Una costumbre muy arraigada en algunos
lugares de nuestra geografía, recomienda no decir nunca adiós, sino hasta luego.
El adiós suena a despedida
definitiva, el hasta luego abre una
puerta a la esperanza del reencuentro. Hoy termina nuestra colaboración en
Punto Radio, porque hoy termina Punto Radio. Vimos nacer a esta cadena, y la
vemos morir. Es ley de vida. También las cadenas de radio desaparecen y las
ondas hertzianas guardan en su seno la memoria sonora de su biografía. Pero el adiós
de Punto Radio, no conlleva necesariamente el nuestro. Una vez más, nos resistimos a ello, por eso le
decimos Hasta luego. Porque esperamos
volver a encontrarnos.
Con esta esperanza cerramos este penúltimo
capítulo. En este momento tan especial, deseo enviar un afectuoso homenaje a lo más valioso de la
radio, los oyentes. Pido disculpas a quienes,
sin querer, ofendí, y abrazo con emoción a los que fielmente me siguieron en
las diferentes etapas de un camino que ha durado casi medio siglo. Los abuelos
que nos escuchaban en los 60 dieron paso a sus hijos y más tarde a sus nietos. Radio Juventud, Radio Nacional, Radio Popular,
Onda Cero, Onda Rambla, Punto Radio, toda esta historia colectiva ha quedado atrás.
Hicimos posible, con el esfuerzo conjunto de un gran equipo, que emisoras
consolidadas se reforzarán más, y que cadenas radiofónicas recién nacidas,
crecieran hasta liderar una nueva forma de hacer radio.
Hoy termina esta gran aventura, la
radio cambia y nosotros también, pero siempre queda abierta la esperanza de volver.
Cómo y dónde, no lo sé, pero ganas de ello y salud para llevarlo a cabo no nos
falta. Por lo tanto, confío muy sinceramente en que este Hasta Luego, se vuelva a convertir muy pronto en un nuevo Buenos Días, España.