miércoles 10 de abril de 2013, 08:15h
Margaret Thatcher no pasó desapercibida en la historia de la
política del Reino Unido de la Gran Bretaña.
Mi disenso con sus ideas, mi controversia ideológica, no empaña mi admiración
por su tenacidad. Uno, dicen, siempre debe tratar de ser del tamaño de sus
adversarios.
Margaret Roberts, su apellido de soltera, pasó su infancia
en un piso encima de la tienda de sus padres a escasos metros de una vía de
tren que veía pasar sin descanso y sin remedio en Lincolnshire. Meticulosa
tendera de las ideas, sabía que era tan importante tener la solución como saber
ponerla en marcha.
Echo de menos políticos conservadores que sean capaces de
gobernar y poder ser suficientemente antagónicos con la izquierda para que ésta
por fin pueda comenzar a hacer músculo. En realidad echo de menos políticos, de
la derecha y de la izquierda, cuyo liderazgo haga que todos los ciudadanos
sepan el sentido y la dirección que debe tomar una nación.
Ministra de Educación de Edward Heath, pronto se hizo con
las riendas del partido conservador a mediados de los setenta para poder
ofrecer a los británicos algo más que liderazgo. Del más profundo
conservadurismo, defensora del individualismo, vio en su vecino al otro lado
del charco, Ronald Reagan, un firme aliado de los principios que guiarían su
política exterior e interior.
A finales de los setenta Londres se debatía entre la miseria
de sus distritos y el desempleo de sus vecinos. Inglaterra dejaba de ser
potencia, la industria se sostenía a golpe de subvenciones y la realidad
convertía a la Gran Bretaña
en el reino del terror económico.
La llegada de la
Dama de Hierro a Downing Street impuso una reforma laboral
sin precedentes, la privatización de las empresas públicas, el enfrentamiento
con los sindicatos, con la Unión Europea
y con todo aquel que no colaborara en llevar al Reino Unido hacia un destino
más conservador del que pudiera imaginarse.
Once años de gobierno que empeoraron la desigualdad entre
los británicos, pervirtieron las relaciones continentales, apoyaron a
dictadores de otros continentes y precarizaron las relaciones entre los
ciudadanos.
Pero, sin embargo, tengo que mostrar mi admiración, desde el
antagonismo sincero, a una política cuyas ideas defendía con firmeza alentada
por la defensa común de lo que ella pensaba lo mejor para su nación.
@AntonioMiguelC
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (2)
19988 | Esteban - 10/04/2013 @ 18:19:55 (GMT+1)
Efectivamente, privatizó muchos sectores públicos, primando los beneficios por encima de la calidad del servicio, desmanteló el Estado del bienestar, defendió la desregularización en aras del sacro mercado,sentó las bases para el predominio de la economía financiera sobre la productiva, causa de los males que padecemos y fue amiga de dictadores sudamericanos y del régimen del apartheid sudafricano.
Si existe Dios, espero le de el merecido castigo por el ataque al acorazado Belgrano.
19986 | Laura - 10/04/2013 @ 18:01:09 (GMT+1)
No creo que la lloren la masa ciudadana de las clases medias y bajas, como dice , Ken Livingston «Ella creó la crisis de la vivienda, la crisis bancaria y la crisis de las subvenciones de desempleo. De hecho, cada problema real que encaramos hoy es el legado del hecho de que actuó de forma equivocada», y fueron las crisis por ella provocadas las que la "derrocaron", cuando sus mismos correligionarios del Partido la mandaron al ostracismo con lo del Poll Tax, no se movia por el bien común, (parece que tampoco por enriquecimiento personal), y los intrereses de Reagan y Thatcher eran otros, no precisamente "salvar" a Europa del Comunismo, le alaban su contribución al desmantelamiento de la URSS. Yo diría que Gorbachov algo tuvo que ver, de todas formas ¿es Rusia una perfecta democracia? Muchas veces las políticas maduran al cabo de 20 o 30 años, es el caso de las de Thatcher
Lo que tanto le alaban como "liderazgo" y claridad rígida de ideas es digno de estudio psicológico, lo cierto es que abrazó con fé de conversa un neoliberalismo que sustituye de colaborar por competir el ser por el poseer, nos convierte en seres humanos individualistas, Habria que discutir sobre el desmantelamiento de la industria inglesa, como el fiasco del transporte al privatizar "la renfe bitánica", que malvendió a sus amigos lo que me recuerda a los nuestros con las privatizaciones de empresas públicas y privatización de la Sanidad lugar donde van a sentar sus posaderas nuestros políticos cuando abandonan la función Pública donde pierden dinero, (Rajoy dixit).
Ese patrimonio producto del trabajo de generaciones enteras de británicos, que el BM y el FMI llamaban políticas de "ajuste estructural", con bajadas de impuestos y de inversiones públicas, aumento del desempleo con resultado de precariedad a causa de la desindustrialización siguiendo el modelo de Friedmann, Hayek, dando como resultado el gran capitalismo financiero de la City .
Será recordada en la historia mundial por llevar las teorías neoliberales al extremo, aceptando y colaborando incluso con dictaduras sangrientas como la chilena y todo en aras de implantar en el mundo las teorias de la "escuela de Chicago.
Me pregunto si habrá acertado en aquella frase lapidaria de :" The single currency will be fatal to the poorer countries because it will devastate their inefficient economies", esto es: La moneda única será fatal para los paises más pobres porque desvastará sus economias ineficientes.
No deja de ser significativo lo que he leido ayer:"Privaticemos su funeral y elijamos la opción más barata. Eso es lo que ella hubiera querido" (Ken Loach)
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