La importancia de pensar más en
lo que nos une que en lo que nos separa. En lo bien que resulta todo cuando dejamos
el ego detrás de la puerta. Seguir, que no nos coman la moral. Plantar cara en
el corto plazo, y dedicarnos a trabajar también en el medio, en el largo plazo,
que es como se acaba construyendo realidad, que es la manera en que se consigue
aunar una alternativa política que al final permita llegar al gobierno, cambiar
las leyes, apoyar a los honrados. Dar un primer paso, que después siga a otro.
Antonio Gramsci, uno de los
fundadores del PCI (Partido Comunista Italiano) que se pasó media vida en la cárcel
por orden de Mussolini, decía que "contra el pesimismo de la inteligencia,
hay que contraponer el optimismo de la voluntad". Para los que hemos
decidido seguir, que hemos optado por el reto de ofrecer nuevas esperanzas y
nuevos compromisos, la tarea de hacer propuestas y predicar con el ejemplo
resulta la más esencial de todas.
Y no solo por razones ideológicas
o de responsabilidad con los que nos rodean. La única postura práctica,
rentable y de futuro es la valentía, el trabajo diario y la necesidad de que
cada uno aportemos nuestra parte para mejorar lo que tenemos y enfrentarnos a
lo que nos imponen. Y todo eso con el esfuerzo común y colectivo
imprescindible: entre todos es más fácil que uno a uno.
Ser optimistas, valientes,
coherentes. Escuchar. Ser generosos. Son posturas individuales que tienen un
sentido colectivo profundo: el de resistir y dar alternativas a un Partido
Popular cuya deriva autoritaria y corrupta quiere dejarnos sin capacidad de
reacción "mientras nos conducen al abismo". Un abismo que para ellos
y los intereses económicos que representan está siendo muy rentable. Para el
99% restante un auténtico desastre.
Javier Mateo
Twitter @javi_mateo