Todo depende del color del
cristal con que se mira. Según los ministros económicos del Gobierno, la
recuperación de nuestra economía va a llegar mucho antes de lo que se espera.
Pero mientras llega, lo que tenemos en 6.202.700 parados, un 27,16 por ciento
de la población activa, que es una cifra que sólo hace un año, incluso unos
meses nos parecía muy lejana, casi imposible. La destrucción de empleo, una vez
destruido casi todo el empleo que se podía destruir, sigue imparable. Y los dos
millones de hogares donde nadie ingresa nada ponen en duda que, con esta
política, alguna vez haya una recuperación económica. Y, sobre todo, que les llegue antes de que se mueran a los que
ahora ya no tienen nada. Pero mejoramos, España va bien. Somos diferentes.
Este es un país donde el
presidente del máximo órgano judicial se atreve a decir que el acoso a la
vivienda de un político, donde viven su mujer o su marido y sus hijos, si no es
violento es simplemente el ejercicio de un derecho, el ejercicio de la
libertad. Manda carallo. No es de
extrañar que un juez de Torrelavega haya dictado una sentencia en el mismo
sentido. Como si el acoso en sí mismo no fuera violento y perseguible,
especialmente cuando se produce a personas que no tienen ninguna
responsabilidad. Ya veremos si cuando estos acosos lleguen a los jueces, que
llegarán, dicen lo mismo. Somos diferentes.
En
Argentina se ha montado una batalla casi campal en la Cámara de Diputados y
protestas en la calle porque la presidenta Kirchner
ha cometido una tropelía: modificar el sistema de elección de los miembros del
Consejo de la Magistratura que a partir de ahora serán elegidos por la voluntad
de la mayoría de los miembros de esa Cámara, es decir de los partidos. Como la
presidenta tiene mayoría, ya saben ustedes quién va a gobernar la magistratura
argentina. Allí se habla de escándalo, de avances hacia un régimen chavista o
de la Cuba castrista... ¿Pero no se parece mucho esa reforma a la que va a sacar
adelante el Gobierno del Partido Popular en España, justo al contrario de lo
que prometió en su programa electoral? Hay quien sostiene que Gallardón se
inspiró en el proyecto argentino... Pero aquí ni la calle se revuelve por eso ni
el Congreso se pelea. Al fin y al cabo, los socialistas y apostaron por esa vía
que provoca la dependencia y no la independencia imprescindible de uno de los
poderes principales del Estado. Somos diferentes.
Aquí, los altos mandos
sindicales justifican a los sindicalistas con Visa Oro y gastos suntuarios con
el dinero público y algunos políticos, como Más, siguen llamando a la independencia y a la insumisión frente al
Gobierno del Partido Popular, mientras su partido, CiU, pacta en el
Ayuntamiento de Barcelona con el Partido Popular para desbloquear los
Presupuestos. Toma el dinero y corre. Verdaderamente somos diferentes.
francisco.muro@planalfa.es