La Comisión Europea ha rebajado este viernes sus previsiones de
crecimiento tanto para la eurozona como para el conjunto de la UE. La
economía de los países del euro se contraerá este año un 0,3% -en lugar
del crecimiento del 0,1% calculado en noviembre-, mientras que el
conjunto de la UE apenas crecerá el 0,1% -en lugar del 0,4%-.
No obstante, Bruselas prevé que la eurozona vuelva ya al crecimiento a
partir del segundo trimestre del año y que éste "se acelere
gradualmente" durante la segunda mitad de 2013. El año que viene, el
crecimiento será del 1,4% en los países euro y del 1,6% en el conjunto
de la UE, según las previsiones económicas de invierno publicadas este
viernes.
Entre los grandes países, Alemania crecerá este año un 0,5%;
Francia, apenas un 0,1%; y Reino Unido, un 0,9%; mientras que la
economía italiana se contraerá un 1%. Entre los países rescatados,
Grecia retrocederá este año un 4,4% y Portugal, un 1,9%, pero Irlanda
vuelve a crecer a un ritmo del 1,1%.
El empeoramiento de la situación económica provocará que tanto
Francia como Holanda incumplan su compromiso de reducir su déficit este
año por debajo del umbral del 3% que permite el Pacto de Estabilidad. En
concreto, el déficit galo quedará en el 3,7%, y el holandés en el 3,6%.
No obstante, en el conjunto de la eurozona el déficit bajará al 2,8%.
El vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos
Económicos, Olli Rehn, ha destacado que "el reequilibrio en marcha de la
economía europea continúa pesando en el crecimiento a corto plazo".
No obstante, Rehn ha reclamado "proseguir el camino de las
reformas y evitar cualquier pérdida de impulso, que podría socavar la
vuelta de la confianza que se está produciendo y retrasar el crecimiento
y la creación de empleo".
Según Bruselas, el contraste entre la mejora de la situación en
los mercados financieros y las débiles perspectivas macroeconómicas para
2013 se debe sobre todo al proceso de ajuste en los balances, que
continúa teniendo un impacto negativo sobre el crecimiento a corto
plazo.
La vuelta al territorio positivo estará impulsada inicialmente por
la creciente demanda exterior. La inversión y el consumo domésticos
empezarán a recuperarse a finales de año, y en 2014 la demanda doméstica
ya tomará el relevo como principal motor de crecimiento.
La debilidad de la actividad económica provocará un aumento del paro este año al 11,1% en la UE y al 12,2% en la eurozona.
Bruselas espera que el impacto del aumento de los precios de la
energía en la inflación vaya declinando, de forma que el índice de
precios bajará gradualmente en 2013 y se estabilizará alrededor del 1,7%
en la UE y en el 1,5% en la eurozona el año que viene.
La Comisión considera que siguen predominando los riesgos a la
baja en estas previsiones. En particular, la debilidad del mercado
laboral podría seguir reduciendo la demanda doméstica y ralentizar el
impulso de las reformas. Bruselas también teme que se relajen las
reformas en la eurozona y avisa de un posible impacto negativo de los
desafíos presupuestarios a largo plazo en Estados Unidos y Japón.
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