcanzado aún pacto alguno. En el fondo lo que Griñán quiere
no es otra cosa que titulares llamativos que calen en las débiles mentes
de los ciudadanos a los que van dirigidos a través del altavoz de "la
suya", Canal Sur, y que solapen esa cruz que sobrelleva tan malamente
del millón y medio de parados y del escandaloso fraude de los EREs
falsos de la Junta.
Lo malo que tienen este tipo de convocatorias
es que, pese a que el protagonista suele estar arropado por la plana
mayor de su partido (Rubalcaba incluído) en una claqué absolutamente
entregada a la causa, también se cuela algún periodista que no es de la
cuerda que le hace alguna pregunta incómoda. Preguntado por los datos
del desempleo en Andalucía (más de millón y medio de parados) y si éstos
apuntarían a que la región estaría en el segundo escalafón de una
España a dos velocidades, ha dicho que Andalucía es el único sitio en el
que el año pasado creció la población activa y ha mantenido que no es
la tasa de paro la que distingue "las dos velocidades" sino la capacidad
de competir o de apertura económica. "Como se puede medir la dualidad
de España es por si la población crece o no y por la balanza por cuenta
corriente que pueda tener cada comunidad autónoma y la de Andalucía
tiene superávit". Lo dicho. Para el tuerto, como decía Antonio Machado,
nada es verdad ni es mentira, todo es del color del cristal con que se
mira, Lo de menos es que aquí tengamos una tasa de paro del 35 por
ciento, lo importante es que, pese a todo, ha crecido la población
activa. Genial, querido Pepe.
Otra de las preguntas incómodas ha
sido sobre el asunto de las primarias en su partido. Y ahí se le ha
visto el plumero. Griñán no quiere primarias ni de broma porque sabe que
como sean los afiliados quienes elijan al candidato, él tiene escasas
posibilidades. A ese respecto ha señalado que su partido lleva menos de
un tercio del mandato del último Congreso Federal y que en estos
momentos estos "fuegos de artificio" no hacen más que dañar su imagen,
porque los ciudadanos les ven más preocupados por ellos mismos que por
los problemas de la gente. También ha asegurado que él no tiene "tiempo
material" para ocuparse de los posibles candidatos, porque Andalucía
tiene "muchos problemas". Ja. Bueno, pues ya verán como "sí tiene
tiempo" cuando llegue la hora de la verdad, aunque Andalucía roce
entonces los dos millones de parados. Al tiempo.